Se vivió un clima tenso, incómodo y agresivo en el partido en el que el Valencia, dirigido por el español Rubén Baraja, y el Real Madrid de Carletto Ancelotti. La imagen que se mostraron fueron nefastas: fanáticos del Valencia le gritaron “mono” a Vinícius Jr., quien terminó expulsado y no pudo completar los 90 minutos.
El fútbol perdió nuevamente: a los 35′ del segundo tiempo, cuando tras una confusa jugada en el área, que incluyó reclamos al árbitro y un clima caldeado en las tribunas, el jugador de la Selección de Brasil se enloqueció y, desaforado, expresó que un hincha del equipo que viste de Blanco y Negro le realizó gestos de mono. Tras ello, el encuentro se suspendió por ocho minutos en los que el propio delantero se negaba a reanudar el juego. A Vini se le salió la cadena y ni siquiera sus compañeros podían contenerlo. Rudiger fue uno de los que intentaba pararlo al afectado, pero fue una difícil tarea.
El nacido el 12 de julio de 2000 en la ciudad de São Gonçalo quiso hablar con los medios que habían asistido al estadio de Mestalla para no silenciar esas voces que también sufren de racismo en España y no tienen ese “poder de atención”. “No fue la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en La Liga. La competición lo considera normal, la Federación también y los rivales lo fomentan”, comentó.
Desahogándose, Vinicius agregó: “El campeonato que una vez perteneció a Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi ahora pertenece a los racistas. Pero soy fuerte e iré hasta el final contra los racistas. Aunque sea lejos de aquí”.
El Real Madrid apoyó plenamente a su jugador. También ha presentado una denuncia penal por delito de odio tras el incidente en Valencia. Es el décimo episodio de presunto racismo contra el jugador que nació futbolísticamente en el Flamengo.
El Valencia, por su parte, emitió un comunicado en el que asegura que se ha identificado a uno de los aficionados que participó de los hechos y la institución está colaborando con las autoridades para confirmar la identidad de los otros agresores. Sin dudas, esto no favorece a nadie. Los Murciélagos se vieron afectados porque, por más que hayan sido pocos hinchas de todos los que estaban en el estadio, mancharon el escudo y demostraron una pésima imagen al mundo.
El extremo brasilero se expresó con un profundo dolor y enojo: “Cada partido fuera de casa, me encuentro una sorpresa desagradable. Tuve muchas esta temporada. Amenazas de muerte, un muñeco colgado, muchos gritos criminales… Todo ha quedado registrado. Pero el discurso siempre recae en que son casos aislados. No, no son casos aislados”.
Asimismo, Vinicius agregó: “Ahora pregunto: ¿Cuántos de esos racistas han visto sus nombres y fotos expuestas en internet? Respondo para hacerlo más fácil: cero. No ha habido nadie para contar una historia triste o hacer esas falsas disculpas públicas ¿Qué falta para que se criminalice a estas personas? ¿Y para castigar deportivamente a los clubes? ¿Por qué los patrocinadores no cobran a La Liga? Tampoco funciona culparme a mí mismo para justificar actos criminales. No es fútbol, es inhumano”.