Donde pisaba, algo pasaba. Y así fue: Diego Armando se lanzó como DT de los Dorados de Sinaloa para hacer historia nuevamente en otro club, esta vez, en México. La segunda categoría lo esperaba y el objetivo estaba puesto en poner al Gran Pez en la Liga MX. El vínculo emocional con México quizás seguía en corazón del 10, que tuvo su mejor momento y cuando tocó el cielo con las manos allá por el año 1986 como jugador profesional. Su carrera, en dichas tierras, se había enaltecido en ese lugar y el cariño estaba a flor de piel.
“Les agradezco a la gente de Dorados por pensar en mí. Tuve un montón de traspiés en mi vida, hoy tengo 57 años y asumo esta responsabilidad como quien tiene un hijo en sus brazos”. Fue lo primero que dijo el argentino nacido el 30 de octubre de 1960.
“Yo vine a trabajar, vine a dejarles mi corazón, como lo dejé en el Al-Fujairah. No venimos de paseo, no venimos de vacaciones, venimos a trabajar, a dar una mano a los muchachos”, añadió el 10, que tendrá a su derecha a Luis Islas cOmo auxiliar, ex arquero de Argentina.
Pidió apoyo para sus muchachos. Y él, como todos lo conocíamos, no iba a dejarlos tirado por nada. Declaró al mundo que sus jugadores estarían al 110% para cada uno de los partidos, que dejarían la vida en la cancha y, con mucha ambición, expresó que iban a ser protagonistas.
“Va a ser bravo ganarnos. De verdad se los digo, no va a ser fácil. Vamos a ir a buscar cada uno de los partidos”, fue su contundente expresión para todo el público mexicano. Además, Pelusa dejó una fuerte declaración:
Lo que pasó después fue bueno. Diego, al mando del equipo, consiguió resultados más que interesantes que marcaron una estadística de 18 triunfos, 10 empates y 7 derrotas. Los ascensos siempre son difíciles, y Maradona no pudo concretar ninguna de las dos veces que se le presentó la oportunidad de hacerlo. Las finales contra San Luis, Pelusa dio un show impresionante cuando el cuerpo casi no le respondía.
Pero para el hincha argentino no importaba tanto eso, sino que el máximo ídolo del país se encuentre de buena manera, trabajando y que él mismo diga que “se siente en su mejor momento”.
Culiacán, un lugar acostumbrado a festejar los hits y las carreras de los Tomateros, se convirtió abruptamente en el hogar de los Dorados. Fue el 8 de agosto de 2003 cuando el fútbol de la Primera A de Mex hizo su aparición en territorio sinaloense, cuando Eustaquio de Nicolás y Valente Aguirre anunciaron la creación de la institución. Fue el 8 de agosto de 2003 el día que se fundó Dorados y el 10 de septiembre de 2018 cuando se conoció en el mundo. Maradona generaba reconocimiento internacional. En realidad, mucho más que eso…