El jueves 13 de abril, Sevilla perdía 2-0 con Manchester United al entretiempo y en la Liga Española se encontraba a cinco puntos del descenso. En el segundo tiempo se salvó unas cuantas veces: los Red Devils podrían haber aumentado por uno, dos o tres goles la cuenta. Sin embargo, el conjunto andaluz se salvó y por un descuido de la defensa, pudo descontar. Rápidamente, el equipo inglés se distrajo y el español descontó. A partir de eso, se la creyó y empató un partido en tiempo de descuento que era para perder por más de tres tantos. En la vuelta, con su hinchada, pasó por arriba a uno de los mejores equipos de la Premier League y lo goleó 3-0. ¿Es casualidad que Sevilla haya dado vuelta la serie de una manera tan contundente y que haya cambiado su juego en la UEFA Europa League? No.
En el segundo certamen internacional más importante de Europa a nivel clubes, los nervionenses se transforman. Vayan de punto o banca, logran pasar las llaves con más o menos holgadez: aún en zona de descenso en Liga Española, superaron a PSV y Fenerbahçe como local por 3-0 y 2-0, respectivamente y cayeron por un gol menos afuera. Lo justo y necesario para superar cada fase. Ahora, en una llave en la que era David contra Goliat, sacó la estirpe copera como local luego de aguantar en Inglaterra, con una actitud de los hinchas que fue tomada por los jugadores: lo dejaron todo en cada centímetro de la cancha y se sacrificaron al máximo. De yapa, el domingo le ganaron a Valencia 2-0 y se alejan de la zona de descenso.
Le preguntaron a Casemiro si el Sevilla era el Real Madrid de la Europa League y él lo negó. Para los nacidos en este siglo, es lo más parecido: de las últimas 27 series mano a mano que disputó el club, superó 25 y solo en dos quedó en el camino. Una efectividad de más del 92%. De hecho, obtuvo tres consecutivas desde 2014 a 2016 y cuando no la jugó, es porque cayó en fase de grupos o en los mano a mano de Champions League.
¿Cómo logra el Sevilla esto?
Sus planteles, además de contar con gran recambio siempre -por temporada tiene 18 jugadores que pueden alternar entre titulares y suplentes- no se creen estrellas y están dispuestos a sacrificarse en pos del equipo para adoptar una idea que los lleve a la victoria -la antítesis de lo que hoy es el Chelsea-. La hinchada también juega su papel: de local, animan en todo momento al equipo y apoyan dependiendo el momento del partido. Hay una simbiosis entre jugadores y afición muy particular y positiva.
“Dicen que nunca se rinde” es uno de los lemas del club andaluz. Aún en una floja temporada, que tuvo al Sevilla en zona de descenso, los futbolistas e hinchas cumplen al pie de la letra. Creen que van a pasarles cosas positivas, pero para eso dejan todo desde su lugar.
Y los resultados, en este caso, más tarde que temprano, comenzaron a llegar. La ilusión de poder ganar la séptima UEFA Europa League es total. Derribado el más fuerte, Manchester United, cualquier proeza quedará corta al lado de esa. Sin embargo, Juventus primero, y Roma o Bayer Leverkusen separan al equipo de Mendilibar de la séptima copa, y de continuar con un noviazgo que lleva todo el siglo y que pinta para unos cuantos años más.