Año con año salen jugadores que demuestran gran capacidad y las expectativas sobre su futuro crecen, sin embargo varios se quedan en un ‘one season wonder’. Ahora el futbolista que ya comienza a llamar la atención es Darwin Núñez del Benfica, que presume grandes números en la campaña y tiene una gran motivación.
Su momento relevante más reciente fue en el máximo torneo a nivel de clubes: la Champions League. El delantero fue el encargado de anotar el gol que clasificó a las Águilas a los cuartos de final. Por si fuera poco, eliminaron al Ajax, uno de los clubes más ‘aceitados’ del mundo, al mando de Erik Ten Hag.
Con casi 23 años, su carrera podría dar un salto importante en el próximo mercado de fichajes y con miras a la próxima Copa del Mundo en Qatar. Si bien apenas en estos meses ha sido un ‘boom’ en el futbol europeo, el uruguayo emigró al viejo continente hace ya tres años, en 2019.
¿Dónde jugó Darwin Núñez antes de llegar al Benfica?
De origen uruguayo, tuvo el privilegio de formarse en uno de los equipos más grandes de su país, Peñarol. Al ser una de las instituciones más importantes, son ampliamente selectivos incluso en sus divisiones inferiores y la infancia del delantero no fue sencilla. Creció en Artigas, un pequeño pueblo a 500 km de Montevideo.
En diversas entrevistas, Darwin Núñez aseguró que su familia era muy pobre y todo empeoró cuando su madre enfermó. “Muchas veces me acostaba con el estómago vacío pero la que más lo hacía era mi mamá, que trabajaba para darnos de comer a mi hermano y a mí primero. Nunca lo olvidaré”, llegó a comentar.
Su hermano Jordan también jugaba con Peñarol pero se sacrificó, pues prefirió que Darwin se quedara en el club mientras él cuidaba de su madre. Afortunadamente todo este esfuerzo ha valido completamente la pena para el jugador y, en consecuencia. para su familia.
Desde las inferiores del Decano, el futbolista metía goles a racimos e incluso fue apodado como el ‘nuevo Cavani’ y apenas un año y medio después de jugar con el primer equipo, llegó a Europa. Almería fue el club que confió en Núñez y respondió bien con 16 goles en 32 partidos. Tuvo tres técnicos diferentes durante el año en el que estuvo en España y no recibió más que elogios.
“Además de ser joven, tendrá un futuro extraordinario. Tiene un gran potencial para ser uno de los grandes jugadores en su posición. Es rapidísimo, tiene una definición muy grande, y una gran capacidad de disputar duelos aéreos”, destacaba José Gomes en su momento a la par de mencionar que siempre busca aprender más.
Además notaron en él algo que, si bien puede estar en muchos jugadores profesionales, en pocos futbolistas hay por el contexto en el que creció. “Darwin es un futbolista muy trabajador, empeñado en crecer y mejorar para ayudar a su familia a que mejore su nivel de vida. Eso hace que su potencial sea muy grande”
El jugador más caro en la historia del Benfica y el plan a futuro
Apenas tenía unos meses con las Águilas y Jorge Jesús, ahora extécnico del club, ya advertía lo que venía: “fue el jugador más caro de la historia del Benfica y, con la pandemia no lo sé, pero también podría ser el jugador más caro en dejar el Benfica. Este chico será el mejor del mundo y, lamentablemente para mí, lo perderé en poco tiempo”.
Alrededor de 26 millones y medio de dólares fueron los que pagaron por él y se convirtió en el fichaje más caro que llegó a la liga de Portugal y el que se fue de la segunda división española. La apuesta lucía arriesgada pese al rendimiento del uruguayo, sin embargo el Benfica demostró su confianza en su talento con su cláusula de rescisión.
Si bien no son cifras oficiales, se presume que Darwin Núñez tiene una cláusula de 150 millones de euros, cifra que cualquier equipo tendría que pagar o en su caso, esperar a que termine su contrato en 2025. No obstante, todo apunta a que el Liverpool lo habría negociado por 80 MDE más 20 en variables, lo que lo convertiría en el segundo fichaje más caro en la historia de las Águilas.
En la campaña pasada presumió 34 goles en 41 partidos y si bien es titular habitual, suele ser sustituido en su club. Esto lo deja con 2,821 minutos jugados, por lo que promedia una anotación cada 83 minutos. ¿qué equipo no querría un gol garantizado por cada partido que juegue?