Sin duda, la pandemia por Covid-19 llegó a cambiar el mundo de cualquier deporte. En el caso de la WWE, impulsaron una idea que llamaron Thunderdome y que nos dejó varias cosas interesantes.

Cabe recordar que el famoso Thunderdome no es más que una experiencia virtual ante la ausencia de público en vivo. Fue una medida prácticamente extrema para apoyar el espectáculo brindado por las superestrellas de la empresa estadounidense.

Cuando recién comenzaron las restricciones sobre eventos públicos en Estados Unidos, la WWE quedó muy mal parada. Gran parte de la emoción que representa la lucha libre es gracias al público y sus reacciones, algo que no se sabía hasta cuándo volvería a estar.

No fue hasta semanas después, en agosto del 2020, que se les ocurrió una manera de hacer más llevaderos sus shows, que antes se realizaban en silencio absoluto. Así llegó el famoso sinfín de pantallas alrededor del cuadrilátero, como si de gente se tratara, además de reacciones grabadas para las transmisiones televisivas.

Sin duda fue una gran idea tras haber visto incluso PPV en completo silencio. La mecánica era sencilla pues los aficionados del wrestling tenían que registrarse y esperar la confirmación de la compañía para aparecer en alguna pantalla.

Cabe destacar que la estructura no solo se centraba en los espectadores virtuales, utilizabann drones, láseres, pirotecnia, humo y proyecciones para mejorar las entradas de los luchadores en un nivel similar al de las producciones PPV prepandémicas. El vicepresidente ejecutivo de producción televisiva de WWE, Kevin Dunn, señaló que “ahora podemos hacer cosas en cuanto a producción que nunca podríamos hacer de otra manera”. Se instalaron casi mil placas LED para permitir filas de espectadores virtuales. El audio de la arena también se mezcla con el de los fanáticos virtuales para que se puedan escuchar los cánticos de los fanáticos.

No todo fue bueno en la innovadora idea

Desafortunadamente no hubo perfección en el Thunderdome, pues tuvo altibajos en diversos sentidos. Por ejemplo, en menos de un año, los asistentes virtuales vieron a Shayna Bazsler y Asuka combatiendo más de 70 veces, más de una vez por semana.

Incluso a principios de junio, desde las mismas redes de la compañía denunciaron que alguien entró a robar a la gigantesca estructura. Por si fuera poco, el Thunderdome se puede apuntar una cifra negativa pese a su buen recibimiento al principio.

Oficialmente la construcción presenció el RAW menos visto en la historia según los datos de rating. Curiosamente fue el programa que despidió a la innovadora idea para darle paso al regreso de la afición en vivo.

El 12 de julio se le puso fin a una era completamente creativa en WWE. Smackdown, que se llevará a cabo en la arena Toyota Center de Houston, ya contará con el ambiente de aficionados completamente en vivo tras 16 meses de espera.

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