El 6 de febrero de 1958 a las 15:04 horas, cayó un avión donde viajaba el equipo del Manchester United, tras participar en un partido de la Copa de Campeones de la UEFA, donde murieron 23 personas
Este sábado, la cuenta de Twitter del Manchester United presentó dos imágenes de perfil temporales, con una fecha: las 15:04 del 6 de febrero de 1958 y el nombre de la ciudad de Munich, Alemania. El evento es una de las tragedias más lamentables en la historia del futbol mundial, pues recuerda el accidente aéreo del vuelo 609 de la British European Airways, que se estrelló en el aeropuerto de Munich-Riem, donde viajaban los Red Devils y que causó la muerte de 23 personas entre futbolistas, periodistas, cuerpo técnico y personal aéreo.
El avión traería a la plantilla del Manchester de vuelta a Inglaterra, luego de disputar los Cuartos de Final de la entonces Copa de Campeones de UEFA ante el Estrella Roja de Belgrado de Yugoslavia. El United había empatado, 3-3 y con un 5-4 global, habían logrado el pase a semifinales donde los esperaba el AC Milan.
Antes de salir de Belgrado, l vuelo 609 de la British European Airways retrasó su salida una hora debido a que el jugador Johnny Berry perdió su pasaporte. El avión tenía previsto hacer una escala en Munich para abastecerse de combustible. El aparato era un Airspeed Ambassador chárter, y con matrícula G-ALZU.
El accidente y sus causas
El capitán, James Thain, realizó dos intentos de despegue pero desistió porque los motores tuvieron diferentes problemas. Además, había mucho viento y la pista estaba helada. En el tercer intento, a las 3:04 de la tarde, el avión no pudo ganar la altura adecuada y se estrelló en los terrenos aledaños al aeropuerto.
Las primeras investigaciones señalaron al piloto como responsable, pero el peritaje determinó que el motivo fue la formación de aguanieve al final de la pista, que causó la desaceleración del avión, impidiéndole alcanzar una velocidad de vuelo segura.
A pesar de estas conclusiones, las autoridades de la Alemania Occidental determinaron como responsable al capitán Thain, pese a las evidencias e incluso a algunos testimonios que lo exculpaban. El litigio terminó en 1968, cuando el piloto fue declarado inocente, aunque fue despedido por la aerolínea y decidió retirarse, pues sobrevivió al accidente.
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Por los Red Devils murieron siete futbolistas en el choque: Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Liam Whelan.
El 21 de febrero falleció Duncan Edwards, una de las mayores promesas del país, a causa de sus heridas. Tenía 21 años.
También perdieron la vida: Walter Crickmer (secretario del equipo), Bert Whalley y Tom Curry (del cuerpo técnico) El entrenador Matt Busby sobrevivió.
Murieron los periodistas: Alf Clarke, Don Davies, George Follows, Tom Jackson, Archie Ledbrooke, Henry Rose, Eric Thompson y Frank Swift, periodista del News of the World y también portero del Manchester City.
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Otras personas muertas fueron: Kenneth Rayment, copiloto del avión y Tom Cable, tripulante, así como dos aficionados más.
Mientras que 21 personas sobrevivieron.
Vida tras la tragedia
Luego del accidente, el Manchester United tuvo que ser reconstruido, en torno a Bobby Charlton, uno de los sobrevivientes, quien eventualmente se convirtió en la figura del equipo y de la Selección Inglesa que ganó la Copa del Mundo de 1966.
En los partidos posteriores del equipo, la alineación que se entregaba a la prensa estaba en blanco, en memoria de los jugadores fallecidos.
Pese a tener que formar rápidamente un equipo lo más competitivo posible, el equipo vino a la baja en los siguientes años. El equipo ganó sólo 1 partido de los últimos 14, bajando puestos gradualmente en la tabla, colocándose finalmente noveno. Pese a ello el Manchester United consiguió llegar a la final de la FA Cup, aunque cayó ante el Bolton Wanderers por 2-0.
Al año siguiente, la UEFA invitó al equipo a la siguiente edición de la Copa de Campeones, pero la Asociación del Futbol le negó la participación, porque no había conseguido su clasificación en el campo.
Busby retornó al cargo de entrenador a la temporada siguiente y trató de construir una nueva generación, incluyendo a George Best, que contribuyó a ganar la Copa de Europa una década después del desastre, en 1968 y derrotando al Benfica.
Para recordar a los futbolistas fallecidos se colocó una placa póstuma en uno de los muros del estadio Old Trafford.