El mundo del Pádel crece cada vez más, a pasos agigantados, y nos demuestra este deporte que todo puede ocurrir. En este caso, el fin de semana en Asunción con el torneo P2 de Premier Pádel dejaron sensaciones encontradas en los fanáticos de las nuevas generaciones y el estilo moderno de pegada extrema: El zurdo Pablo Cardona junto a Leandro Augsburguer dejaron en claro que con explosiones por doquier pueden hacerle fuerza a quienes se le crucen por delante.
Ruido. Pegar y pegar, parece que no quieren nada más. Juego para veloces, donde la pelota viaja demasiado rápido. Saque, volea de transición y en dos bolas están listos para hacerla volar por los aires a la fluorescente. Ese es el estilo de juego que tienen estos dos jóvenes que vienen revolucionando el Pádel desde hace tiempo y cada día se rebelan más ante los mejores.
Jugaron semifinales ante Juanlu Esbrí y Javi Diestro, los ganadores del duelo de cuartos de final ante la mejor pareja del circuito, Arturo Coello y Agustín Tapia. El duelo, a priori, parecía tener todo a favor de “Carbuguer” pero se terminó definiendo por detalles. Una final ante Alejandro Galán y Federico Chingotto les dejaría sensaciones importantes, de saber si están listos para luchar por grandes títulos o no. Mostraron la cara oscura de la moneda, comenzar muy fuertes y bajar la intensidad de a poco. Lógicamente jugar a un nivel tan alto es difícil de mantener, pero con 20 años vienen realizando un trabajo formidable.
Tienen todo para triunfar. No deben temerle a nadie, porque sus características de juego los hace poner contra las cuerdas a quien tengan en frente, pero deben lograr conseguir estabilidad. La regularidad es algo que se encuentra con el paso del tiempo en una pareja, y es lo que van a ir adquiriendo de a poco.
En apenas seis torneos ya han vencido a Coello-Tapia, Stupa-Lebrón y Chingotto-Galán. Aún fuera del Top 8, se han convertido en una auténtica pesadilla para los cabezas de serie.
El misionero Augsburguer tiene la virtud de “explotarla” constantemente. Es increíble que nunca se quede corto en el smash y que, tras el disparo, gane el punto. Cardona aún debe mejorar en la pegada, pero de por sí ya lo hace más que bien. Entre zurdo y derecho se entienden y lograron componer una pareja de maravillas. Son el sinónimo del Pádel moderno. El futuro llegó hace rato.
