Los boxeadores mexicanos aprendieron a cuidar su dinero, en la evolución del boxeo. La carrera de Saúl “Canelo” Álvarez es la mejor muestra

Fiestas, alcohol, drogas, negocios fracasados, malas amistades… La historia del boxeo mexicano está plagada de historias trágicas, como a de los excesos del “Püas” Olivares, uno de los mejores del mundo en su tiempo y derrochó alrededor de 2 millones de dólares…

También está la adicción al alcohol y las drogas al final de la carrera de Julios César Chávez, Rodolfo Chango” Casanova, que terminó sus días en un manicomio, “Pajarito Moreno, quien dejaba propinas de 5 mil pesos y encendía cigarros con billetes de 100; Carlos Zárate, Víctor Manuel Rabanales, quien supuestamente compró una parte del Popocatépelt.

Más recientemente, Andy Ruiz, el  primer campeón mexicano en el peso completo, derrochó su bolsa como campeón y se descuidó tanto que en la revancha ante Anthony Yoshua fue apaleado.

Si bien esta tendencia persiste, desde hace varias décadas, los boxeadores mexicanos también aprendieron a cuidar su dinero y sus carreras, como parte de la evolución misma del boxeo. En la actualidad la exitosa carrera de Saúl “Canelo” Álvarez es la mejor muestra: es el mejor libra por libra del mundo, ha ganado una fortuna y luce invencible en el cuadrilátero.

Sobre el tema, VAR Deportivo conversó con Salvador Rodríguez, analista en boxeo de ESPN.

Salvador Rodríguez
Salvador Rodríguez

El caso excepcional del “Canelo” Álvarez

De acuerdo con el especialista, el papel de Saúl Álvarez es la muestra de cómo un boxeador mexicano  puede triunfar como los mejores del mundo, alejado de estas tragedias de los ídolos del pugilismo nacional.

“El ‘Canelo’ Álvarez ha trascendido el boxeo de otra forma”, refiere el entrevistado. “Es el líder de una nueva generación, que están menos cerca de la gente, que viste a la moda, tiene una imagen buena, es muy disciplinado y está alejado de la vida bohemia, como ocurría antes.

“Por esto, la gente no lo idolatra tanto como a otros y en algún momento llegó a pesarle si la gente lo quería o no. Pero al final los números hablarán de su carrera. La evaluación final va a ponerlo en el lugar que se merece.  Es un peleador joven y en los últimos años, sus detractores  se han ido convenciendo. También hay otros que aunque le gane a Superman, seguirán sin creerle”.

En cuanto a ¿por qué el “Canelo” no es un ídolo como otros peleadores?, Salvador Rodríguez considera que, aun cuando el carisma de un peleador para conectar con el público es algo con lo que se nace, también su forma de conducirse rompe con lo que la gente acostumbraba:

“Muchos boxeadores del pasado eran grandes ídolos, aun sin tantos logros deportivos. Mientras que Saúl Álvarez tiene grandes logros y la gente lo quiere ver más humano, en una situación como la del ‘Púas’ Olivares o Julio César Chávez, que pierda y se levante para ganar”.

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– “Canelo” tiene un estilo diferente al del prototipo de boxeador mexicano. ¿Esto influye en su conexión con el público?

– Siempre he tenido un problema con el estilo mexicano. Si bien destacan por su valentía, también deben tener técnica. La gente piensa que los boxeadores deben ir a la guerra, sin importar lo que les pase, que los estén vapuleando y que de repente saquen un golpe milagroso y ganen. “Canelo” está más inclinado al buen boxeo. Es un contragolpeador, un excelente boxeador.

Pelea bien contra las cuerdas como lo hacía Rubén Olivares, pero también tiene un excelente contragolpe como Juan Manuel Márquez. No es tan explosivo sobre el ring, pero es tremendo boxeador, que nunca va a pasar por esas derrotas como otros mexicanos, por lo menos por ahora no. Estará un par más de años en el máximo nivel deportivo.

Atletas que suben al ring y tienen un equipo multidisciplinario

– ¿Se terminaron los boxeadores que derrochaban su dinero?

–Hay un poco de todo. Los boxeadores de aquel tiempo eran estrellas y estaban en lo más alto del deporte: “Púas” Olivares, Carlos Zárate, Lupe Pintor. Pero en realidad sus bolsas no eran muy grandes, comparadas con las de ahora, aunque les alcanzaba para vivir bien. En la actualidad persisten los boxeadores que fueron campeones del mundo y tienen que dedicarse a otra cosa porque desafortunadamente no tienen más dinero para subsistir.

Antes había más acceso hacia el boxeador y eran figuras mucho más grandes para México. Por eso muchos querían ser amigos del campeón y aprovecharse. Eso fue básico para que muchos terminaran en malas condiciones económicas.

El gran error es que el boxeador piensa que: si pelea en enero puede ganar 100 mil dólares y se los gasta en febrero porque vuelve a pelear en marzo. Pero llega el momento en que no hay una siguiente pelea o que en vez de 100 mil la bolsa será de 50 mil. No se fijan que hay más allá después del deporte.

