El fútbol es un tablero en el que cada futbolista ocupa sus fichas en tal posición para que el resultado final sea positivo. El italiano Riccardo Calafiori es defensor central pero tiene todas las virtudes de un volante creador de juego arrancando desde más atrás. 

Es toda una rareza que sea el último jugador antes del arquero quien termine brindando asistencias de gol en el ataque, del otro lado de la cancha. Bueno, eso suele ocurrir con el joven Riccardo. Tiene 22 años y un futuro enorme. Es una joya en bruto que el Bologna tiene que explotar antes que un gigante se lo lleve por menos dinero.

Hace seis años en una lesión en la Youth League con la Roma su pierna quedó destrozada con solo 16 años. Parecía que no iba a volver a jugar al fútbol. Esta temporada fue “un Kaiser” boloñés y en la Euro, más todavía. Calafiori ocupa el espacio de un zaguero pero, con pelota dominada, acostumbra a trasladarla hasta el área rival. Tiene virtudes destacables como la velocidad, el uso de los dos perfiles y una amplia visión de juego.

“La constante que tengo en el campo es la serenidad y la tranquilidad con la pelota. Todo se resume en que no importa quién sea el jugador que ocupe la posición: lo importante es ocuparla”, expresó el joven nacido en Roma el 19 de mayo de 2002.

El rol de volante en situaciones particulares lo pudo exprimir el ítalobrasileño Thiago Motta. Puede comenzar desde la izquierda o cerrarse y arrancar la jugada desde el centro. El valor que se representa en el estilo de juego del club era la salida con posesión desde el fondo.

Motta, quien ahora es entrenador de la Juventus, forjó el carácter del plantel durante un largo tiempo. El proyecto terminó dando frutos muy buenos. Para ejemplo, la gran jugada que elaboró Calafiori para asistir a Zaccagni y eliminar a Croacia de la Eurocopa:

Es clave observar los movimientos de Riccardo. A puro corazón y sentimiento, habiéndose jugado 97 minutos, “empuñó la lanza” y atravesó la cancha rumbo al arco rival. 

Arsenal se ha puesto en contacto con el Bologna en los últimos días para conseguir la firma de Riccardo Calafiori. Anteriormente tenía un acuerdo con la Juventus pero en la institución no están dispuestos a alcanzar el precio solicitado. 50 millones de euros es el precio base del central

Calafiori tiene madera para ser un central italiano para el recuerdo, luce la mejor estampa, es un adelantado. Sigue los pasos de Paolo Maldini, Alessandro Nesta y Fabio Cannavaro: parece destinado a seguir esa huella de grandeza.