Los errores de Gallardo le costaron muy caro a River Plate en Belo Horizonte. Fue un equipo desencontrado y sin las características propias que demostró a lo largo de estos últimos años, principalmente con Marcelo Gallardo a la cabeza. El entrenador eligió la línea de cinco defensores y no encontró la función que esperaba para detener a Atlético Mineiro en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores.
El Millonario sufrió en Brasil. Su visita al Galo fue una noche oscura que determina muchos aspectos malos del equipo dirigido por Napoleón. El DT argentino optó por un esquema defensivo para retener los ataques del conjunto local pero no salió bien ya que Mineiro aprovechó los espacios, desde afuera hacia adentro, para poner un pie en la final de la Libertadores 2024.
No apareció el buen papel que suelen cumplir los mediocampistas de River Plate. Fueron superados ampliamente ya que, en superioridad, perdían. Nacho Fernández, quien a priori era el encargado de crear juego, no pudo agarrar la pelota e hilvanar jugadas ofensivas peligrosas; Santiago Simón estuvo desaparecido en el juego; Nicolás Fonseca, cuya labor era la del equilibrio central, no pudo contener los ataques de los volantes blanquinegros. Es verdad que Gabriel Milito plantó cuatro centrocampistas para los suyos y River tres, pero los argentinos nunca pudieron hacerse del balón.
Paulinho, en 10 del conjunto local, retrocedía para generar juego desde la mitad de la cancha y Hulk acompañaba a Deyverson formando un “doble 9”. Pezzela perdió prácticamente todos los duelos ante el ex delantero del Zenit y con pasado en la Selección de Brasil. Incluso en el primer gol, el de 38 años “pasó por arriba” al Campeón del Mundo en Qatar 2022. Y se lo menciona a Pezzela ya que es el gran defensor que tiene River en esta Copa, llegó para darle orden y solidez y ayer falló.
Pírez y Paulo Díaz no lo ayudaron y nunca intentaron crear una jugada desde el fondo, como los caracteriza. El chileno, sorprendentemente, jugó muy mal. ¿Los laterales? Flojos: Fabricio Bustos, siempre con proyección en el andarivel derecho, fue bloqueado por Guilherme Arana. En la izquierda Enzo Díaz la tenía más fácil para atacar pero más complicada para defender, ya que en frente siempre se encontraba con Gustavo Scarpa, uno de los mejores futbolistas del fútbol brasileño por su grandísima pegada e inteligencia. Su lucha debió haber sido por velocidad, ya que el 6 de Atlético perdería siempre ante el argentino, pero el ex hombre de Talleres nunca se proyectó.
La línea de cinco defensores funciona siempre y cuando los tres centrales estén firmes, los carrileros pasen y los volantes se hagan de la pelota. Nada de esto ocurrió. Que un equipo de Marcelo Gallardo juegue así, preocupa. Se ganó el respeto del fútbol sudamericano y sabe que debe cambiar de página. La imagen de este duro 3-0 no lo representa. Es más, sorprende.
El Muñeco sabe que tiene chances de dar vuelta la serie. El público riverplatense lo apoya por su primera gran etapa al frente de uno de los clubes más grandes de América, pero de esta manera volverá a sufrir. Es casi imposible que vuelva a planear este esquema, seguramente se agregue alguien en el centro del campo y Borja con Colidio tengan la responsabilidad de que la pelota bese la red. ¿Los fanáticos del Millonario todavía creen?