En una NBA que le exige a todos los jugadores ser polivalentes y rendir en todos las tareas en cancha, una de las sorpresas de la última camada del Draft se está destacando por hacer lo contrario, o sea, lo que antiguamente hacían los de su posición. Reboteador, taponador y maestro de los ángulos para los pìcks, Dereck Lively está haciéndose un lugar en la liga con algo que no se ve en la actualidad: ser un pívot a la vieja usanza.
Dereck Jerome Lively II nació en Philadelphia el 12 de febrero de 2004. Su infancia se vio marcada cuando su padre, Dereck Lively I, falleció cuando él tenía solo 7 años. Vivió con su madre, Kathy Drysdale, a la que hace 9 años le diagnosticaron cáncer causado por el linfoma de Hodgkin. De una infancia que podría haber llevado al chico a la mala vida, no solo que no la transitó sino que se convirtió en una de las sensaciones jovenes de la NBA actual. Probó muchos deportes en su niñez, pero terminó especializandose en el deporte que tanto su abuelo como su madre se habían especializado.
Lively asistió a la Westtown School en West Chester, Pennsylvania, y fue considerado uno de los mejores jugadores de su camada. Llegó a encabezar los rankings de los prospectos más valiosos de secundaria en 2021 y, entre muchas ofertas para cuando terminara ese nivel, terminó decidiendo seguir su carrera en Duke, donde solo pasaría un año, hasta que el momento de volverse profesional había llegado.
Oklahoma City decidió seleccionarlo con el puesto número 12 del pasado Draft de la NBA, pero inmediatamente su ficha cayó en poder de los Dallas Mavericks, que tenían el número 10 y se lo cambiaron al conjunto del Trueno. A falta de un pivote dominante, los 2,16 metros y el ímpetu con el que Lively había logrado sus 5.4 puntos, 5 rebotes y 2.3 bloqueos de promedio, el equipo del que Mark Cuban había adquirido a su tercer asistente a Duke esa temporada, ya que en ese mercado también traspasó por Kyrie Irving y Seth Curry.
El número 2 de los Mavericks es un jugador difícil de encontrar en la homogeneidad multifacética de los hombres grandes de la NBA. Donde cualquier coach vería limitaciones, Jason Kidd vio a un chico alto y atlético que tiene una virtud vital para el sistema del equipo: ser el grande del pick and roll. Rolar, buscar espacios, liberar al tirador y crear el tiempo para que el base decida es algo que el joven de 19 años tiene entrenado, y es, quizás, el que mejor ha acompañado a la superestrella del equipo, Luka Doncic, en este aspecto: según datos del canal del Youtube de Alex Hoops, hasta el 7 de noviembre, los Mavericks registraban un rating ofensivo de 120 puntos cuando el binomio del esloveno con el rookie estaban dentro del parquet, convirtiendo 30 y 12 unidades con 71.2 y 60% respectivamente.
¿Para ti, qué le deparará la NBA al joven prospecto Dereck Lively?