Krystsina Tsimanouskaya es una atleta de bajo perfil pero que logró un lugar en los presentes Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Desafortunadamente, la complicada situación en su natal Bielorrusia la habría obligado a retirarse de la competencia.

Antes de hablar sobre la situación de Krystsina Tsimanouskaya, es de destacar lo que ocurre en su país, donde el gobierno es ampliamente criticado. El presidente Aleksandr Lukashenko es acusado de manipular las últimas elecciones, además de tomar medidas autoritarias para silenciar a sus detractores.

Por si fuera poco, el hijo del presidente, Viktor, es el presidente del Comité Deportivo de Bielorrusia y ambos fueron sancionados por el COI apenas en diciembre pasado. La atleta hizo mención a que desafortunadamente la inscribieron en una prueba en la que nunca ha competido: los relevos 4×400.

Dicha crítica no habría tardado en hacer eco en el país europeo, pues oficiales bielorrusos la obligaron a recoger sus cosas en Tokio. Mediante un video, la velocista explicó que fue llevada al aeropuerto en contra de su voluntad, donde se negó a subir a un avión.

Krystsina pidió ayuda del COI y de las autoridades japonesas ante la situación: “Hay presión en mi contra. Están tratando de sacarme del país sin mi permiso. Le pido al COI que se involucre”, indicó.

El propio Comité Olímpico Internacional aseguró que ya se encuentra investigando la situación, mientras que desde Bielorrusia habrían informado que la salida de su atleta se debía a una lesión. Ya en un lugar seguro, la corredora confirmó que se encuentra bien pero que teme sobre las represalias, por lo que pedirá asilo en Japón.

“No tengo miedo de ser expulsada del equipo nacional. Tengo miedo de ser arrestada en Bielorrusia. Los oficiales han dicho que la orden de sacarme de aquí venía de muy arriba”.

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