Hace seis años Víctor Dávila jugaba con los zapatos rotos. Tampoco es que le importara demasiado, se acostumbró. Ya era jugador del Huachipato y en algunas ocasiones las divisiones juveniles fungían como sparring de la selección de Chile en los entrenamientos.
Víctor Dávila fue parte de esos partidos y Alexis Sánchez -todo un mito en su país- miró que jugaba con zapatos muy desgastados y en algunas partes ya rotos. Al terminar el entrenamiento se acercó con él y le enseñó una caja naranja, la abrió y le ofreció unos zapatos rosados Nike.
Los aceptó pero tardó en estrenarlos, quería que fueran para una ocasión especial y estuvieron varias semanas guardados en su locker en el vestuario del Huachipato. No quería usarlos.
Seis años más tarde, ahora en el 2021, Víctor es el fichaje más caro del Guard1anes 2021. Pachuca se lo vendió a León -actual campeón- en 5.4 millones de dólares. La vida cambia pronto, a veces muy rápido.
Los cinco fichajes más altos del Guard1anes 2021
Además de ser el fichaje más caro del Guard1anes 2021, también fue el traspaso más alto de un jugador chileno en la Liga MX. Antes de llegar a León estuvo en Pachuca que pagó por 12 mdd al Necaxa, un equipo especialista en fichar a bajo costo y vender caro.
Necaxa solo dio a Huachipato los derechos de formación de Víctor porque terminaba contrato con el club. La cantidad fue de risa: 200,000 dólares. El equipo chileno cree que Dávila es un malagradecido. Así lo califica el presidente, Marcelo Pesce. Dice que además de darle oportunidad de jugar, de debutar, le pagaron un coaching mental porque el chico no andaba en buenos pasos, además de apoyarlo con sus estudios. ¿Cómo les pagó? yéndose y no renovando con ellos para dejarles caja. Están dolidos. Para algunos con razón, para otros así es el negocio del futbol.
Dentro del futbol mexicano Dávila ha movido 18.4 millones de dólares aproximadamente según cifras de BeSoccer y Soccerway. Y pensar que hace seis años todavía jugaba con zapatos rotos.
Los que le conocen dicen que desde que llegó a México cambió mucho. Ahora, el jugador que ya ha sido seleccionado nacional con Chile, se declara un hombre de fe.
¿Cuál es su principal meta? No son goles, no son títulos. Le dijo hace un par de años al diario La Tercera de su país que su objetivo era “marcar la vida de muchos jugadores con Dios”.
No es algo que haya pensado antes de llegar a México. Felipe Gallegos en Necaxa lo empezó a instruir. Ahora, todos los días Víctor estudia la Biblia, se dedica a orar y a pasar mucho tiempo con su familia, que son su prioridad.
Tiene apenas 23 años pero ha asumido una responsabilidad que en teoría le corresponde a personas mayores. “Siento la responsabilidad de dejar el mejor ejemplo posible a mis compañeros” dice. Un joven a su edad estaría pensando en otras cosas, menos en ser un ejemplo.
¿Su mantra? Mateo: 6:33. “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”.
Todos los días lee un poco, hace anotaciones y de cierta forma predica lo que ha aprendido. De aquel chico que no estaba en buenos pasos, al menos eso daba a entender el presidente dolido de Huachipato, a ser un hombre con una fe inquebrantable, que dice le ha ayudado a salir adelante como cuando se quebró el peroné con Pachuca y estuvo fuera de las canchas por varios meses.
El chaval que jugaba con los zapatos rotos hace no más de seis años, ahora, con sus salarios de Liga MX, probablemente tiene su futuro y el de sus hijos asegurados. Eso hace el futbol. Calidad, goles, un poco de suerte y aliarse con las personas adecuadas te puede ayudar a crecer.
En México se ha convertido como persona, dice que la fe es lo que lo mueve para inspirar a los demás, pero siendo sinceros a los fans los que los mueve son goles, caños, sombreritos, y también ahí, Victor tiene un gran repertorio.