Si hay un mensaje que Sebastián Jurado ha mandado en su carrera es que siempre está listo. El arquero mexicano terminó siendo un jugador clave para que México obtuviera el título preolímpico de la Concacaf.
La historia de Sebastián Jurado es sabida, injusta casi por donde la veas. Padeció mucho en su paso por Veracruz, donde sufrió la falta de pagos y sobre todo de resultados.
Del puerto se fue con una sola victoria en su trayectoria, con miras a Cruz Azul donde lo ven como el sucesor de Jesús Corona. Sin embargo el retiro de ‘Chuy’ no se ve cercano y menos con las pláticas de renovación en las que presuntamente está el arquero.
Por si fuera poco, tampoco juega en una categoría inferior, por el momento está relegado a la banca celeste, a la espera de su oportunidad. Con la selección mexicana el caso es prácticamente el mismo, Luis Malagón, titular indiscutible en Necaxa, fue el dueño del puesto a lo largo del proceso de la selección sub-23.
Sin embargo esto no detiene a Sebastián Jurado, mismo que parece identificar su papel de estar listo cuando se le necesite. En el torneo preolímpico tuvo que suplir a Malagón tras una luxación de hombro en el partido final de la fase de grupos.
Pese a que México era el favorito para llevarse el torneo, Jurado enfrentó ‘en frío’ los dos partidos de eliminación directa del Tri. Ante Canadá apenas y tuvo exigencia pero el trámite fue distinto en la final contra Honduras.
El arquero fue pieza clave para que México se llevara el trofeo, primero con varias atajadas en el tiempo reglamentario y luego atajando un penal en la tanda definitoria. Las circunstancias lo llevaron a convertirse en héroe, de esos que aparecen desde la oscuridad para salvar el día.
Tres victorias de primer equipo
Con Veracruz ganó muchísima experiencia al convertirse en el arquero titular en los últimos dos torneos de la extinta franquicia. Con Cruz Azul no tuvo la misma suerte, pues apenas y tiene tres partidos disputados con el primer equipo.
En conjunto, solo ha podido conseguir tres victorias, una con los Tiburones -en más de 35 partidos- y dos con la Máquina -una en Liga MX y otra en Concachampions-. Su actividad es mínima pues en todas las categorías ha jugado solo 12 encuentros desde 2020.
Esto no ha detenido al joven arquero, sabe que es cuestión de tiempo para que llegue su gran oportunidad. Mientras tanto, goza de la gloria de ser el bombero de la Selección Mexicana que buscará una medalla en Tokio 2020.