Ashleigh Barty fue desde el 2019 la número uno del mundo pero nunca alcanzó ni los niveles mediáticos, ni de impacto comercial o dominio en el juego como alguna vez lo tuvo Serena Williams o María Sharapova, por poner solo algunos ejemplos. Y hace unas semanas anunció su retiro. Dejó sin ‘cabeza’ al ranking de la WTA y quizás solo los seguidores del tenis femenil la conocieron. Desafortunadamente no fue una embajadora como sí lo fueron otras estrellas en las pasadas generaciones.

Por ejemplo, hace 10 años Serena Williams era la máxima representante del tenis en la categoría femenil. La deportista estadounidense se mantuvo entre el Top 3 del Ranking WTA durante varios años y no solo eso, se consolidó como una de las atletas más mediáticas y con marcas comerciales detrás. Incluso su fortuna la llegó a invertir para crear Serena Ventures, un fondo de inversión para nuevos negocios para mujeres.

La pequeña de las hermanas Williams revolucionó la industria del tenis femenil. Ha ganado 23 Grand Slam individual y 14 en la modalidad doble, cuatro oros olímpicos y un sinfín de récords. Pero la deportista no solo ha realizado grandes cosas en la cancha, sino que fuera de ella, ha logrado mucho más.  Serena Williams ha sido una constante activista que defiende la igualdad de género.

Naomi Osaka es otro caso relevante y con una historia complicada. La tenista japonesa en 2019 y 2020 ocupaba el lugar número tres del ranking, ahora se encuentra en el puesto 78.  Ha sido una de las atletas con más renombre en los últimos años, esto gracias a sus logros: cuatro campeonatos de Grand Slam; incluso fue designada por Sportmedia como la atleta más ‘marketeable’ del mundo el año pasado.

En 2020 Naomi fue nombrada como la atleta femenina con los mejores ingresos (37.4 MDD). Esto se debe a su desempeño en el tenis y a su influencia mundial. Naomi es defensora de la igualdad y de la salud mental de los deportistas.  

Pero ese meteórico ascenso se vio afectado por sus problemas de estrés, ansiedad y depresión. Incluso la orillaron a abandonar torneos como Roland Garros (en 2021) o de plano no dar un rendimiento deportivo que la impulse a los primeros lugares.

Barty, un liderazgo ¿de poco alcance?

Ashleigh Barty, tenista australiana de 25 años, estuvo en la posición uno del Ranking WTA desde el 2019, y tras una década de juego el pasado 22 de marzo anunció su retiro de las canchas. Ganó el Roland Garros 2019, Wimbledon 2021 y el Abierto de Australia 2022.

Barty junto a Aryna Sabalenka han sido dos de las mejores de su generación, que no quepa duda. La atleta de Bielorrusia actualmente se encuentra en el Top 3 del Ranking y en los últimos tres años se ha mantenido dentro del Top 10.

Sabalenka de tan solo 23 años, lleva desde el 2015 jugando de manera profesional y hasta la fecha ha ganado 10 títulos individuales y 6 dobles.

Tenis femenil sin presencia en los medios

Ambas tenistas han mostrado su calidad jugando al tenis. Los logros, premios y trofeos son prueba de ello, pero en el mundo de los medios no se han hecho presentes.

Un ejemplo de esto, lo podríamos ver en algo que es de uso mundial, las redes sociales. Ashleigh Barty tiene 522 mil followers en Instagram, una de las plataformas con gran cantidad de usuarios activos, Aryna tiene 323 mil seguidores. Por su parte, la tenista Naomi Osaka 2.8 millones de seguidores y Serena Williams 14.5 millones.

Guillermo Ortiz, periodista de Yahoo Sports, define el momento actual del tenis femenil de la siguiente manera:

“Esta igualdad absoluta tiene su punto bueno -cada torneo es una incógnita- y su punto malo -da la sensación de que no hay verdaderas estrellas que impongan su ley, que cualquier tenista del montón se puede coronar campeona de un grande-, pero además parece estar influyendo en el estado mental de las competidoras, a las que cada vez se las ve más ansiosas, más afectadas, con más problemas para gestionar la presión que supone mantenerse en una élite tan voluble y de la que todas se sienten parte”.

Es impensable comparar a Barty y Sabalenka con Serena Williams o Naomi Osaka, el tiempo que llevan jugando, lo que han hecho y el renombre en la industria tenística ha sido corto y poco.

Sin duda el tenis cuenta con jugadoras con talento y calidad pero la falta de experiencia y un balance entre lo deportivo y lo mediático es lo que se necesita en la actualidad para que jugadoras se vuelvan figuras relevantes del tenis.

Instagram: @ashbarty