David Nalbandian tuvo una carrera realmente espectacular y muchas veces fue opacado por distintas lesiones, pero en el año 2007, precisamente en el mes de octubre, el tenista cordobés consiguió ganar el Master Series de Madrid eliminando a Rafael Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer. Proeza absoluta para el Rey argentino, que demostró por qué merecía la corona.
A los 12 años, David Nalbandian ya era una gran promesa y encabezaba el ranking argentino en su categoría. En su carrera en el circuito de niños, David tuvo destacadas actuaciones y se posicionó como una de las promesas del tenis mundial. Fue campeón mundial en Japón a los 14 años y ganó el US Open en 1998, tras derrotar a Roger Federer en la final. En ese momento, su nombre aparecía por todos lados ya que el futuro del deporte, que en ese momento era el suizo.
En 1999 llegó a la semifinal de Roland Garros, la cual perdió ante su compatriota Guillermo Coria. Todos estos logros no hubieran sido posibles sin el apoyo incondicional de su familia, ya que tanto sus padres, hermanos y hasta amigos trabajaron demasiado, según sus declaraciones, para poder afrontar económicamente los gastos de participar en estos torneos.
Pero llegar a competir en el máximo nivel no fue fácil. El trabajo duro fue diario, poco a poco, hasta llegar a su prime. Hablar de Nalbandian es decir que el deporte de la fluorescente fue un poco injusto con su magia. En el 2002, perdió la final ante Lleyton Hewitt en Wimbledon, torneo que, por el nivel que había demostrado antes, merecía.
Pero llegó el Masters 1000 de Madrid y Nalbandian tenía el objetivo de eliminar a todos para quedarse con un título que le hacía esquivo. Pista rápida y bajo techo en el Madrid Arena, ese fue el escenario. Las órdenes las dio el Rey: Primero eliminó a Arnaud Clement, en ese momento top 10 del ranking y David, en el puesto 25. Aquella noche, el encuentro fue complicado: el primer set fue derrota 7 a 5, pero la remontada de 6-2 y 6-4 le dio la victoria. Tomas Berdych fue el próximo rival a vencer, que fue en un duro partido, también a 3 sets. Levantó set y doble break con nervios de acero.
La tercera ronda fue ante su compatriota Juan Martín del Potro, un joven tandilense que se caracterizaba por su potente saque y buen golpe paralelo. Aquel partido, comparado con los otros dos, fue mucho más sencillo: 6-2, 6-4.
Cuartos de final fue la “primera final”: Rafael Nadal, español y con su gente a favor, en una pista que le calzaba bien. Ante un tenis de elegancia, velocidad y sobre todo golpe potente con la zurda, el nacido en Unquillo ganó 6-1, 6-2 en 1 hora y 11 minutos de juego.
Nada fácil parecía el cuadro, porque la “segunda final” era ante un tal Novak Djokovic, un joven serbio que no había triunfado en ningún gran torneo pero que apuntaba a tener un nivel muy constante en los mejores 5 del ranking por su gran físico y juego prolijo. 6-4, 7-6 (4) a favor del argentino, que luego, nunca más pudo derrotarlo a lo largo de su carrera.
La verdadera final, que era su tercer gran partido, disputado una noche del 21 de octubre, al Rey le tocaba “dejar la vida” ante el mejor de todos: Roger Federer. Diversas veces se enfrentaron, y el Nalbandian había expresado que podía ganarle ya que en su juventud ya lo había hecho. Llegó a la final con un solo objetivo: ganar como sea. ¿Cómo fue el resultado? 1-6, 6-3 y 6-3 en casi dos horas de juego ante el hombre que hacía 3 años era el mejor del ranking y tenía 45 títulos, entre ellos, 12 Grand Slam.
“David es uno de los jugadores más inteligentes que he visto. Su IQ es muy alto. Me alegró ver que un serbio como Kecmanovic tenía un acuerdo con él. David me llamó y me preguntó sobre él porque no lo conocía mucho. Entiende el tenis mejor que la gran mayoría”, comentó Novak, en el año 2021 cuando David era el director técnico de Miomir Kecmanović, su compatriota.
“Perdió muchos partidos que debería haber ganado. Quizás desperdició un poco sus chances, y que después fue hacia abajo. Fue un súper jugador, uno de los que mejor le pegan a la pelota en todo el circuito. Jugaba sencillamente muy lindo”, expresó Roger.
Rafael Nadal también habló del juego del argentino, allá por el año 2012, al que llamó “muy duro de ganar” y agregó: “Es el tipo de jugadores que cuando juega bien es de lo mejor del mundo”.
Exquisito jugador que, en pistas indoors andaba muy bien porque la temperatura media, cercana a los 20 grados, sumado al juego rápido y cortos que no generaba tanto desgaste, terminaron convirtiéndolo en uno de los mejores jugadores en estas pistas. Durante el mes de octubre de 2007 demostró que podía estar a nivel de cualquiera, que en las difíciles no se achicaba y que tenía más talento del que marcaron sus vitrinas a lo largo de su carrera.
Fue el cuadro más difícil para un tenista de élite de cualquier Masters 1000 que se haya jugado en todas las épocas, por eso es que David Nalbandian, con uno de los mejores reveses a dos manos, pudo hacer historia. Larga vida al Rey…