Rafael Nadal construyó, a lo largo del tiempo, una gran carrera como tenista profesional, en la que supo demostrar que podía ganarle a cualquiera que tuviera enfrente. Está considerado como el mejor tenista de la historia en pistas de tierra batida y uno de los mejores de todos los tiempos. Pero Dustin Brown fue el único que pudo hacerle sentir miedo a La Fiera en una cancha. El jamaiquino, este año, dirá adiós al tenis profesional.
Nadie puede dudar de Nadal, los números lo defienden: Hasta la fecha, es el segundo tenista masculino con mayor número de títulos de Grand Slam en individuales, con 22, sólo superado por el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer. Consiguió el Abierto de Australia en dos ocasiones, el Torneo de Roland Garros en catorce ediciones (siendo el mas ganador en toda la historia del torneo), el Campeonato de Wimbledon en dos ocasiones y el Abierto de Estados Unidos en cuatro ocasiones. Aunque Londres nunca le cayó del todo bien.
El torneo más antiguo de los cuatro Grands Slam fue una prueba importante para Dustin Brown, quien lo superó ampliamente al español en dos ocasiones. El tiempo pasa para todos y el nacido en la ciudad de Celle, Alemania, decidió ponerle fin a su trayectoria con 39 años y dejó en el recuerdo de muchos su gran hazaña durante el 2015.
Nacido en ciudad germana pero sus raíces lo llevaron a Jamaica. Quizás hubiese sido más fácil desde el viejo continente forjar una carrera llena de éxitos, pero los valores inculcados de su familia fueron más fuertes. En su adolescencia en Jamaica, Dustin Brown tuvo problemas de adaptación ya que allí era considerado “el alemán”, mientras que venía de Alemania, donde era “el jamaiquino”. Jugó por Jamaica hasta 2010, cuando eligió jugar para Alemania debido a diferencias con su federación.
En su mejor momento, el tenis pasaba por una situación de muchísimo auge y sobre todo, gran participación de jugadores. Hombre de trenzas, gorros de lana, remeras sin mangas y hasta pantalones largos para jugar.
Destacó por su velocidad y su fuerza para, en solo dos golpes, ya ganar la red y definir. Esta técnica fue la que destruyó a Nadal, por ejemplo…
EL PRIMER CHOQUE CON NADAL
Año 2014 y un Nadal en uno de sus mejores momentos. Dustin Brown enfrentó en la primera fase de torneo al poderoso español y supo encontrarle las carencias. Saques potentes, anticipos de pelota y bloqueos constantes. Cuando el mallorquín tenía la red, globo y volver a empezar. Un juego un tanto anormal para lo que el público se acostumbra a ver, pero el de Jamaica se quedó con la victoria.
Puede que haya sido una sorpresa para Rafael, que llegaba de coronarse como campeón del Roland Garros, pero en Wimbledon no existe la tierra batida y la velocidad es otra. ¿El resultado? En 59 minutos de juego, 6-4 6-1 para Brown. Paliza.
SEGUNDA SORPRESA
Para Nadal, Wimbledon de 2015 era una revancha. Sabía que Brown era un velocista pero confiaba en sus grandisimas virtudes. Para Dustin, esta era la oportunidad de demostrar que el año pasado no había sido suerte. 7-5, 3-6, 6-4 y 6-4 en dos horas y 34 minutos para el no favorito.
El golpe fue demasiado duro: El español era 10° del mundo había sido eliminado de Wimbledon en segunda ronda a manos de Dustin Brown. Fue a la conferencia de prensa y despachó que “si sigo así durante dos años más veremos qué pasa”. Una locura llegar a pensar en el retiro, pero las palabras salieron de su boca.
Dustin Brown: El hombre que se animó a jugarle de igual a igual a Don Rafael Nadal; el hombre que ni siquiera estando dentro del top 100 pudo hacer historia dos veces en dos años; el hombre que quedó en la memoria de todos por su look excéntrico y su estilo de juego poco ortodoxo.