Es increíble que el Fútbol Club Barcelona parezca no tener futuro futbolístico. Las malas gestiones de Joan Laporta hicieron que un club históricamente grande en la actualidad no pueda salir adelante. No han tenido victorias importantes y sobre todo, títulos, a pesar de que los números económicos del 2024 son positivos.
El conjunto blaugrana está pasando por un muy mal momento a nivel juego. Esto se debe a varios factores que están afectando el legado de la institución:
-Hoy por hoy, La Masía no está sacando esos diamantes en bruto que sí aparecían años atrás y el potencial joven que acostumbraban a tener, es nulo. La gran figura de Lionel Messi potenció el trabajo de las juveniles culés pero el tiempo terminó desmejorando esta “ventaja”, con respecto a otros clubes españoles.
-El Camp Nou, ahora renombrado como Spotify Camp Nou por un acuerdo comercial, se encuentra en ruinas. Para salir adelante el club buscaba un nuevo patrocinador de su indumentaria para reemplazar a Nike. Desaforunadamente las opciones fueron pocas y hasta analiza la posibilidad de crear una marca propia.
-El propio presidente presentó a Xavi Hernández como sucesor de Johan Cruyff y el entrenador protagoniza quejas. Las conferencias de prensa del exvolante son un espacio para que pueda expresar su descontento. Arbitraje, la cancha, la mala organización por parte de LaLiga y varias excusas más que evidencian su falta de autocrítica.
-Las eliminaciones, y en algunos casos humillaciones, en las cuatro competencias y las tres derrotas en los clásicos ante el Madrid hicieron que exista malestar y discusiones entre los jugadores. De un lado el alemán Ilkay Gündogan, que dio a entender que el equipo estaba jugando muy mal y que cometen muchos errores ellos mismos, y del otro lado el uruguayo Ronald Araújo, quien manifestó que nunca culparía a un colega y que existen “códigos” de vestuario.
-Los supuestos grandes fichajes como lo eran los portugueses João Félix y João Cancelo han sido fracasos absolutos.
Los ingresos agregados de 47 millones de euros que ofreció la Champions League fueron una gran opción económica para el conjunto blaugrana, pero en cuartos de final el París Saint-Germain le cortó la posibilidad de incrementarlo.
La salvación podría estar en el regreso a su campo de juego. El estadio olímpico Lluís Companys le permite un promedio de 40 mil personas, la mitad que el Camp Nou. Asimismo, la diferencia de capital está ligado a las comodidades que brindaría el club como anfitrión. 115 palcos VIP, 20 serán Very Vip Suites y el resto Boxs; 62 de estos estarán destinados a empresas de renombre y los otros 53 serán empleados para compromisos puntuales, básicamente, espacios exclusivos con capacidad para un máximo de 12 personas.
¿Cómo es posible que lograda la estabilidad económica, ahora el principal dolor de cabeza sea lo futbolístico? ¿El problema está dentro del vestuario y no en la oficina del Presidente? ¿No será Xavi el problema?