El equipo de Marcelo Gallardo igualó 2-2 ante Independiente del Valle luego de un flojísimo primer tiempo y dejó una penosa imagen del primer tiempo que pudo ser revertida con los cambios de Nacho Fernández y Giuliano Galoppo, claves en la noche ecuatoriana. Ahora se viene el Superclásico ante Boca Juniors, puntero del torneo argentino, con mucho para perder.
River Plate se llevó un punto de Ecuador que, por cómo comenzó el partido, puede considerarse más que valioso. Sin embargo, el rendimiento colectivo dejó más interrogantes que certezas: El equipo del Muñeco Gallardo, con mayoría de titulares, ofreció un primer tiempo muy por debajo de su nivel y solo reaccionó tras varios cambios en la segunda mitad, logrando poner en igualdad el marcador. El Grupo B de la Copa Libertadores es realmente muy parejo y la victoria de Universitario ante Barcelona de Guayaquil lo ayudó para quedar líder de la zona.
Desde el arranque, River propuso un esquema de bajo desgaste físico, con un 4-3-3 estático que no ofrecía presión ni sorpresa. Parecía un equipo desconocido. Cuando no tenía la pelota, el equipo se replegaba en mitad de cancha sin intensidad; Con el balón, la falta de movilidad en los volantes y la escasa participación de los laterales convirtieron la posesión en un trámite inofensivo. El primer tiempo terminó siendo muy olvidable y con el marcador en contra. Caras largas y con los flashes todos puestos en la gran figura del DT argentino.
En el complemento, Gallardo movió el banco y fueron cartas acertadas: Manuel Lanzini pasó a jugar como extremo izquierdo, mientras que Simón fue reemplazado. Los ingresos de Nacho Fernández y Giuliano Galoppo, junto al propio Lanzini, fueron claves para darle orden, circulación e ideas a un equipo que hasta ese momento navegaba en la confusión.
La reacción tras dos cachetazos fue buena: El Millonario logró igualar el marcador 2-2, un resultado que le permite mantenerse como líder de su grupo en la Libertadores. Pero el nivel general vuelve a encender alarmas de cara a lo que viene.
Y lo que viene no es menor: Ante su clásico rival, los dirigidos por Fernando Gago. Este domingo, River será local ante Boca en el Estadio Monumental por la fecha 15 de la fase de grupos de la Copa de la Liga. El Xeneize, ya clasificado y puntero de la Zona A, llega con la tranquilidad de no jugar Copa Libertadores después de un fracaso absoluto ante Alianza Lima y sin la presencia de Edinson Cavani, baja confirmada por lesión. La Banda marcha cuarto en la Zona B y aún no tiene asegurado su pase a cuartos de final.
El Superclásico definirá mucho más que el honor: Para River, puede ser la llave a la clasificación o el inicio de una semana tensa y oscura. Con lo mostrado en Ecuador, el margen de error se achica y el Monumental exigirá respuestas.
