Las comparaciones son ociosas y no tienen sentido, vamos no sirven de nada. Como periodista, como cronista deportivo, con frecuencia me preguntan quien es el mejor jugador de futbol del mundo. Vi jugar a Pelé, vi jugar a Maradona y la única comparación posible sería entre Lio Messi y Cristiano Ronaldo ya que comparten la misma época y el mismo entorno. Comparar a los otros no tiene sentido.
Desde mi humilde opinión, Diego Armando Maradona es el mejor jugador de futbol.
Pele fue una maravilla en la cancha y una maravilla igual de enorme como exjugador, cosa que Maradona no puede presumir, mejor dicho, no pudo presumir.
Murió Diego Armando Maradona, Protagonista y Antagonista de su propia existencia. A diferencia de Hamlet Diego no necesitó de ningún Claudio para sufrir la vida.
No necesitó fantasmas ni maldiciones para arrastrar la cobija y ensuciar el apellido.
Al mismo tiempo que un chiquillo de Villa Fiorito tenía muy claro que su objetivo en la vida era jugar en el mundial de futbol y ser campeón del mundo, el Diego bizarro te tendía la trampa con la que se dedicaría a opacar todos sus logros.
En los llanos de Villa Fiorito conoció al balón y lo cosió a su botín izquierdo. Recorrió todas las canchas de tierra y piedras, durmió con su balón, acarició sus sueños y las deidades del balón lo pusieron en la mira del Argentinos Junior. Un 20 de octubre de 1976, a los 15 años de edad, Diego debutó jugando contra Talleres de Córdoba.
Pero su historia comenzó unos años antes. En 1971 el diario El Clarín hizo la primera mención en los medios refiriéndose a un pibe con porte y clase de crack, el Diego Antagonista se encargó de que lo mencionaran como Caradona, no Maradona.
Por su habilidad para dominar el balón, amenizaba en la previa los partidos de Argentinos Juniors. Durante toda su carrera era un agasajo ver la practica del Diego previo a sus partidos, dominando la pelota con una maestría y temple como si el balón fuera una extensión de su cuerpo.
En su partido de debut sustituyo a Rubén Aníbal Giacobetti y en su primera juagada hizo túnel. Diego dijo que ese día tocó el cielo con las manos y su Diego Antagonista transformó la cancha en lodo para ensuciar los pies del Diego Protagonista.
Un mes después anotó su primer gol frente al San Lorenzo jugando en Mar del Plata era el 14 de noviembre.
En 1977 designó a Jorge Czysterpiller como su representante y su historia se hizo cada vez más grande. En 1978, Cesar Luis Menotti decidió no convocar a Diego para el Mundial, dijo que se la jugaría con Mario Alberto Kempes, de los juveniles solo convocó a Rubén Pelado Díaz. Maradona se quedó con las ganas. Al final, de la mano de Kempes, Argentina fue Campeón del Mundo
En 1979 en el Mundial Juvenil de Japón la Selección juvenil de Argentina, comandada por Maradona ganó la Copa Mundial. Maradona fue convocado a la Selección mayor y logró su primer gol frente a Escocia el 2 de junio de 1979.
En 1981 Maradona salió de Argentinos Juniors, tuvo ofertas del River Plate donde le ofrecían un sueldo igual a de Ubaldo Fillol que era el mejor pagado, los buscaron también de América de Cali pero decidió ir a préstamo con el Boca Juniors que pasaba por una situación económica muy delicada.
Jugar en Boca era su sueño y a pesar de tener un desgarre, el Diego Antagonista lo hizo jugar infiltrado. Dopaje, al fin.
Su primer clásico contra River resultó un sueño, ganaron 3-0 con dos goles de Brindisi y uno de Maradona. Uno de esos goles clásicos del Diego en el que con su amagues y gambetas dejó en suelo a Fillol y a Tarantini. Pero el Diego malo le tenía preparada una fiesta, Maradona tenía una mala relación con Silvio Marzolini, el entrenador, la disciplina nunca fue aliada de Diego así que las prerrogativas que tenía en Argentinos Juniors no se mantuvieron con el Boca y le causaron problemas en los entrenamientos y concentraciones. Maradona ganó el Torneo Metropolitano en 1981 Con Boca, su único campeonato en Argentina y jugó 40 partidos con ellos, muchos fueron amistosos para llenar las arcas del equipo estaban necesitadas.
En 1982 fue contratado por el Barcelona, pagaron 1200 millones de pesetas, aproximadamente 7 millones de euros. La figura de Maradona creció como la espuma y su antagonista le jugaba rudo. A los 13 partidos tuvo que dejar de jugar 3 meses por una hepatitis. Su relación con Udo Lattek, el DT, no era buena por su indisciplina y lo corrieron para traer a Cesar Luis Menotti. Ese año solo le alcanzó al Barcelona para quedar en cuarto lugar, Pero en la Copa Del Rey de 1983, consiguió su primer título.
Al iniciar el torneo 83-84, jugando contra el Atlétic Club, una entrada de Andoni Goicoetxea terminó con ruptura de ligamentos y fractura de tobillo. Se calcularon 6 meses de recuperación, pero reapareció 3 meses y medio después. Su antagonista le tenía preparada otra jugada, así que en el siguiente partido frente al Atlétic Club, la tensión por el reencuentre entre Diego y Goicoetxea desató muchas declaraciones e insultos. Era la final de la Copa del Rey, el juego lo ganó el Atlétic 1-0 pero al final Maradona golpeó a Miguel Ángel Sola y se armó una batalla campal. El resultado, Maradona suspendido 3 meses.
