El Premier Pádel vive un momento de incertidumbre entre tanto alboroto por quejas de los propios jugadores pero poco se habló del nivel superlativo que demostró Agustín Tapia en la única presentación en lo que va del año en Riyadh. Es muy destacable que el jugador argentino más talentoso que se vio después de Fernando Belasteguín remarque su nivel siendo el número 1 del mundo y haciendo estragos en la pista.
El Mozart de Catamarca transita un presente magnifico: Un solo torneo le bastó para explicarle al mundo entero por qué es el mejor del ránking y dejar boquiabiertos a cercanos y ajenos. El jugador de revés se hace cada vez más ancho dentro de la pista y es capaz de tapar las espectaculares actuaciones de Arturo Coello, su compañero de pareja. Es una realidad que muchas veces destacan la labor del español por su juego agresivo poco convencional, pero Tapia no se queda atrás. Es injusto que no se mencione el nivel del joven y merece más exposición.
A veces no sólo se necesita de una buena cabeza y muñeca para planificar y llevar a cabo el juego, sino que también se requiere de hambre, trabajo, sacrificio y muchísimas ganas de ganar. ¡Ganas de ganar, fundamental! Quizás el profesional frío piensa tanto que termina ejecutando mejor que el pasional, pero no siempre sirve, la sangre caliente en momentos claves puede ser un toque especial para llevarte una victoria y Agustín, con una pierna al 70%, lo demostró en la primera fecha del circuito Premier Pádel, realizado en Medio Oriente.
Hace rato que El Mozart viene destacando con sus obras de arte, pero también habla de su entrega constante por querer triunfar. El corazón late fuerte y Tapia lo escucha. Nunca lo vimos dar una por perdido y parece que eso es algo imposible, es un jugador de concentración y que se amolda a las circunstancias del propio juego.
El nacido en Catamarca, Argentina, sigue con ese gen competitivo que lo hizo el mejor de la historia del pádel a Fernando Belasteguín. ¿Es una locura compararlos? ¿Podrá superar los hitos de la leyenda de Pehuajó? Nivel le sobra y hambre de gloria también. Para el Boss, Agustín es un espectacular chico que tiene mucho para aprender con un potencial enorme. El camino es largo, pero se vienen cosas grandes para Tapia.
