El Unión Berlín es de los clubes que puede presumir una historia de éxito desde muy abajo. Pocos creerían que hace menos de dos décadas la institución se encontraba en cuarta división y al borde de la desaparición. Mucha ‘culpa’ de este resurgimiento tiene nombre y apellido: Antonio Hurtado, quien por esos años mencionó un emotivo objetivo que lucía bastante lejano pero que ahora se cumple.
La crisis por la que pasaba el club estaba presente en distintas aristas, pues el descender implica pérdidas desde económicas hasta de prestigio. Pese a que recién habían jugado la final de la Pokal en 2001 siendo un club de segunda categoría, no hubo un seguimiento en el equipo. Esto fue notado por Hurtado, quien tuvo su acercamiento con el club trabajando para una empresa dedicada a la gestión de residuos.
Dicha compañía apoyaba fuertemente al equipo, especialmente en la formación de sus categorías inferiores. Desde la empresa comenzó a crecer la inversión y en un par de reuniones acordaron que ahora estarían implicados en la toma de decisiones directivas. Antonio fue uno de los nombres que comenzó a plantear la estrategia de resurgimiento, misma que comenzaba con evitar que “los de pantalón largo” tuvieran injerencia en las decisiones meramente deportivas.
Hablamos con muchas empresas que hasta ese momento apoyaban al equipo y les dijimos: “Les presentamos esta estrategia y pueden ver si merecemos confianza y están dispuestos a apoyar al equipo en segunda. Hablamos con representantes políticos de la ciudad de Berlin, y a partir de ese momento empezó a ganar y a obtener el club esa confianza que había perdido en años anteriores”.
Mencionó sobre el inicio de su gestión.
Los resultados se fueron dando y ahora el Unión Berlín pelea por los primeros puestos en la Bundesliga. Hurtado, modesto y sin alardear por su enorme trabajo, asegura que él no sacó al equipo de la crisis, que fueron todos los involucrados: equipo, afición, dirigentes y más. Habla de una ventaja al ser equipo de la capital alemana, una ‘popularidad’ que han sabido aprovechar, entre otras cosas. Es un club que no se caracteriza por grandes inversiones pero no por eso menos inteligentes. Una fuerte base que combina experiencia con ambición de los jóvenes los ha llevado a la máxima competencia de clubes en el mundo: la Champions League.
El sueño que se cumplió en la historia de éxito del Unión Berlín
Cuando Hurtado tomó el puesto de representante del consejo de supervisión del equipo, fue cuestionado no por sus objetivos, sino por sus sueños. El economista es abiertamente madridista por lo que no titubeó en su respuesta.
¿Mi sueño? Jugar un partido oficial contra el Real Madrid.
Aseguró Antonio Hurtado con mucha ilusión.
La historia no olvida y, en una historia que parece digna de una película, el caprichoso sorteo de la Champions lo puso sobre la mesa. El equipo que estuvo cerca de desaparecer hace dos décadas se enfrenta al máximo ganador de la Orejona. No sólo será uno, sino dos juegos contra los merengues, uno en el mítico Santiago Bernabéu y otro en el modesto (pero pasional) An der Alten Försterei, que tiene capacidad para 22 mil personas.
Ahora Hurtado incluso aseguró que tendrá una reunión con Florentino Pérez y no duda que el club alemán vaya por más. “Sólo pido que haya un tercer partido entre los dos equipos esta temporada”, sentenció de manera ambiciosa.