En una semana comenzará el último Grand Slam de la temporada: el US Open. Con un 2023 en el que Novak Djokovic, Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev han comandado el circuito, el torneo que se desarrolla en Flushing Meadows está para cualquiera. Es muy difícil predecir quién puede ser el campeón.
Desde hace un tiempo a esta parte, el US Open ha sido el Grand Slam que más lugar le da a las sorpresas y que más abierto es, teniendo en cuenta las hegemonías de Djokovic y Nadal en Australian Open y Roland Garros, respectivamente, y la dificultad de gran parte de los tenistas para jugar en césped.
Juan Martín del Potro, en 2009, obtuvo su único major en Nueva York, al igual que Marin Cilic en 2014. Desde 2020 hasta la fecha, hubo una serie de campeones primerizos: Dominic Thiem, Daniil Medvedev y Carlos Alcaraz. Ahora, no sería descabellado que esa lista pase de tres a cuatro y que haya un nuevo campeón de Grand Slam.
Por nombre, el máximo candidato siempre es Novak Djokovic. El serbio, campeón del torneo estadounidense en tres oportunidades, volverá a disputar el certamen después de que no haya sido habilitado en 2022 por la decisión de no vacunarse. Aunque su último partido en el Arthur Ashe fue una derrota categórica frente a Medvedev, con una crisis personal dentro del court, es el jugador con más efectividad en la superficie en la que se juega el torneo. Con este marco, el serbio es uno de los favoritos, pero está lejos de ser el único.
Carlos Alcaraz, campeón defensor, sorprendió coronándose en Wimbledon frente a Nole en una superficie en la que no se hacía fuerte. Al llegar como un jugador completo de tres superficies, también se anota en la lista. Sin embargo, sus últimas semanas, en la previa del torneo más importante que resta en 2023, no han sido buenas: en la Copa Hopman, ganó dos partidos pero con dudas. En Toronto, pasó con dudas ante Hubert Hurkacz y se quedó fuera ante Tommy Paul. En Cincinatti, debutó con triunfo ante Jordan Thompson, pero con muchos errores.
Otros de los tenistas que ya sabe lo que es ser campeón en Nueva York es Daniil Medvedev. El ruso ha sido el mejor jugador del año si se exceptúan los Grand Slam y sabe que es su última chance para cerrar un año de ensueño. En Flushing Meadows, ha demostrado ser un jugador a temer: además de ser campeón en 2021, casi le arrebata el título a Nadal en 2019 tras ir dos sets abajo y en 2020 fue semifinalista. Jamás se lo puede dar por muerto, pese a que ha flaqueado en los majors de esta temporada.
El cuarto en discordia es Jannik Sinner. El italiano, más maduro y con menos lesiones, ha sido el campeón del Másters de Canadá y ha roto la barrera de su primer Másters 1000. Ahora, quiere romper la del primer major y hasta el momento, en el que más ha arrimado la ficha fue en el último US Open, en el que se le escapó un partido increíble contra Alcaraz con pelota de partido a favor, en una final anticipada disputada en cuartos.
Dos que podrían aspirar a la pelea son Casper Ruud y Holger Rune, pero su nivel los aleja: el último finalista, fuera del polvo de ladrillo, ha tenido un récord de 7-9 en 2023. El danés, que demuestra ser un tocado por la varita, pero muy irregular, cayó en Cincinatti rápidamente contra Mackenzie Macdonald. Por ahora, los dos están fuera de la contienda, aunque pueden destaparse. En conclusión, candidatos hay cuatro (o seis).
Más allá de sus virtudes, todos tienen sus falencias y en 2023, les han pesado en los momentos de tensión. Por eso es que, si bien hay uno o dos favoritos por sobre el resto, pinta para ser el Grand Slam más parejo del año, como ocurre casi siempre. Hoy, hablar de un único aspirante al título es equivocado. Está para cualquiera y, con lugar a las sorpresas, todo está por verse.