Este domingo, los Browns tienen una nueva oportunidad de regresar a sus días de gloria, tras regresar a los Playoffs desde 2002, donde enfrentarán a los Steelers de Pittsburgh en la Ronda de Comodines
El 6 de diciembre de 2019, la Junta Médica del Estado de Ohio recibió una petición para considerar a los fans de los Browns de Cleveland y de los Bengals de Cincinnati como sujetos permiso para utilizar mariguana medicinal, como parte del Programa de Control de Mariguana Medicinal de Ohio. Su argumento es que necesitan consumir cannabis para mitigar el dolor que causa apoyar a estos equipos, que han normalizado la derrota como parte de su ADN deportivo.
Así viven los aficionados de los Browns de Cleveland, añorando glorias de un pasado muy lejano, de uno de los equipos históricos de la NFL, que vivió sus días de gloria hace más de 60 años y que sus últimos equipos competitivos datan de hace más de 30.
Desde entonces (1987), el equipo cayó en desgracia, gris, eternamente perdedor, que perdió fanáticos e incluso la plaza, porque la franquicia migró a la ciudad de Baltimore en 1996, donde cuatro años después, consiguió algo que no pasó en Cleveland en 35 años: ganar un Super Bowl.
Este domingo, los Browns dieron un partido histórico este domingo al vencer en su casa a los Steelers de Pittsburgh 48-37 en su regreso a los Playoffs desde 2002. El equipo tenía todo en contra en su partido de la ronda de Comodines, con todo en contra: un brote de Covid-19 que obligó al cierre de las instalaciones durante la semana previa, por lo que la preparación del partido fue virtual y solo pudieron reunirse a entrenar el viernes.
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El coach Mike Stefanski está contagiado y estuvo en el campo. Tampoco estuvieron el guardia Pro Bowl, Joel Bitonio, y el receptor abierto KhaDarel Hodge. En el cuerpo de asistentes se contagiaron: el asistente de alas cerradas, Drew Petzing, el coach de backs defensivos, Jeff Howard, el coach de línea ofensiva, Bill Callahan, ni el coordinador de juego aéreo Chad O’Shea. El responsable será el coordinador de equipos especiales Mike Priefer.
Una desgracia para el equipo, en sus pocas oportunidades de brillar. Pero parece normal para los aficionados de los Browns.
La ciudad perdedora
La ciudad de Cleveland ha tenido muy mala suerte en las principales ligas del deporte profesional en EEUU. Sus equipos distintivos apenas han ganado títulos a lo largo de la historia:
Los Indios de las Grandes Ligas datan de 1894 y desde entonces solo han conseguido dos Series Mundiales: 1920 y 1948. De hecho, apenas han jugado seis series de campeonato en 126 años, las últimas tres a partir de 1995: 1997 y 2016.
Los Cavaliers de la NBA surgieron en 1970 y en 50 años de historia, han sido un equipo perdedor. LeBron James, nacido en Ohio fue a esperanza de dar al equipo una alegría, pero en su primera estancia perdió las Finales en 2006 y cambió al Miami Heat, donde ganó tres campeonatos.
James retornó en 2014 y encabezó la generación que llegó a cuatro Finales consecutivas, de las cuales ganó la de 2015-16, el máximo logro deportivo en la ciudad en 50 años. A cambio, los Cavs perdieron ante los mismos Warriors de Golden State otras tres finales: 2014-15, 2016-17 y 2017-18. “El Rey” se fue a los Lakers y volvió a ser campeón. Los Cavs, a su tradición perdedora.
En el hockey profesional existieron los Barons de Cleveland de 1937 a 1973 y jugaron en la extinta American Hockey League. La franquicia intentó revivir entre 1976 y 1978, pero el equipo era muy malo, por lo que entró en crisis y se fusionó con los North Stars de Minnesota.
Un equipo abandonado por sus estrellas
El equipo profesional de futbol americano en la Ciudad de Cleveland surgió en 1946, con dinero de Arthur McBride. Originalmente se pensó en el mote de Panthers, pero se desestimó. Se hizo una votación para adoptar el mote de “Browns”, como un homenaje a su coach en funciones, Paul Brown, quien no estuvo muy de acuerdo pues se hacía un reconocimiento excesivo, aunque Brown es un revolucionario en la práctica de este deporte.
El equipo adoptó sus colores tradicionales: marrón, naranja y blanco, sin logo en el casco. Por tradición, hoy son el único equipo de la Liga cuyo logo es precisamente su propio equipamiento.
