El entrenador de los Potros es un erudito del futbol, es perfeccionista, se llama Mario García Covalles y es la mente detrás del Atlante. Es obsesivo, después del entrenamiento se va a su casa pensando si le faltó algo y lo anota en su libreta.
Mayito es atlantista, se forjó con los colores del equipo como jugador y después continuó con la tradición. Sus dos maestros también son azulgranas: José Guadalupe ‘Profe’ Cruz y René Isidoro García, ellos le inculcaron la metodología, pero también el perfil bajo.
El Profe Cruz lo hizo parte de su cuerpo técnico del Potro que se mudó a Cancún y fue toda una sensación. Era muy cercano al entrenador, veía como dirigía, observaba sus apuntes y de pronto él comenzó a dar algunas ideas.
Estuvo cuatro años como auxiliar técnico del Atlante, de 2004 a 2008, fue parte del campeonato y después salió seis meses a León. Regresó a la cuna azulgrana, pero ahora como director técnico de Potros Chetumal en la Primera A. En el Clausura 2012 estuvo a cargo del Atlante de la Liga MX, pero apenas ganó cuatro partidos y sumó ocho derrotas.
Comenzó un largo peregrinar por equipos del Ascenso MX y Segunda División, el objetivo era afinar la metodología.
Hay algo que muchos directivos de la categoría le reconocen a Mario: es un conocedor, arma un equipo de la nada y los pone a jugar futbol.
Mario García es tímido, introvertido, pero en el entrenamiento es agresivo, nunca suelta el pizarrón. Con sus equipos trabaja a doble sesión, el primero a las 7 de la mañana, los jugadores deben regresar en la tarde para afinar detalles.
Las personas que lo conocen te advierten algo: “habla mucho, no lo puedes parar, se puede pasar horas hablando de futbol e incluso en la entrevistas se alarga”.
En el Apertura 2018, Mario estaba en el equipo de Tuxtla FC en la Segunda División, su teléfono sonó y le dijeron: “queremos que seas el auxiliar técnico de Maradona en Dorados”. La llamada era de Juan Antonio García, el entonces presidente del Gran Pez.
García Covalles no lo pensó, hizo maletas y viajó a Culiacán. Se presentó con Diego e hicieron una mancuerna que los llevó a la final del Ascenso MX. Muchos dicen que Mario dirigía al equipo y El Pelusa los motivaba.
Para el Apertura 2020, Mayito regresó al Atlante, ambos se volvieron a reunir en la Ciudad de México. Armó un equipo de la nada, con pedacería y los llevó a una final con el Tampico Madero.
Mario llegó a una nueva final con el equipo de sus amores y espera consagrar su trabajo en la cancha. Él es sí es un romántico del futbol.
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