¿Tú con qué Maradona te quedas? ¿Con el que dejó a medio equipo inglés sembrado en el pasto del estadio Azteca en México ’86 o el que fue suspendido en pleno Mundial de EEUU’94?
Fue un 10 de noviembre del 2001 cuando Diego Armando Maradona se despidió de La Bombonera, a cuatro años de su último partido como profesional. Fue un día de fiesta, un partido de homenaje a uno de los mejores futbolistas de la historia.
Afortunadamente para el júbilo de la afición, el partido estuvo plagado de estrellas, ¿recuerdas o has oído de las alineaciones?
En el equipo argentino iniciaron el Mono Burgos en el arco; Roberto Ayala, Mauricio Pochettino y Walter Samuel como defensores; Matías Almeyda, Javier Zanetti, Juan Pablo Sorín y la Brujita Verón como mediocampistas; Maradona como ‘10’ y en la delantera estaban Claudio Piojo López y Cristian González, todos comandados por Marcelo Bielsa.
Por su parte, la escuadra de las estrellas fue dirigida por Alfio Coco Basile, Óscar Córdoba estuvo bajo los tres postes; Ciro Ferrara, Jorge Bermúdez, Carlos Gamarra e Iván Córdoba en la última línea; Nolberto Solano, Román Riquelme, Carlos Valderrama y Enzo Francescoli en la franja media; como delanteros se posicionaron Hristo Stoichkov y Davor Suker.
Lee también: Los excesos de Maradona
No solo los titulares fueron los destacados, entre el banquillo e invitados de lujo, disfrutamos de la presencia de Eric Cantona, René Higuita, Careca y O’ Rey Pelé. El resultado fue lo de menos: Maradona marcó dos tantos y la victoria fue para el combinado argentino por 6-3.
La frase que quedó para la posteridad
Luego del silbatazo, Diego Armando Maradona subió a la tarima y dedicó un discurso a los más de 60 mil aficionados que llenaron la tribuna del estadio de Boca Juniors.
Las palabras fluían de la misma forma en la que el argentino regateaba con el balón pegado a sus pies y durante toda su carrera:
“No sé con qué pagarles, de verdad. Yo traté de ser feliz jugando al futbol y hacerlos felices a todos ustedes y creo que lo logré”, comentaba el ahora técnico sudamericano.
Prosiguió asegurando que semejante reconocimiento era demasiado para un jugador de futbol y que agradecía con el corazón. Las gradas de la Bombonera vibraron al unísono de los aplausos hacia el Pelusa.
Te puede interesar: Diego Maradona sería operado de emergencia por coágulo en el cerebro
“El futbol es el deporte más lindo y más sano del mundo, que de eso no le quepa duda a nadie, porque se equivoque uno, no tiene que pagar el futbol. Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”, concluyó Diego Maradona con un gesto nostálgico y cruzado de brazos, como consolándose a sí mismo.
¿’La pelota de Diego Maradona no se mancha’?
Dicha oración es referenciada hasta la actualidad. Frecuentemente se le utiliza, para señalar que es todo lo contrario. No obstante, poco tiene que ver con el eterno ‘10’ de Argentina, ya que se usa en cuestiones donde sí se mancha, como casos de corrupción o problemas extra cancha que terminan afectando resultados dentro de los 90 minutos.
Respecto a Maradona, jamás habrá una opinión unánime, están los que piensan en lo que ofreció dentro del rectángulo verde, de cómo hacía ver que el futbol era fácil. Por otro lado, tampoco faltan los que de inmediato alegan que no se puede idolatrar a alguien con tantos casos de indisciplina y problemas con las drogas. ¿Es justo separar al jugador de la persona? “Yo nunca quise ser un ejemplo”, llegó a mencionar Diego Armando.