“No voy a poder estar en Roland Garros después de muchos años sin faltar a la cita con todo lo que es ese torneo para mí. No tengo intención de seguir jugando por los siguientes meses. Me gustaría terminar el 2023 jugando la Copa Davis, si mi cuerpo lo permite y el capitán lo considera. Voy a intentar encarar el año que viene con garantías de poder hacer lo que yo intuyo y creo que será mi último año. Ese será mi objetivo, intentar parar para encarar el último año de mi carrera”, así anunció Rafael Nadal, máximo ganador de Roland Garros y dueño de 22 majors, que no estaría este año en el grand slam que se disputa en polvo de ladrillo.
Desafortunadamente tampoco lo hará en el resto de los torneos. Hasta ahora, solo ha disputado dos partidos en el año: ambos en Australian Open, con récord de 1-1. Este parate provocará la caída de su ranking y un torneo inédito sin un rey que casi después de 20 años, lo mirará por televisión.
112-3. Ese es el récord de Nadal en la Copa de Los Mosqueteros. Novak Djokovic, en dos oportunidades, y Robin Soderling, lo han vencido. Después de haberse quedado con el primer set, sólo una vez fue derrotado. Nunca, en toda la historia del tenis, se registró una hegemonía tal. Y por primera vez desde 2004, no acudirá a la cita: desde que debutó, en 2005, nunca había faltado. Al ser el último campeón y no poder defender ninguno de los 2000 puntos obtenidos en 2022, su ranking pasará de ser Nº14 a estar por fuera de Top 100, tras más de 20 años. En marzo pasado, el español había salido del Top 10 tras 912 semanas consecutivas.
De aquí al final del año, Rafael Nadal tiene 445 puntos en juego: 200 de las finales ATP, 180 del US Open, 45 del Australian Open 2023, 10 del Masters 1000 de París Bercy y otros 10 del de Cincinnati. Como la mayoría no serán defendidos, su ranking se disparará. A final de cuentas, volverá a empezar para en 2024, finalizar su carrera en los escenarios que mejor le sentaron: Barcelona, Montecarlo, Roland Garros y los JJOO de París seguramente estén incluidos en su calendario. ¿Cómo clasificará? Mediante rankings protegidos y wildcards.
“Nunca me ha pasado en mi vida la posibilidad de tener que pedir el ranking protegido. Lo haré para no sacarle un WC a nadie”, manifestó el manacorí en la conferencia de prensa. De esa manera, utilizará seguramente dicha vía, que es solicitada por jugadores que lleven más de seis meses de inactividad por problemas físicos. La ATP, además de otorgarlo, establecerá un ranking promedio entre las posiciones ocupadas durante los primeros tres meses de la lesión. De esta manera, Rafa ocuparía el noveno puesto de la clasificación y solo podrá usarlo para nueve torneos. Seguramente, en 2024, dispute menos de esa cantidad, pero igualmente no podrá ser cabeza de serie, por lo que podría cruzarse con los líderes del ranking en las primeras rondas.
Los wildcards, que funcionan como invitaciones a quien la organización desee, no tienen una cantidad límite: cada torneo determina a quién se lo concede. A Nadal, por su trayectoria, le ofrecerán las que necesite, pero su idea es no pedir ninguna. Es lógico, nadie lo imagina contendiendo en más de nueve torneos y ya ha manifestado que su retirada será el próximo año.
Por otra parte, desde 2004, año en que se creó Facebook como una de las primeras redes sociales, que entre los integrantes del main draw no aparece su nombre. 14 títulos después, el hombre que conquistó por último Roland Garros antes de la era Nadal fue el argentino Gastón Gaudio, tras vencer en una final de película a Guillermo Coria. Si se tienen en cuenta las 10 ediciones anteriores a esa, solo Guga Kuerten pudo repetir el título. Lo que logró el mejor tenista de la historia en polvo de ladrillo es inconmensurable. Consumadas ya las tristes despedidas de Juan Martín del Potro y Roger Federer, el desafío de la Fiera seguramente será no dejar esa imagen apagada y disminuida que mostraron sus contrincantes en sus últimos partidos.
Parará este año porque sabe que la única manera de darle un cierre acorde a su carrera es con la mejor condición física posible. “No merezco terminar así”, dijo. Tampoco merece ser obligado a jugar su torneo predilecto lejos de su nivel mostrado todos estos años. ¿El año que viene será el campeón en París, tanto en Roland Garros como en los Juegos Olímpicos? Nadie lo sabe. Pero sí, deja a todos tranquilos saber que Rafael Nadal buscará su mejor forma posible para competir en esas dos citas y retirarse batallando como lo que es: un gran campeón que lucha hasta el final.