La Lucha Libre mexicana es, sin dudas, una de las mejores del mundo. La pasión y la dedicación de los luchadores, la cantidad y espectacularidad de sus escenarios y la gran masividad que ha alcanzado lo hacen uno de los deportes-espectáculo más atractivos de toda América Latina. Luchadores de varias latitudes a lo largo del mundo intentaron asentarse como profesionales allí, pero unos pocos logran realmente mantenerse activos. Mosca, luchador originario de Rosario, Argentina, es uno de ellos.
Parte de una dinastía de luchadores argentinos, Mosca nació el 6 de febrero de 1988. Hijo de Demetrio el Gladiador y hermano de Hip Hop Man, empezó a luchar en su adolescencia. En sus primeros acercamientos a un ring, recordó cómo acompañaba a su familia en las caravanas de entrada a los eventos en los que participaban: “Mi padre tenía un personaje de guerrillero y recuerdo que yo salía ahí como la mascota. Me vestían como él y hacía unas piruetas para el público”
A eso de los 14 años, el pancracio dejó de llamar la atención del jóven Mosca, pero el tener la lucha tan presente en el seno familiar lo hizo volver a enamorarse del deporte tres años después. Luego de tomar la decisión de avocarse completamente a la lucha y de unos años ejerciendo la profesión rodeado de los suyos, le llegó por medio de su hermano la oportunidad de sumarse al recordado programa de TV de 100% Lucha, el último programa reconocido de la disciplina en Argentina.
“Entré al casting para ser Mosca porque el que había quedado no luchaba en cámara de la misma forma que entrenaba, entonces los reclutadores llamaron a mi hermano preguntando por mi. Cuando llegué ya sabían que mi forma de luchar era buena, me probaron y me dieron el personaje. Realmente el concepto del personaje me parecía malo, pero en dos semanas ya estaba debutando en el programa”.
En el año 2016, una pérdida significativa en la vida del luchador y una propuesta de su hermano, que ya residía en tierras mexicanas, lo terminaron llevando a tomar la decisión de volar y probar suerte como independiente: “Nos fuimos 15 días, los que me habían dado de vacaciones en mi trabajo, a visitar a Dani y luchamos en grandes arenas en México, era un sueño para mí. Además me consagré campeón, cosa que no es para todos, y decidí que quería estar aquí. En ese momento nos contactó Tinieblas Jr. para que vayamos a trabajar con él, así que vendí mi auto y alquilé mi casa en Argentina. Con ese dinero vinimos para acá.”
Nuevo país, nuevo estilo de lucha, nuevas costumbres para el enmascarado y el personaje. Todo eso significaba para Mosca empezar a luchar en México. Uno de los tantos hábitos que tuvo que tomar a la hora de encarar su carrera en el extranjero fue darle el valor a la incógnita y a su máscara: “Varios compañeros y leyendas de la lucha me aconsejaron entrar y salir de la arena enmascarado, hasta caminar a la arena con la máscara puesta
. Un día el señor Blue Demon Jr me aconsejó eso y, más allá de que a veces tenga calor o sea incómodo, es algo que respeto mucho, cosa que en Argentina no se estilaba”. De niño creció viendo VHS del CMLL y AAA en Argentina, pero llegó a la tierra de esos que admiraba para poder competir de igual a igual con ellos. Mosca siempre se dirige a las leyendas de la lucha con respeto, pero a veces no puede esconder su pasado de fanático: “Acá no es común que de luchador a luchador se digan ese tipo de cosas, pero cuando compartí ring con Fuerza Guerrera, Atlantis o el Pirata Morgan fueron momentos increíbles; Cada vez que veo al Místico le pido una foto distinta.”
En cuanto a peleas importantes se refiere, la lucha de máscaras es la más especial entre encapuchados. Mosca, sin miedo y confiado por su duro entrenamiento, dice que si en algún momento llega a surgir una lucha así, estaría dispuesto a jugarse el todo por el todo: “Ya son años entrenando aquí con los mejores, hasta sería fácil ir a Argentina y jugarme la tapa contra alguno de allí. Hay muchas diferencias. En México es necesario ser un atleta, cosa que en Argentina no. Además el estilo del llaveo y contrallaveo y la forma en que se entrenan allá no las hace nadie, salís con una velocidad tremenda.
El eterno debate: ¿Es la lucha libre real o no? ¿Hay distinciones entre empresas a la hora de pegarse? Mosca alega que en la lucha independiente, absolutamente todo vale: “Hay algunos luchadores que desaprovechan su oportunidad en grandes empresas luchando sin tocarse, pero aquí en el circuito independiente hay muchos raquetazos, peleas con sillas y mesas en las que realmente te arrancan la cabeza. La gente que sabe de lucha viene a mirarnos a nosotros y deja lo comercial para los turistas”.
Insistir, prosperar y buscar una mejor situación dentro del ambiente de la lucha libre en México. Eso buscan todos los luchadores, incluido Mosca, que su objetivo es conseguir un contrato con una de las empresas de lucha libre importantes como el CMLL o la AAA: “A lo que apuntamos es a crecer y poder luchar en alguna de la grandes empresas, pero es bastante complicado porque al ser extranjero no tienes contactos dentro. Mi hermano ya tuvo algunos contactos y eventos con AAA, así que la ilusión es que también lo vean a uno”.