Tras el confinamiento por la pandemia, se multiplicaron los episodios donde fanáticos profieren insultos contra jugadores de NBA y viceversa

En el deporte mexicano hay una gran preocupación por revertir el ambiente de violencia y los insultos racistas que hay en las tribunas de los estadios de futbol. Se trata de un problema difícil de erradicar, pues culturalmente mucha gente piensa que, por comprar un boleto, adquiere el derecho de decir o hacer lo que se le antoje en una tribuna.

Más aun cuando está arropado por una turba, que permite la impunidad. Sin embargo, el futbol no es el único deporte donde esto ocurre, ni Latinoamérica es la región más violenta para subir a una tribuna de un evento deportivo.

En la NBA, hay un creciente número de altercados entre jugadores y aficionados. Se trata de una escalada que además de bochornosa es preocupante, pues en algunos de los eventos más recientes ha habido agresiones e insultos racistas.

Sin embargo, los jugadores no son los únicos responsables de este problema. D hecho, la cercanía del público con la duela y el camino a los vestidores, ha dado pie a que agresores anónimos profieran insultos desproporcionados en los que, si un jugador responde, podría enfrentar demandas millonarias, así como ser multado o expulsado por la Liga.

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El caso más reciente ocurrió el 20 de marzo en el Bankers Life Fieldhouse, casa de los Pacers de Indiana: el pívot bosnio de los Blazers de Portland, Jusuf Nurkic, recibió una multa de 40 mil dólares, luego que arrebató el celular de un aficionado que lo insultaba y lo arrojó contra la tribuna.

El jugador viajó a acompañar a sus compañeros, pues estaba lesionado. En un video compartido en redes sociales se aprecia vestido de civil hablando con un aficionado, quien presuntamente le dijo que “su madre era ‘basura’ y su abuela recién fallecida de Covid-19, era una ‘puta’, aseguró Chris Haynes, de Yahoo Sport.

La conducta retadora de Kevin Durant

El 18 de marzo, Kevin Durant fue multado por la Liga con 25 mil dólares por gritarle a un aficionado de los Nets de Brooklyn, en su propia arena, que se “callara y se sentara”, luego que el aficionado le pidió que se encargara del partido.

En diciembre de 2021, Durant tuvo un altercado con un aficionado de los Hawks de Atlanta y también fue multado con 25 mil dólares por usar lenguaje obsceno. El aficionado le gritó a Durant “Deja de llorar” y, entre otras cosas, KD le respondió: “Hijo de puta”.

Un mes antes, a fines de octubre de 2021, recibió otra multa por la misma cantidad, luego de aventar un balón contra la tribuna, también en el Barclays Center. KD se molestó por una marcación en el tercer cuarto del partido ante los Pacers y, en vez de entregar el balón a los árbitros, lo lanzó contra sus propios aficionados.

En marzo del año anterior, el actor Michael Rapaport acusó a Durant de insultos homofóbicos en su contra. Como prueba, compartió una serie de mensajes donde el jugador de los Nets lo llama “traga semen”, “come penes” y “perra pálida” y dijo que llamó “puta” a su esposa. Durant dijo que era la forma en la que ambos se trataban, pero el actor negó esta afirmación.

Russell Westbrook y el acoso en Los Angeles

Con los Lakers, la afición está muy molesta con Russel Westbrook, quien llegó al equipo como superestrella para acompañar a LeBron James y Anthony Davis, pero no ha llenado el ojo de la afición, aun cuando su desempeño no ha sido del todo malo. El problema es que la afición espera que juegue como el Jugador Más Valioso de la Liga que fue alguna vez.

El 19 de marzo Westbrook fue acosado durante todo el partido por un aficionado de la

Scotiabank Arena, donde el equipo angelino enfrentó a los Raptors de Toronto. El aficionado ironizó con mensajes sarcásticos de apoyo como: “Eres bueno, Russell, eres bueno”.

El jugador le advirtió que no se metieran con él: “No juegues conmigo, no soy un niño pequeño”.

Entonces el aficionado continuó la ironía: “Russell, eres bueno, eres buena gente. Ya sé que no eres un niño pequeño. Eres increíble, sólo estaba jodiendo contigo. Sólo quiero que juegues mejor. Apuesto por ti cada noche. Apuesto por ti, eres bueno”.

Un acompañante del aficionado lo grabó cada que se metía con el jugador. Entonces, volvió a la carga: “Hey, Russell, eres un payaso. Eres un payaso. Un payaso”.

