Desde la temporada 2018/19 el FC Barcelona no ganaba sus primeros tres partidos. ¿Hansi Flick comienza a ilusionar al barcelonismo? Sin experiencia previa, su proyecto tiene futuro.
Vallecas le sentó bien al equipo dirigido por el alemán y demostró que su plantel está en proceso de construcción para cosas grandes. El Barça volvió a ser temido en La Liga española después del gran inicio de la temporada 2024/25.
De la mano de Dani Olmo, como una de las estrellas de sus jugadores, Flick pudo hacer valer a los suyos y con un esquema 4-2-3-1 se llevó los 3 puntos tan importantes ante Rayo Vallecano. Y sí, mención para el refuerzo que proviene desde el Leipzig, ya que jugó una gran Eurocopa donde pudo levantar el título y esta vez, le tocó anotar.
A los 82 minutos, Olmo pudo festejar con el club que no vestía su camiseta hacía más de 10 años. La llegada de centrocampista ofensivo fue de mucha relevancia para todo el público culé ya que se sabía que el futbolista tenia un cariño especial hacia el club y que estaba dispuesto a dejar de lado una cierta cantidad de dinero para jugar en el Barça. Goleador de la Euro, polifuncional y con personalidad.
Pero el trabajo de Hansi es muy relevante: sacó de un pozo a una institución que se encontraba en la oscuridad; sigue con vida en los despachos con acciones legales y discutibles; planifica títulos grandes con el club; confía en la juventud sus chicos con poca experiencia; y se hace total responsable cuando tiene que serlo.
Con la prensa española, a pesar de ser cuestionadas y señaladas como una de las más “complicadas”, el de 59 años se lleva muy bien. Para la comunicación necesita de su traductor ya que es de los que piensan que las ideas deben quedar claras para todos, no solo para los que entienden de fútbol.
Ni Luis Enrique, ni Koeman, ni Xavi, Flick es la cara que el club blaugrana necesitaba: ese hombre con espalda que se aleje de las excusas y que mire hacia adentro cuando las cosas no salgan. Por ahora, Barcelona lidera LaLiga y crea mucha expectativa a los fanáticos barcelonistas.