La relación de Diego con su equipo era muy mala, la directiva molesta con las indisciplinas y salidas nocturnas del jugador, Diego enojado porque no fue defendido correctamente por su club ante la sanción y molesto con árbitros y directivos de la Federación Española, aunado a las malas inversiones financieras de Cysterpiller, su representante, orillaron a que Barcelona lo vendiera al Nápoles.
El Diego Antagonista reconoció que, durante su estancia en Barcelona, Maradona inició su relación con las drogas. Su fama crecía, para bien y para mal.
En 1986 es la época más destacada de Diego como futbolista, fue el mejor jugador del Mundial México 86, Campeón del Mundo, autor de los dos goles más famosos de las Copas del Mundo, ambos ante Inglaterra, La Mano de Dios y el Gol del Siglo. La Guerra de Las Malvinas tenía 4 años y Maradona se convirtió en esa protesta firme y determinante del pueblo argentino frente a una conflagración totalmente desigual. Maradona se convirtió en el Héroe Nacional.
Estaba en la cumbre, pero los rumores de su adicción a las drogas eran mas frecuentes, su relación con la Camorra, que nunca se comprobó, mencionaba incluso partidos arreglados por apuestas.
Diego extendió su contrato hasta 1993 con Nápoles con un sueldo de 5 millones de dólares anuales, tuvo ofertas para ir al Milán, a Marsella, pero no salió de Nápoles donde se convirtió en un personaje. Maradona hizo que trataran con respeto a todos los napolitanos a quienes consideraban ciudadanos de segunda.
Maradona ya no podía salir a la calle libremente, la gente lo acosaba buscando una foto o un autógrafo, incluso el mismo Maradona me lo dijo personalmente, ni en las concentraciones con sus equipos y la Selección podía juntarse con los demás jugadores y comía por separado.
Su circulo más cercano se redujo y la selección de los personajes que lo integraron fueron muy malas.
Un Campeonato del Mundo lo encumbró, el de México 86 y otro más, el de Estados Unidos 1994, lo puso en una de las imágenes más tristes, al salir de la mano de una enfermera acusado de utilizar cocaína y anfetaminas. Que pena. Sus indisciplinas ocasionaron el fin de su carrera y lo grandioso de su futbol, lo terminaron por opacar los escándalos de su vida privada.
Maradona no pudo soportar el peso de ser Maradona, la falta de educación, el rechazo de su familia y de la sociedad obligaron a todo el mundo a olvidar El Gol del Siglo y La Mano De Dios para tener en mente las imágenes grotescas de un Diego abotagado, de un Diego amenazando a los periodistas con un rifle de postas en un estado inconveniente, las imágenes de un Diego drogado o borracho alentando a Boca o a la Selección Argentina en un Mundial. Recluido en Cuba en una Clínica de Rehabilitación, pero filtrando imágenes de fiestas donde disponía de alcohol y drogas indiscriminadamente.
Las sociedades de todo el mundo aún identifican a un adicto con un delincuente no con un enfermo y no recibió ayuda o el mismo Diego no quiso recibirla. Aseguró públicamente que había dejado el consumo de cocaína, pero no el alcohol y por una caída tuvo que ser operado de un hematoma subdural. La operación fue un éxito, pero la abstinencia lo llevó a una depresión y finalmente a los 60 años, recién cumplidos, Diego murió. Termina su historia e inicia la leyenda.
Tal vez son muchas líneas, tal vez seis cuartillas para hablar de una persona que volteó de cabeza al mundo con su vida y con su muerte no son suficientes. Ya después de muerto, vino a mi mente la terrible suerte de la Santa Evita de Tomás Eloy Martínez que fue vejada y mancillada por personas sin escrúpulos. Por suerte con Diego solo trascendió que dos sujetos descerebrados, querían lucrar con fotografías de Maradona en su féretro. Pero ya hay quien pide exhumar sus restos para hacerle otra autopsia, investigan al médico Luque y a la enfermera por negligencia. Ni siquiera muerto el Diego Antagonista lo deja en paz.
Con una solicitud de ayuda hubiera sido suficiente Diego, eso hubiera bastado, pero no fue así, su genio, su figura inspiraron incluso a la Iglesia Maradoniana. Conocí a Diego en mi papel de periodista y promotor. Lo trajimos a jugar a la Ciudad de México, quería conocer a Mariana, una actriz, el promotor era Jorge Berlanga y si no me equivoco Fernando Schwartz descubrió que Mariana era Verónica Castro y la invitamos de madrina.
En mi coche que era un Caprice, con Miguel Cisneros que colaboraba conmigo en ese momento, salieron a conocer la ciudad. Un año después lo visité en Argentina en la concentración de su selección para contratarlo, mi presupuesto no era muy alto, le recordé que invitamos a Verónica de madrina que la paseo en mi coche y Diego decidió no cobrarme por la promoción que hice en el Mundial de España 82. Así era Diego. Disculpó de sus acciones al balón: “La pelota no se mancha”. En efecto Diego, no se mancha. La pelota sigue rodando por todas las canchas del mundo, la de los estadios mundialistas, la de las ciudades deportivas, sobre las canchas de tierra de los barrios más modestos del mundo y rueda buscando a algún chiquillo que quiera pegársela al pie y que pretenda tocar el cielo con las manos. Ya aparecerá.
Descansa Diego, deja brillar al mejor jugador de futbol del mundo, descansa Diego. Desaparece al Diego adicto tratado como delincuente, descansa en Paz. Descansa Diego Armando Maradona.