Marty Schottenheimer, uno de los coaches más exitosos y respetados de la NFL murió a los 77 años, víctima de Alzheimer, con un gran legado y un eterno pendiente: llegar al Super Bowl
Este martes murió Marty Schottenheimer a los 77 años de edad, uno de los coaches más respetados de la NFL entre la década de los años 70 y la primera década del siglo XXI. Su deceso ocurrió a causa de Alzheimer que deterioró su vida desde el 2014 y le provocó un trastorno cerebral progresivo e irreversible.
Desde el 30 de enero sus familiares lo internaron en un centro de cuidados paliativos en la ciudad de Charlotte, North Carolina, donde residía tras su retiro. Le sobreviven su esposa, Pat, sus hijos, Kristin y Brian, y cuatro nietos.
Nació el 23 de septiembre de 1943 en Canonsburg, cerca de Pittsburgh, Pennsylvania, donde inició su carrera como jugador, de manera amateur.
Sus números como coach
Schottenheimer desarrolló de un estilo efectivo de juego, “Martyball”, que le dio éxito en la NFL entre 1984 y 2006 con cuatro equipos: Browns de Cleveland, Chiefs de Kansas City, Redskins de Washington y Chargers de San Diego. Llegó a playoffs en 13 ocasiones y en tres de ellas alcanzó la Final de Conferencia, que perdió invariablemente. Sin embargo, su carrera es de las más respetadas por el gremio de la NFL.
Con Cleveland, su estancia fue de 1984-1988, con record de 44-27. Con Kansas City, su marca quedó en 101-58-1 entre 1989 y 1998. Dirigió a los Reskins en 2001 con marca de 8-8 y con los Chargers tuvo una marca de 47-33 entre 2002 y 2006.
Su único título como coach vino hasta la temporada 2011, con los Destroyers de Virginia de la liga de expansión UFL, donde tuvo una marca de 4-1 y ganó el campeonato del torneo.
En 21 temporadas, su record fue de 205 victorias, 139 derrotas y un empate, pero su record en playoffs no reflejó su éxito como coach: 5-13. Por esta marca, Schottenheimer fue catalogado como incapaz de ganar en momentos importantes.
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Aun así fue exitoso y respetado por toda la liga. Su última temporada, 2006, en los Chargers terminó con un record de 14-2, como la mejor marca de la NFL. Uno de sus pupilos en esa campaña fue el corredor LaDanian Tomlinson, quien calificó a Schottenheimer como el mejor coach que tuvo durante su carrera.
“Nunca entré a un juego con Marty como entrenador sintiendo que no estaba completamente preparado para ganar. Realmente quería que entendieras cada detalle del plan de juego. Lo consideraba un verdadero hombre futbol americano. Era una gran figura paterna. Era un ser humano completo. Se preocupaba más por el hombre que por el atleta. Lo recordaré más por las lecciones de vida que me enseñó.
Martyball
Schottenheimer jugó seis temporadas como linebacker suplente de los Bills, entre 1965 y 1968, así como con los Patriots (1969 a 1970), donde finalmente se retiró. Inició su carrera en las laterales como coach de linebackers en 1974, con el Storm de Portland, de la Liga Mundial de Fútbol. Al año siguiente llegó a los Giants de Nueva York, con el mismo cargo y en 1977 fue promovido a coordinador defensivo.
Entre 1978 y 1979 se convirtió en coach de linebackers de los Lions de Detroit. En 1980 se convirtió en coordinador defensivo de los Browns, donde finalmente se convirtió en head coach en 1984 y desarrolló su “Martyball”.
Este estilo, si bien fue más conservador que innovador era sumamente efectivo, con defensas muy físicas y poderoso juego terrestre. Al ser un detallista, solía gritar a los jugadores “Una jugada a la vez”, antes de cada partido.
Con esta fórmula, sus equipos ganaron 10 o más juegos en 11 temporadas, incluido el 14-2 del 2006, su mejor record en temporada regular. De hecho, en 21 años solo tuvo una temporada perdedora (4-12) en el 2003.
La tragedia de los playoffs
Como jugador, Schottenheimer llegó al juego de Campeonato de la American Football League (AFL), con los Bills en 1966 y perdió ante los Chiefs, quienes ganaron la oportunidad de disputar el primer Super Bowl en la historia.
Los equipos de Schottenheimer siempre encontraban maneras de perder. Desde las Finales de Conferencia de los Browns en años consecutivos ante los Broncos de John Elway, con dos marchas que marcaron su carrera.
En el Juego de Campeonato de la AFC de 1986, Los Browns jugaron como locales y al final del último periodo Elway organizó una serie ofensiva que salió desde su propia yarda 2, recorrió 98 yardas en 15 jugadas para empatar el marcador, en la serie conocida como “The Drive”. En tiempo extra, los Broncos avanzaron a Super Bowl con un gol de campo de 33 yardas.
Un año después en Denver, Los Broncos vencían 38-31 con 1:12 por jugar en Denver, Earnest Byner perdió el balón en la yarda 3 de los Broncos, la serie se conoce como “The Fumble” y al final Denver volvió a ganar, ahora 38-33.
“Como head coach, llevó a la organización a cuatro apariciones en los playoffs y tres títulos divisionales, pero fue su actitud dura, dura y dura. Nunca renunció a la actitud de lucha que encarnó el equipo lo que ganó el cariño de los fanáticos de los Browns y, a menudo, lo llevó a emocionantes victorias”, publicó la organización de los Cleveland sobre la gestión de Schottenheimer.
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En 1993, los Chiefs contaban con Joe Montana, Marcus Allen y otras grandes figuras en el terreno, pero, Montana fue interceptado en el segundo cuarto y en el tercer cuarto salió del partido por una conmoción cerebral, por lo que una de las mejores generaciones de esta franquicia quedó sin oportunidad de disputar el título, en una derrota de 13-30.
“Marty siempre ocupará un lugar especial en la historia de los Chiefs, y todos los que tuvimos la suerte de llamarlo amigo lo extrañaremos profundamente”, dijo el presidente y director ejecutivo de los Chiefs, Clark Hunt
Mientras que en la Ronda Divisional del 2006, con un equipo que tenía a LaDanian Tomlinson, como Jugador Más Valioso de la Liga, el quarterback Drew Brees y el ala cerrada Antonio Gates, entre otros, el equipo fue víctima de sus múltiples errores y cayó ante los Patriots.
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San Diego ganaba 21-13 con poco más de seis minutos por jugar. Marlon McCree interceptó a Tom Brady y en lugar de tirarse, trató de correr y perdió el balón. Los Patriots se recuperaron y le dieron la vuelta al partido. Un mes después, Schottenheimer salió del equipo por su largo conflicto con el gerente general del equipo, AJ Smith, con quien no se habló durante años.
En 2002, a su llegada a los Chargers, Schottenheimer ganó el reconocimiento como Coach del Año, el día de su nombramiento, la Liga lo multó por entrar al campo para discutir con los árbitros. En ese año, el equipo quedó eliminado en la ronda divisional ante los Jets.
“No se podía trabajar más que él. No se podía preparar más que él. Y ciertamente siempre se sabía exactamente cuál era su posición con él. Estoy agradecido de que haya sido nuestro entrenador en jefe durante cinco temporadas, y soy aún más afortunado de haber podido llamarlo amigo”, dijo el dueño de los Chargers, Dean Spanos.
El legado de Marty Schottenheimer sobrevive en su hijo Brian, quien tuvo varias campañas exitosas con los Seahawks de Seattle y a partir de la siguiente temporada será coordinador ofensivo de los Jaguars de Jacksonville.