“Es triste. Creo que los dioses del baloncesto realmente aprecian la manera en la que Chris (Paul) y yo jugamos. El base tiene que ser la extensión del entrenador dentro de la cancha. Pero, como se dice, la liga potencia a los anotadores”. Estas fueron las palabras de Rajon Rondo, base veterano de la NBA, hace solo unas semanas en el podcast de Matt Barnes y Stephen Jackson. Base repartidor y general de cancha por donde se lo mire, el armador alumno de la Universidad de Kentucky le dijo adiós a las canchas y, con él, se fue la idea del base puro como se conocía anteriormente. El básquetbol es conocido por su constante cambio de tendencias, pero esto no es un cambio, sino un deceso: la muerte del base asistidor.

El hecho que Rajon Pierre Rondo deje el baloncesto en su etapa como jugador no es un suceso que debe tomarse a la ligera. Así fue como las redes se inundaron de sus mejores jugadas estos pasados días. Nacido en Louisville hace más de 38 años, el histórico número 9 es el único jugador en toda la historia en llevarse un anillo con las dos franquicias más ganadoras de la NBA, los Boston Celtics y Los Ángeles Lakers. Siendo parte vital de la última conquista de los de verde siendo un joven armador y convirtiéndose en una pieza fundamental en la burbuja de 2020 para los angelinos, Rondo siempre marcó la diferencia a su manera y con una característica esencial: alimentar a sus compañeros.

Al día en que anunció que colgaba las botas, el perimetral que supo ser líder en equipos como Chicago Bulls, New Orleans Pelicans o Sacramento Kings quedó en el puesto 15 de máximos asistidores en la liga y sexto con más pases gol en la historia de los PlayOffs, a los que llegó en la mayoría de sus 16 temporadas en la NBA. Fue cuatro veces elegido para el All Star Game, un número que quizás es corto para un jugador tan importante como él, pero su juego nunca lució de mates espectaculares o de partidos con 50 puntos, sino que su gracia estaba en el manejo de las acciones, el conocimiento de sus acciones y el estudio de las rivales, con recursos varios y vistosos para que el juego fluyera.

El aumento de bases anotadores se vio con un hecho histórico concreto: el debut de Stephen Curry. El impacto que el número 30 de los Warriors ha cambiado varios aspectos del juego como la cantidad de triples pero también ha marcado la importancia de tener a los perimetrales con poder de anotación, dejando de lado los puntos en la pintura con los hombres grandes, una constante no solo en la NBA sino en el báquet desde su concepción.

Así como Stockton, Strickland o Rondo, hubo varios bases pasadores que intentaron marcar su estilo en la liga y no pudieron hacerlo, como el serbio Milos Teodosic, el griego Vassilis Spanoulis y el argentino Facundo Campazzo. Entre los tres, siendo leyendas en Europa, no pasaron más de cuatro años dentro del sistema estadounidense, en el que no pudieron mostrar su potencial. Con roles menores a los que están acostumbrados, no tuvieron más remedio que volver al viejo continente.