La temporada de polvo de ladrillo comenzó con sorpresas en Sudamérica. Luciano Darderi triunfó en el Córdoba Open y deslumbró a todo el público, pero lo que nadie esperaba es que Carlos Alcaraz no llegara a la final del IEB+ Argentina Open. Para asombro de propios y extraños, Facundo Díaz Acosta se coronó campeón del abierto porteño venciendo al chileno Nicolás Jarry por 6-2 y 6-4.
Un domingo que parecía nublado y lluvioso se convirtió en un día soleado para la final del abierto porteño qué lejos estuvo de ser un Un domingo que parecía nublado y lluvioso se convirtió en un día soleado para la final del abierto en Buenos Aires qué lejos estuvo de ser un certamen “de paso” para el ATP 500 de Río de Janeiro, la competencia más importante de la gira de polvo de ladrillo sudamericana. Si se analiza el póster comercial del evento, todos los tenistas que aparecen en primera plana fueron eliminados y no llegaron a disputar el partido del domingo, que fue protagonizado por dos reales underdogs que, por distintas circunstancias, tenían bien merecido el trofeo con el mate como corona
Nicolás Jarry se presentó como el más experimentado y, según el termómetro del público, como el villano perfecto. Con un desempeño alucinante a lo largo del torneo, el chileno se cargó a los favoritos y, a base de un saque poderoso y una derecha que cae con la potencia de un martillo, forjó su camino a la final. Con el triunfo ante el español Carlos Alcaraz en semifinales logró alcanzar el decimonoveno lugar en el ranking de la ATP. El suizo Stanislas Wawrinka en octavos de final, el argentino Tomás Etcheverry en cuartos y el mencionado número 2 del mundo fueron los rivales que el nacido en Santiago de Chile venció y, para colmo, nunca fue el preferido del público porteño, generándose batallas de aliento entre locales y los coterráneos de Jarry que viajaron a presenciar el torneo.
“Cuando jugaba en inferiores nunca me tocó jugar en el Vilas. Siempre me mandaban a las canchas del fondo y además perdía rápido. La primera vez que pisé ese estadio se me puso la piel de gallina”, relató Facundo Díaz Acosta cuando derrotó al serbio Dusan Lajovic en cuartos de final del IEB+ Argentina Open. Lo cierto es que el joven de 23 años ya había triunfado para ese entonces ante Francisco Cerúndolo, uno de los locales a vencer en el certamen.
Zurdo, con un saque poderoso y un gran criterio para mover la bola de lado a lado, el nacido en La Lucila (suburbio norte de la ciudad de Buenos Aires) había logrado disputar sus primeros cuartos de final en el ATP de Córdoba la semana pasada y con una victoria contundente ayer ante Federico Coria alcanzó la primera final de su carrera profesional. Cabe recordar que si bien es el primer partido decisivo que protagonizó en el circuito, el joven es triple medallista dorado representando a la Argentina en los Juegos Olímpicos de la Juventud, Suramericanos y Panamericanos respectivamente.
El encuentro comenzó con un quiebre rápido para el argentino, que mantuvo la ventaja y hasta quebró una vez más moviendo de lado a lado al gigante chileno que no pudo encontrar sus golpes de la misma manera que lo había hecho durante toda la semana ante los grandes favoritos. Saques poderosos, golpes pegados a la línea y drops ejecutados con gran sensibilidad salieron de la raqueta de Díaz Acosta y lo encaminaron a ganar el primer set por 6-2.
El segundo set siguió con la misma dinámica. Un quiebre en el primer juego de saque de Jarry lo fue condicionando a lo largo del parcial y, más allá de mostrar signos de recuperación, la rapidez y la calidad de los golpes de Díaz Acosta lo llevaron a sacar con un 5-4 para partido. Lejos de ser un punto fácil, tuvo 5 oportunidades fallidas de cerrar la victoria. Finalmente, en el sexto match point se quedó con el primer título ATP de su carrera.