WTA y ATP, los circuitos que rodean al mejor tenis profesional en este mundo decidieron regresar a desarrollar torneos en la República Popular China, pero, ¿el apoyo hacia la tenista Shuai Peng donde quedó? A veces, el dinero lo es todo…
Solo hace dos años que el caso de la jugadora profesional china sigue sin descubrirse y en estado de espera para la información en el mundo del periodismo deportivo y en general. Solo hace dos años desde que estalló el caso Shuai Peng y parece que ya todo se ha olvidado. Ella, desde que su imagen desapareció en el ambiente del deporte, aún no declaró ni apareció en público.
En febrero de 2014, la WTA la clasificó como la jugadora de dobles número 1 del mundo, convirtiéndose en la primera tenista de la nación oriental en alcanzar el podio, ya sea en individuales o en dobles. En el ranking individual, Peng se colocó en el puesto 14 como su lugar más alto, fue precisamente en el mes de agosto del año 2011, cuando ella estaba en su mejor momento profesional.
Pero no solo sus hitos fueron una clasificación buena, sino que ha ganado dos títulos de individuales y 22 de dobles en torneos internacionales. Claro está que el dos vs. dos era su fuerte. Fue campeona en Wimbledon y Roland Garros, metió semifinales en un US Open y varios torneos de menor puntuación.
Asimismo, si pensamos en títulos, se consagró ganadora de la medalla de oro de los Juegos Olímpicos Asiáticos del 2010. Tenía un juego veloz y, en su mayoría, golpeando plano. Su particularidad era jugar con las dos manos en ambos lados y generar el mismo peligro al rival.
Pero su carrera se “manchó” por la fuerte publicación de la jugadora el día 2 de noviembre de 2021. Realmente, ¿qué es lo que sucedió? Peng acusó a Zhang Gaoli, ministro chino retirado, de forzarla tres años antes y haberla violado. El hombre pertenecía al Partido Comunista y tenía un cargo alto, lo que conllevaba al poder.
Peng y Zhang supuestamente habían estado involucrados en una relación extramatrimonial tanto antes como después del incidente, y su relación terminó poco antes de su publicación. Esto fue lo que había expresado la extenista y lo que salió a la luz para la comunidad del tenis.
La información sobre su historia fue censurada por el gobierno chino, quien quería tapar lo que la deportista había dicho para sacarse de encima un problema. Después, todos los actos fueron oscuros: Peng desapareció de la vista del público en lo que se sospechaba que era una desaparición a manos de gente relacionada al gobierno. Pero ella apareció en los medios estatales dos semanas después para desmentir esto.
En un correo electrónico y un video de una entrevista de diciembre del periódico asiático Lianhe Zaobao, negó haber acusado a alguien de agredirla sexualmente. Estos actos de la nacida en Hunan habían sido extraños porque desmentía sus propios dichos, lo que hizo pensar a la comunidad que su seguridad no estaba a salvo.
Durante los Juegos Olímpicos del año pasado, con 36 años, expresó en una conferencia de prensa que se retiraría del circuito profesional, que lo sucedido debía olvidarse y que ella nunca dijo que había sido agredida sexualmente. Una verdadera oleada de reacciones tuiteras espectadoras del deporte mundial se manifestaron con el hashtag #WhereIsPengShuai.
La WTA canceló todos los torneos chinos hasta que se esclareciera el asunto. Renunciaron a mucho dinero. Como todo lo que llega desde Asia es dinero, los grandes torneos de las mejores competencias de tenis también lo son.
La presión parece haber acabado en este 2023 porque en este mes de septiembre, China volverá a ser anfitrión. El circuito vuelve al país con más de 1400 millones de dólares de por medio y el presidente de la WTA comentó: “Nos han asegurado que ella está bien. Sabemos dónde está”, sin dar más explicaciones.
¿Para qué explicaciones? Solo parece que con saber que Peng esté bien alcanza y el dinero ofrecido tapa las fuertes declaraciones de hace 2 años atrás. La tenista sigue sin declarar en medios digitales, sin manifestarse en sus redes sociales y “encerrada” en su país. Don Dinero siempre es el que manda. China aporta económicamente y la WTA mira para otro lado.