La historia del “Púas” es un caso muy especial, pero Víctor Rabanales, Carlos Zárate en su momento, renacieron porque se disciplinaron. Julio César Chávez, nunca, ni de cerca, se vio en la miseria, pero perdió gran parte de sus ganancias. Hoy disfruta lo que está haciendo, incluso sin soltar un solo golpe, salvo sus peleas de exhibición.

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– ¿Qué boxeadores empezaron esta tendencia de cuidar sus ganancias?

– Comenzó a finales de los 90 con dos boxeadores: Ricardo “Finito” López y Humberto “Chiquita” González. Sin ganar los millones que por ejemplo tuvo, Julio César Chávez, fueron suficientemente inteligentes para prever que el día que se acabara el boxeo, iban a tener un respaldo económico.

La “Chiquita” abrió salones de fiestas, un casino, tiene una promotora. Marco Barrera maneja boxeadores, tiene bienes raíces, es comentarista de boxeo. El “Travieso” Arce hace comerciales, da pláticas motivacionales, es comentarista. El “Finito” López es un extraordinario conferencista y un excelente motivador… son otro tipo de boxeadores que piensan en invertir su dinero

También hubo un manager, Rafael Mendoza, que a cada uno de sus peleadores: Daniel Zaragoza, la “Chiquita” González, Oscar Larios… les quitaba el 10% de su bolsa para guardarlo en el banco, para el futuro de sus peleadores. Eso es una genial idea, porque con ese ahorro, en algún momento vas a tener un respaldo.

Boxeadores comentaristas: Marco Barrera, Erik Morales, Julio César Chávez y Juan Manuel Márquez
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– ¿Hoy el boxeador mexicano es más profesional que antaño?

– No se trata de profesionalismo, simplemente el deporte ha evolucionado. Carlos Zárate, “Ratón” Macías, “Pipino” Cuevas, todas esas leyendas eran profesionales. Pero hoy son atletas que suben a boxear. Eso te obliga a ser mejor en todos los aspectos. También hay historias de boxeadores que se quedaron sin dinero y aprendieron a administrarse. Ha evolucionado el deporte.

Los boxeadores son más atletas, tienen equipos de trabajo multidisciplinarios: nutriólogo, psicólogo, preparador físico. Eso ha permitido que la figura del boxeador sea diferente. Tampoco se trata que vayan a la universidad o algo así. Muchos optan por triunfar en el deporte y después regresan a estudiar. Lo importante es que en el lado deportivo, México no ha dejado de ser potencia en el boxeo. Pasamos del boxeo romántico al de atletas con mejor administración.

Cuando empezaron a surgir las grandes bolsas en el mundo del boxeo, llegó mejor gente a sus vidas, para aprender a administrarse. Algunos de ellos tienen cuentas millonarias en los bancos y los peleadores mexicanos, tratan de imitar esas buenas cosas.

Las redes sociales también han ayudado. Antes la gente sabía de los peleadores en los diarios y el día de sus peleas. Hoy los boxeadores pueden ser exhibidos y tienen que cuidar de su imagen.

– ¿Se puede vivir del cariño del público?

– Sí, los boxeadores pueden vivir del amor del público, de los aplausos, del reconocimiento. En cuanto a ganancias, hoy vivimos otra época. En su tiempo, el “Púas” tenía que pelear seis veces en un año para cobrar unos 700 u 800 mil dólares. El “Canelo” en una sola pelea gana 20 millones. Las cantidades que hoy se pagan son extraordinarias. El “Púas” Olivares hoy debería de ganar 3 o 4 millones por cada pelea, pensando que en su momento era uno de los mejores libra por libra.

Por otro lado, al deportista mexicano se le perdona casi cualquier cosa, porque verlos caer los hacía más humanos, más de la gente, los consideraban parte de ellos. Hoy si ves a un boxeador exitoso emborrachándose o en la miseria no es bien visto porque son ejemplos de la sociedad.

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– ¿Existen instancias que apoyan a los boxeadores que cayeron en desgracia?

– Sí, Hay dos proyectos que ayudan a los boxeadores. En México, el Programa Ring Telmex, con influencia del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) tiene becados a unos 30 boxeadores. La mitad son de la vieja guardia y la otra son nuevos talentos. Ya tiene muchos años. Ahí estaba gente como el “Púas” Olivares, Carlos Zárate y Lupe Pintor.

A nivel internacional está la Fundación José Sulaimán que por parte del CMB, lanza diversos programas. En ocasiones se convence al promotor para donar un dólar por cada boleto vendido. También la marca de relojes Hublot, regala un modelo exclusivo a una leyenda del boxeo internacional y hacen una réplica que se subasta. Lo que se recaude se dona a la Fundación.

Los recursos se entregan mensualmente a boxeadores de todo el mundo y como se encuentra en EEUU, tiene la garantía de que las cosas se hagan bien.