No hay plazo que no se cumpla, Tigres y Bayern Munich disputaron la final del Mundial de Clubes y ambos equipos querían hacer historia.
Primero, el Bayern Munich quería ser el segundo equipo en la historia que consigue un sextete: liga, copa, Champions League, supercopa local, supercopa europea y Mundial de Clubes.
Por su parte, Tigres que, de por sí ya es la mejor participación en el torneo, buscaba consagrar su época de éxito con el título mundial.
En el trámite del partido, Tigres sorprendió con un juego intenso en la presión alta, algo que definitivamente incomodó al Bayern Munich.
No obstante, poco a poco se fueron soltando en el campo y la posesión se equilibró tras los primeros minutos de encuentro.
Cada vez fue mayor el dominio del Bayern que incluso terminó con un gol anulado por el VAR en el primer tiempo.
Desafortunadamente los felinos no contaron con la misma suerte en el complemento, pues el mismo VAR haría válido un gol que previamente anuló la terna arbitral. Benjamin Pavard tomó un rebote solo dentro del área y con la portería al descubierto, para abrir el marcador.
Pese a ir abajo en el marcador, los dirigidos por el ‘Tuca’ Ferretti no pudieron hacer lo mismo que en lo primeros minutos del juego. No hubo respuesta del club mexicano, que por exigencia física no se le puede reprochar nada.
Para la recta final, el Bayern Munich hizo algunos cambios y ni siquiera se notaron -para bien-, el trámite siguió igual, con el club alemán dominando la posesión. Sin embargo es de destacar que el orden defensivo prevaleció en Tigres y realmente Nahuel Guzmán no fue exigido más que en un par de ocasiones durante todo el encuentro.
Con el resultado, el Bayern celebra el famoso sextete, logro que solo había conseguido el Barcelona en el 2009, al mando de Pep Guardiola.