Paul Brown es que, siendo una leyenda, salió del equipo en 1962 por un conflicto con sus jugadores. Recibió trabajo en Cincinnati, donde fundó la franquicia de los Bengals. De hecho, el estadio donde juega este otro equipo, eterno rival de los Browns, lleva su nombre.
Bajo el mando de Brown, el equipo ganó cuatro campeonatos en la extinta All-American Football Conference (AAFC): 1946 a 1949. Posteriormente se incorporaron a la Antigua NFL en 1950 y aparecieron en las siguientes seis finales, de las cuales ganaron tres (1950, 1954 y 1955). Su gran figura era el quarterback Otto Graham, quien dejó el equipo prematuramente, por lesiones.
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En 1957, los Browns eligieron al que es considerado su principal figura, el corredor Jim Brown, quien encabezó la liga en yardas por tierra en ocho de las nueve temporadas que jugó. Tenía un espectacular estilo, que arrollaba a sus rivales y lo hacían casi imparable. Con Brown, el equipo obtuvo el título de la vieja NFL en 1964, dos años antes del inicio de la era del Super Bowl.
Después de la temporada de 1965, Brown dejó el equipo para iniciar su carrera en Hollywood. De hecho aparece en una película sobre la Segunda Guerra Mundial, a lado de Charles Bronson y Lee Marvin, The Dirty Dozen (12 al Patíbulo, en español). Jim Brown dejó al equipo sin figuras, pues él encabezó la revuelta que provocó la salida de Paul Brown tres años antes.
El último gran líder del equipo era el dueño Art Modell, quien compró la franquicia en 1961 y en 1996, fastidiado de temporadas mediocres, anunció en 1995 que se llevaría la franquicia a Baltimore, dejando a Cleveland sin sus Browns. La decisión provocó manifestaciones en la ciudad. La NFL decidió permitir el cambio y crear una nueva franquicia en Cleveland, pero hasta 1999, para construir un nuevo estadio.
La tradición perdedora
En los años 80, los Browns tuvieron una importante generación, encabezados por el coach Marty Schottenheimer, el quarterback Bernie Kosar y el corredor Earnst Byner. El equipo llevó dos años seguidos a la Final de la Conferencia Americana ante los Broncos de Denver y perdieron ambos partidos de una manera increíble, por lo que esa generación quedó marcada como “ya merito”.
Schottenheimer quedó con el estigma de coach ganador que no sabe dar el paso al siguiente nivel.
En el 86, los Browns ganaban 20-13 faltando 5:32. John Elway tomó el balón en la yarda dos de su campo y lo llevó a la zona de anotación para empatar el partido y ganarlo 23-20 en tiempo extra. Esa serie ofensiva se bautizó como “The Drive”.
Un año después, los Broncos ganaban 38-31 con menos de cinco minutos en el reloj. Kosar llevó al equipo hasta la yarda ocho del rival y en zona de gol, Earnst Byner soltó el balón y los Broncos avanzaron de nuevo al Super Bowl. La Jugada se bautizó como “The Fumble”.
En los años 90, el equipo intentó recuperarse y contrató como coach a Bill Belichick, discípulo del legendario Bill Parcells. Sin embargo, Bellichick no pudo revertir los problemas de la franquicia y migró a los Patriots de Nueva Inglaterra… el resto es historia.
Mientras que los Browns, tras su regreso a la Liga, solo han tenido tres temporadas ganadoras, la actual con la mayor cantidad de triunfos (11-5). Además, el equipo del 2017está en la lista de las dos franquicias en la era del Super Bowl que ha terminado una campaña sin victorias (0-16), junto con los Lions del 2008.
El valor de una nueva ilusión
Gracias al fracaso del 2017, los Browns pudieron reclutar al mejor prospecto colegial disponible, el quarterback Baker Mayfield, que sin ser algo espectacular, ha sido el mejor pasador que ha tenido el equipo en décadas. En tres yardas acumula 11 mil 115 yardas, con más de 3 mil 500 yardas cada año, además de 75 pases de anotación y 43 intercepciones (solo ocho en el 2020).
También destaca el corredor Nick Chubb, reclutado en ese mismo año. En sus tres temporadas en la Liga, tiene 3 mil 557 yardas, con mil 60 yardas este año, 12 anotaciones y un porcentaje de 5.6 yardas por acarreo. De hecho en 2019 fue elegido al equipo All-Pro de la Liga con mil 494 yardas.
Su bastión a la defensiva es el Ala Defensivo Myles Garrett, reclutado en el 2017 y elegido al equipo All-Pro de la Liga en 2018 y 2020, temporadas de 13.5 y 12 capturas respectivamente.
Ellos buscarán la hazaña de una victoria en Playoffs desde 1994, cuando vencieron a los Patriots.