El poblado Miguel Alemán cabe tres veces en el Estadio Azteca. Todos, las 30,000 personas que viven allí. Es un puntito de Sonora y en verano es ‘normal’ que las temperaturas alcancen los 40 grados y las calles son muy anchas. Poco importó para Johan Vásquez.

Tienen un pequeño estadio que se llama “Alejandro López Caballero” y cuando los jugadores corren sienten el viento seco, el polvo y es normal que terminen con la boca seca y hasta con los labios partidos. Así es el futbol por allá.

Hoy Johan Vásquez juega en estadios en los que trabajó Diego Rivera o que valen 200 mdd, pero él comenzó en aquel estadio seco y árido. Jugó algunos meses en el Poblado Miguel Alemán F.C, que entre 2012 y 2014 fue el mejor equipo de la Tercera División. Ser el mejor entre más de 200 clubes no es poca cosa. Pues allí jugó el defensa de los Pumas que ahora es uno de los pilares de la selección mexicana sub-23.

Del poblado Miguel Alemán a Pumas, pasando por una etapa que “adoro con todo mi corazón” con Cimarrones de Sonora, club al que dice que le guardará siempre mucho cariño y “lo quiero” porque es ahí donde lo formaron. Luego lo vendieron a Monterrey por 2 mdd, siendo el traspaso más alto en la historia del Ascenso a la Liga MX.

Johan dice que de lo único que se arrepiente de su carrera es haber perdido “parte de mi juventud, pero quise jugar y esos son los sacrificios”. Llegar a jugar en Primera División requiere mucho esfuerzo, dedicación y un poco de suerte, eso es verdad.

¿Qué piensas o qué pensabas cuando tenías entre 18 o 22 años? Johan Vásquez en las concentraciones, en alimentarse bien, en no tener vida social los fines de semana porque debía jugar.

Algunos lo soportan, otros se dan sus mañas y muchos no están dispuestos a vivir la ‘vida de futbolista’, aunque claro ganan muy bien.

El año de la pandemia ha sido el mejor en la carrera de Johan. Nunca antes había jugado tantos partidos de Liga MX: jugó 33 incluyendo los de Liguilla del Guardianes 2020. Monterrey solo le daba algunos minutos, pero su fichaje con Pumas le cambió la vida.

En cinco años Johan ha sido redituable en todos los sitios donde ha jugado. Siempre dejando ganancias a los clubes. Y eso en la industria no es poca cosa.

Dejó ingresos a Cimarrones, a Rayados y tiene contrato vigente hasta finales del 2021 con Pumas. Según información obtenida por VAR Deportivo, Johan -al menos hasta el Guardianes 2020- tiene un precio de venta superior a los 8-10 MDD si es que alguien desea contratar sus servicios.

En total por las dos operaciones en las que el defensa ha estado involucrado se han movido unos 6.2 MDD.

Apenas dos años después de su debut con el Poblado Miguel Alemán FC, Johan llamó la atención de los ojeadores de Rayados. “Supe que desde el 2017 se interesaron por mí”, dice. Pero no fue sino hasta un año después que Rayados pagó 2 mdd. 

Lo mismo ocurrió con el valor de su carta según documenta Transfermarkt: en febrero del 2019 no se cotizaba ni siquiera en medio millón de dólares y actualmente su valor es de 5.5 mdd.

¿Cuál es la receta para que Johan Vásquez mejore? Las personas cercanas a él dicen que uno de los puntos más importantes es que revisa los videos casi siempre antes de los partidos. Se mira, se corrige y se mentaliza sobre qué errores ha cometido para tratar de no volver a repetirlos. Mirarse y evaluarse, esa es la receta.

Johan es un defensa que aspira ser algún día “contención”. Es una de las posiciones que más le gustaría probar en la cancha. Su sacrificio, perder su vida de joven se recompensa con un salario muy por arriba del promedio de mexicanos, vivirá (si clasifica en la eliminatoria) probablemente unos Juegos Olímpicos y hasta quizás, con un poco de suerte, hasta emigrar a Europa. Unas por otras, unas por otras…

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