“Yo quería quedarme a vivir en Argentina e involucrarme en la Selección para generar un proyecto deportivo. Por el cambio de gestión, mi no retiro tras el Mundial 2019, el viaje a Italia y la pandemia esa misma idea la readapté al Varese”, dijo Luis Scola, leyenda del básquetbol argentino, hace pocos días en el programa Paren La Mano. El ex pivote se renovó para seguir ligado al baloncesto y se convirtió en uno de los CEOS más innovadores en Europa. La reinvención del Pallacanestro Varese, un estilo innovador de juego dentro de la estructura FIBA y algunos baches en el camino hacen que el presente del eterno número 4 albiceleste dé que hablar.
Luego de la eliminación del baloncesto argentino de los Juegos Olímpicos de Tokio a manos de Australia, los pocos espectadores en el estadio aplaudieron de pie a Luis Scola sin saber, quizás, que habían visto su último partido como profesional. Días después el Pallacanestro Varese, último equipo profesional en el que jugó el ex NBA, anunció que el surgido en Ferro sería su CEO y que implementaría un plan de mediano a largo plazo: “Planteo un proyecto de 5 años, en el que los resultados se verán hacia el final del periodo. Quiero llevar al Varese donde merece estar” dijo Luifa días después de empezar en su nuevo puesto.
Cuando el argentino se mudó a los escritorios, el Varese tenía el presupuesto más bajo de la Lega. “Pensamos que si hacíamos lo mismo que los demás, íbamos a perder, porque el resto tenía más dinero. Entonces identificamos áreas donde los demás equipos están retrasados, como el desarrollo de jugadores y el uso de analytics, y tratamos de acortar esa distancia de presupuesto siendo innovadores, usando números”, declaró el ex Houston Rockets para Infobae. Casualmente, su estadía en el equipo de Texas influenció inmensamente su proyecto.
Estar bajo la dirigencia de Daryl Morey y siendo parte de un combinado comandado por el particular Mike D’Antoni lo hicieron conocer el estilo “Run and Gun”, característico de la NBA moderna, que consiste en una apuesta marcada en las posesiones cortas y los tiros de tres puntos envés de los de dos. La inversión en analytics, la propuesta de juego veloz y el desarrollo de jugadores extranjeros y locales lo llevaron a ser uno de los equipos revelación del 2022.
Peleando los primeros puestos de la competencia local con los conjuntos históricos como Olimpia Milano o Virtus Bologna, el Varese tuvo un duro revés legal que casi lo hace descender en una de las mejores temporadas en los últimos años: la federación italiana de baloncesto les quitó 16 puntos por una deuda pendiente con un jugador retirado hace más de 5 años y tuvieron que pasar de luchar por los playoffs a intentar no recalar en la segunda categoría de su país.
Con el mundial ya empezado, falta menos de un mes para el arranque de las principales ligas europeas. El Varese, por su parte, jugará la liguilla previa a la Basketball Champions League, un torneo equivalente a lo que sería la Conference League en el fútbol. Su nuevo head coach, Tomas Bislaszeweski, contará con una plantilla nutrida de promesas locales y jugadores estadounidenses impregnados de ese estilo de juego veloz y letal. Por último, y para nada menos importante, el combinado logró reclutar a Willie Cauley-Stein, que viene de 7 años ininterrumpidos de jugar en la NBA. Su último paso fue por los renovados Sacramento Kings, que lograron regresar a playoffs luego de 16 años.
¿Podrá el Varese volver a sus años gloriosos de la mano de Luis Scola?