El pasado domingo 30 de abril se celebraron las elecciones presidenciales de Paraguay y a José Félix Chilavert no le fue tan bien como cuando estaba debajo de los tres palos que defendía en su época de jugador: su campaña presidencial sacó solo 0,7% de los votos, o sea, un poco más de 21 mil paraguayos lo votaron para que liderara la nación, cuando tenía una proyección entre 1 y 1.2% del electorado. Varios futbolistas intentaron meterse de lleno en el mundo de la política. Algunos pudieron ingresar y siguen hasta el día de hoy ejerciendo, mientras que otros como Chilavert solo llegaron a intentarlo.
Cómo políticos… buenos futbolistas
Algunas figuras de talla mundial acompañan al arquero paraguayo en el grupo de futbolistas que no llegaron al poder. El delantero ucraniano Andriy Shevchenko dejó de lado su exitosa carrera con Balón de Oro y Champions incluída para intentar entrar en el parlamento de su país pero su partido político sacó menos de lo necesario para ingresar, por lo que tuvo que abandonar ese sueño.
El éxito y la popularidad del fútbol y la política te pueden hacer feliz como pueden hacer de tu vida una pesadilla, y sino pregúntenle a Hakan Sukur. Ex delantero e ídolo del Galatasaray, el ex internacional con Turquía se metió al poder político de su país en 2011 como miembro del parlamento. Luego, en 2013, renunció por las distintas denuncias de corrupción hacia los que lo habían hecho acceder a su puesto y fue declarado parte de una banda terrorista, por lo que recurrió al exilio. Estados Unidos y Washington son su casa ahora, y tuvo que recurrir a ser chofer de Uber para ganarse la vida.
Entre los que apartaron los botines y la pelota a un lado y pudieron crear su espacio en la política de su país está el único jugador africano en ganar el Balón de Oro: George Weah. El liberiano, luego de décadas postulándose para ser la máxima autoridad de su nación natal, fue elegido presidente en diciembre de 2018. Admirado por los sectores populares por su carrera futbolística y por no olvidarse de su país, desde 2005 que venía candidateandose pero sin éxito. Ahora que está en el poder desde hace 4 años, el balance no está siendo positivo: crisis post guerra civil, pobreza y una gran cantidad de contagiados por ébola son las principales causas de su fracaso político.
En el pasado, si bien no corrió la carrera presidencial, Romario entró a la política igual de bien que cuando entraba al área del equipo rival. Desde su retiro en 2009, el ex Barcelona, PSV o Valencia entre otros está metido en la camara legislativa de su país, Brasil. El campeón del mundo en 1994 entró como diputado en 2010 y como senador en 2014, hasta se dio el lujo de presidir el Congreso Nacional de Brasil en 2021 de forma interina.
Si hablamos de futbolistas involucrados en la política no podemos dejar de hablar de Cuauhtémoc Blanco. Uno de los próceres del fútbol mexicano es desde hace varios años un líder político con gran presencia en el ambiente. Tras su retirada de las canchas incursionó en la alcaldía de Cuernavaca en lo que fue su primer puesto político. Luego, en 2018, se convirtió en el gobernador de Morelos, puesto en el cual se desempeña en la actualidad. Para las elecciones del 2024 está planeando su próximo gran paso en la política mexicana: ser elegido como gobernador de la Ciudad de México, la capital del país.