Deportivo Riestra logró conseguir el ascenso a Primera División del Fútbol Argentino por primera vez en su historia tras vencer a Deportivo Maipú, el gran equipo mendocino que copó durante todo el largo torneo de la B Nacional las canchas, por 1 a 0 con gol de Gustavo Fernández. Bajo Flores no solo tendrá a San Lorenzo de Almagro como el equipo que representa al barrio, sino que ahora serán dos.
El recorrido en la segunda categoría del fútbol doméstico no es para nada sencillo, y más cuando se disputan 38 fechas, todos contra todos, y luego se desarrolla un reducido en el que compiten desde el segundo hasta el noveno. El primero de toda la tabla general consigue el ascenso directo, pero los demás deben pelear por el segundo cupo. En la Zona B, Independiente Rivadavia de Mendoza fue el ganador con 68 puntos, y terminó siendo el campeón del primer lugar en la categoría más prestigiosa de Argentina. Justamente Riestra terminó entrando como el séptimo clasificado, lo que lo marginó a tener que disputar varios encuentros más.
En la Zona A, Almirante Brown fue el ganador, pero el domingo 29 de octubre, La Lepra le sacó la ilusión tras vencerlo 2 a 0 con dos goles en los últimos 5 minutos del suplementario. Esto dejaba al conjunto de amarillo y negro en cuartos de final, es decir, con otra vida. Pero se chocó con el dueño del segundo cupo.
El equipo que está comandado económicamente por Víctor Stinfale, CEO de la marca de la bebida energizante Speed, fue protagonista desde abajo: Luchó por estar en la cima y llegó sin que nadie ponga las manos en el fuego por el plantel. En Octavos eliminó a San Martín de Tucumán, en la tierra del santo y con ventaja deportiva en su contra, por 1 a 0 con gol del mediocampista Lázaro Romero. En cuartos, Quilmes fue el rival a dejar en el camino tras un empate 1 a 1 pero esta vez, la ventaja estaba a favor del blanquinegro.
Semifinales fue distinto: comenzaba la serie de ida y vuelta, en la que se enfrentaban al poderoso conjunto de La Matanza. La Fragata definía de local porque era el mejor clasificado, pero Riestra pegó primero y ganó 2 a 0 la ida con goles de Tovo y Fernández. La vuelta, 6 días después, precisamente el 26 de noviembre, el resultado también fue 2 a 0 a favor de los de Bajo Flores. Goitia y Dematei, el gran emblema del plantel, anotaron.
En Córdoba, Los Malevos de Pompeya se jugaron toda la historia del club que tiene 92 años de vida: el ansiado ascenso a la Primera División. Maipú quizás era el favorito de la gente por todas las polémicas en las que el conjunto dirigido tácticamente por Matías Módolo estuvo relacionado. La acusación apuntaba a la ayuda arbitral para que el equipo termine consiguiendo su primer año en lo más alto. Por ejemplo, esto sucedió ante Chacarita:
Milton Céliz, capitán del equipo, se manifestó muy enojado con aquellos que dijeron que “estaba todo arreglado” y apuntó: “Todo el año nos cayeron, todo el año nos golpearon. Les ganamos a todos, le duela a quien le duela. Hoy estaban todos contra nosotros. Nos menospreciaron. Tenemos unos huevos tremendos. Se lo quiero dedicar a todos esos boludos. Vamos a jugar en Primera, que la cuenten como quieran”.
Durante los primeros 30 minutos, Riestra fue más. Llegó con muchas jugadas de balón aéreo, pero no pudo concretar. Luego, el partido terminó siendo chato en la primera parte. El gol fue en la segunda parte: centro de Acuña tras la ejecución de un tiro libre al segundo palo que encontró al delantero surgido en River Plate, Gustavo Fernández, solo para meter el cabezazo letal al palo libre por el arquero y celebrar lo que podía ser el último tanto en la B de este año. El Botellero buscó la igualdad pero no lo logró, tras seis minutos de agregado por árbitro Darío Herrera.
El increíble camino del Deportivo Riestra y su histórico ascenso
Año 2012, cuando el equipo era desconocido, llega Stinfale, businness man y con mucho capital a un club de categoría D con pocas aspiraciones. Pero la inversión monetaria fue importante. Fue el año donde todo quedó en mano de la gestión de Víctor, que hoy, es un ídolo de la institución.
Año 2014, el equipo asciende a la Primera C y comienza a pensar en una posible final para jugar en la B Metro. Y la primera temporada allí logró ser totalmente fructífera, ya que logró el objetivo.
Año 2017, soñando con la Primera B Nacional, donde podía enfrentar a grandes instituciones históricas del país, y también lo logra.
Año 2023, cuando parecía imposible en un campeonato interminable de más de 40 partidos, se mete en la primera categoría del fútbol doméstico.
Un precario estadio
El estadio Guillermo Laza, ubicado en Villa Soldati, tiene una capacidad para sólo 3000 personas. Se encuentra en Bajo Flores y se convirtió, históricamente, en la cancha con menos capacidad de todo el fútbol argentino en la primera categoría. Superó al de Barracas, ya que este tiene 4400, es decir, 1400 personas más para albergar.
La particularidad que también tiene es que se encuentra a 348 metros del Pedro Bidegain, estadio de San Lorenzo. El famoso Nuevo Gasómetro y este pequeño estadio son separados por el estacionamiento que existe para todo el público azulgrana; la avenida Varela, donde hay una gran cantidad de tráfico durante hora pico y una cancha auxiliar de entrenamiento. Incluso, ni siquiera el de Racing e Independiente están tan cerca como estos.
Desde el estadio de Deportivo Riestra se podrá ver muy a simple vista el de CASLA, ya que la falta de una tribuna lo permite. Aún no mencionaron la posibilidad de sumar más lugares para los hinchas. Pero se estima que será difícil comenzar obras y lograr culminarlas antes del arranque de una nueva temporada.
Si la Liga Profesional, dirigida por Claudio Tapia, no llega a un acuerdo con el club recién ascendido, existe la posibilidad de que haga de local en el Bidegain por estar “pegados” prácticamente. La dirigencia de San Lorenzo deberá decidir por sí o por no en ese caso, pero alquilar la cancha podría ser una buena entrada económica y colaboraría con el crítico momento monetario de la institución.
¿En México podría suceder algo así?
La Liga MX está en contante desarrollo y uno de sus grandes proyectos es que las infraestructuras de todos los clubes que participan en la categoría más alta del país tenga gran capacidad, o por lo menos, algo “aceptable”.
El Estadio Olímpico Benito Juárez de la ciudad Juárez en Chihuahua tiene un lugar determinado para 23300 aficionados. El Estadio Victoria de Necaxa, en Aguascalientes, tiene un poco más, pero es el segundo de menor cantidad. Si lo comparamos con Riestra del Fútbol Argentino son casi 8 veces más grandes.
La certificación que exigen los altos mandos del fútbol mexicano para tener una mejor primera división ha sido un polémico tema desde hace tiempo. Los románticos señalan que se debe respetar lo que se gana en la cancha, como la posibilidad de ascender. Desafortunadamente la realidad es que hay muchos antecedentes en los que los clubes quedan en situaciones insostenibles por no tener la infraestructura necesaria. ¿De qué lado estás?