El trabajo de Rubén Darío Insúa en San Lorenzo es realmente para destacar: un club que económicamente está pasando momentos difíciles y que no tiene la posibilidad de hacer grandes incorporaciones en los mercados de pases terminó tercero en el último torneo doméstico argentino y quedó eliminado, con la cabeza en alto, frente al poderoso y favorito Sao Paulo en el Morumbí por los Octavos de Final de la Copa Sudamericana.
El fuerte del conjunto azulgrana es jugar en su cancha y con su gente, que parece ser parte del partido en el verde césped. La pasión que brinda el público en cada momento le da ese “toque de jerarquía” que un equipo de no tanto nombre y mucha juventud necesita.
Tendrá sus defectos, puede jugar bien o mal, o quizás no sea tan lindo de ver, pero con poco logra resultados. Hace poco se cortó un récord que tenía de no recibir goles en el arco de la Avenida Cruz ni en el arco de la Avenida Varela desde septiembre del año 2022, cuando el defensor central Emanuel Mammana festejó para la victoria 1-0 del River. Con este registro, acumulaba 14 partidos sin perder en casa y superaba una histórica marca de fútbol argentino. Cosechó 46 puntos en 27 partidos jugados rotando esquemas para tener lo mejor en la Sudamericana.
De cara a la Copa Sudamericana, el pueblo cuervo estaba ilusionado, pero le tocó el rival más fuerte de toda la competencia: Sao Paulo. En el Brasileirao no viene el todo bien, se encuentra en el puesto 9 de la tabla de posiciones, pero en la competencia internacional si anduvo bien ya que sacó 16 de 18 puntos posibles desplegando muy buen futbol ante Tigre, Puerto Cabello y Deportes Tolima.
Anoche fue la despedida del sueño copero que tenía San Lorenzo tras perder por 2 a 0 con goles de Jonathan Calleri y Luciano, y ser superado solo por un gol en el global. El Ciclón reclamó penal por un codazo a Rafa Pérez en la última. También la falta que le cobraron a Gastón Campi en el gol del 1-0. Aun así, el trabajo fue muy noble. Un equipo que nunca bajó los brazos y dio pelea hasta el final dándole la oportunidad de mantenerse en primera a varios pibes que se formaron en la institución.
“Sabíamos que San Lorenzo es un rival muy duro y defensivamente de los mejores. Hicieron un buen partido en Argentina, pero sabíamos que acá en el Morumbí somos muy fuertes y teníamos muchas chances de revertir el resultado”, expresó el ex delantero de Boca Juniors.
El hincha de San Lorenzo está subidísimo al barco del Gallego Insúa y el papel del DT está siendo realmente bueno. Tiene sentido de pertenencia y se lo transmite a los jugadores día a día. Seguramente sea como el club publicó luego del partido: “Orgullosos de este grupo”.