Una semana antes, Nina, esposa de Russell escribió en sus redes sociales que estaba cansada de los insultos: “Estoy harta de los imbéciles cobardes que, desde el anonimato, creen que pueden decir lo que quieran, que están en su derecho de hacerlo y que sus palabras no tienen consecuencias”.

Además, señaló que la familia se siente vulnerada en su honor y exigieron un alto por respeto a sus hijos.

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“Lo dejé pasar porque realmente nunca me molestó. Pero esto me golpeó el otro día. Mi esposa y yo estábamos en una reunión de padres y maestros para mi hijo. Y el maestro me dijo: ‘Noah, está tan orgulloso de su apellido. Lo escribe en todas partes. Se lo dice a todo el mundo y me senté en estado de shock: Maldición. Ya no puedo permitir que la gente ensucie mi nombre'”.

Mientras tanto Westbrook señala que en las duelas lo llaman: “Westbrick” (‘brick’ por ladrillo) y asegura que se siente avergonzado por el legado para sus hijos.

También el público sabe que este tema es sensible para el jugador. En mayo de 2021 tuvo un incidente donde perdió el control y casi golpea a un aficionado, quien le arrojó palomitas en la espalda después de un partido. El base tuvo que ser detenido por el personal de seguridad del Wells Fargo Center, de Philadelphia pues estuvo a punto de subir a golpear a su agresor.

Westbrook, en ese tiempo de los Wizards de Washington, salía cojeando visiblemente por una torcedura de tobillo y olvidó el dolor para intentar golpearlo. El aficionado fue retirado del campo.

Trae Young vs el Madison Square Garden

En los playoffs del año pasado, el armador de los Hawks, Trae Young tuvo un partidazo en el Madison Square Garden en el Juego 2 de la primera ronda ante los Knicks. Su exhibición fue tan buena que un aficionado neoyorquino lo escupió antes de un saque desde la lateral.

La directiva de los Knicks expulsó al aficionado de por vida del Garden, pero Young se motivó para jugar aún mejor y cuando podía, se burlaba de la afición rival.

En esa misma ronda, Ja Morant, base estelar de los Grizzlies de Memphis, recibió insultos racistas en el segundo juego de su serie ante el Jazz de Utah. En la EnergySolutions Arena, dos seguidores del Jazz le gritaron desde las gradas: “Te tiraré cinco centavos por la espalda para verte bailar”. Mientras que un tercer fanático también insultó a los padres de Morant, presentes en la tribuna.

Tras el incidente, la oficina del Jazz también expulsó de por vida a los agresores.

En Boston, un aficionado lanzó una botella a Kyrie Irving en junio, como respuesta a que éste pisoteó el logo de los Celtic, equipo al que Irving juró defender y solo permaneció unos meses. Antes de que la eliminatoria entre Nets y Celtics viajara a Boston, Irving pidió a los aficionados que la rivalidad no fuera más allá de la duela, pero su gesto encendió los ánimos.

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Insultos a Russell Westbrook

Mientras que el evento más grave fue el 10 de marzo del año pasado, por Meyers Leonard, quien durante un “streaming” donde jugaba Call of Duty provocó que su equipo, el Miami Heat lo enviara al Thunder de Oklahoma City y este equipo finalmente lo cortara.

Durante la transmisión el pívot gritó: “¡Putos cobardes! No me dispares, jodido ‘kike’ (insulto extremadamente despectivo para referirse a los judíos)”. El comentario apareció en una transmisión en vivo en la red Twitch, visto por unas 50 mil personas y luego se viralizó.

La red social dio de baja su cuenta por incumplir las políticas de respeto y la NBA le impuso una multa de 50 mil dólares. Leonard se disculpó públicamente y se registró a un programa de diversidad cultural para entender la gravedad de su insulto, pero fue demasiado tarde, ya tenía un antecedente cuando se negó a arrodillarse con sus compañeros como parte de la protesta antisemita, Black Lives Matter, en 2020.

Una advertencia a tiempo

Algunos expertos señalaron que la agresividad de los aficionados se debió al confinamiento por la pandemia, por lo que al volver a un evento público sus pasiones se exacerbaron.

Sin embargo, por las experiencias de violencia y racismo en otros eventos deportivos, es posible inferir que este tipo de altercados van escalando en intensidad, si no se detienen a tiempo. Muchas veces lo que pasa en la duela o el campo, puede exacerbar a las tribunas, lo cual es todavía más peligroso en lugares donde el público está tan cerca de los jugadores. Ojalá que la NBA intervenga de manera enérgica para detener esta situación antes que ocurra una tragedia.