Otra vez el Barcelona busca la hombrada ante un PSG que no es lo mismo de antes. En la edición del 2017, Neymar fue el verdadero héroe pero pocos le dieron su merecido crédito.

Curiosamente, ahora Neymar se enfunda los colores del PSG y es una de sus máximas estrellas. Desafortunadamente no pudo estar en la eliminatoria ante el Barcelona en la presente Champions League.

En aquella edición, una tal ‘MSN’ conformada por Messi, Suárez y Neymar, llevó al Barcelona al liderato de grupo que compartió con Celtic, Borussia Monchengladbach y Manchester City. Por su parte, el PSG terminó segundo por detrás del Arsenal y por encima del Ludogorets y el Basel.

El sorteo juntó a los equipos mencionados y el primer encuentro se celebró en el Parc des Princes, donde los parisinos sorprendieron con el resultado. Pasaron por encima de la segunda mejor ofensiva de la Champions en ese momento, los anularon.

Barcelona, que hasta ese entonces había recibido solo cuatro goles en seis partidos, encajó los mismos en un lapso de 53 minutos. Un doblete de Di María, más dos tantos anotados por Draxler y Cavani, dejaron a los culés heridos de muerte para la vuelta.

1% de posibilidades, 99% de fe

Llegó el momento del partido de vuelta, Barcelona necesitaba de un partido perfecto para avanzar. Cuatro goles sin recibir para mandar el encuentro a la prórroga o ganar por una diferencia de cinco para terminarlo en los 90 minutos.

Todo empezó de maravilla, apenas al minuto 3, Luis Suárez abría el marcador tras aprovechar que dejaron botar el balón prácticamente en el área chica. Previo a finalizar el primer tiempo, una genialidad de Iniesta provocó que Kurzawa hiciera un autogol.

Apenas a 10 minutos del complemento, Neymar comenzó a ser clave, primero al provocar el penal que significó el 3-0 para los culés, anotado por Lionel Messi. Desafortunadamente empezó a correr el tiempo y, paralelamente, la presión sobre el equipo dirigido por Luis Enrique.

Todo cambió al minuto 62, donde Edinson Cavani marcó el tanto que parecía definitivo, el que obligaba a los rivales a hacer otros tres goles y en menos de media hora. Los asistentes del Camp Nou cada vez veían más imposible la hazaña y es que no fue hasta el minuto 88 que el Barcelona volvió a anotar.

Neymar sacó la varita mágica y colocó un tiro libre en el ángulo para reavivar las esperanzas, pero parecía demasiado tarde. Ya rebasada la barrera de los 90′, Suárez cayó dentro del área y el árbitro marcó -polémicamente- penal y fue el ’11’ brasileño quien cobró con determinación.

Al minuto 95, llegó el gol de Sergi Roberto, mismo que fue asistido por Neymar, la hazaña estaba completa, por primera vez un equipo se levantaba de un 4-0. Felicitar a Sergi era entendible, había marcado el gol ‘del gane’, pero las cámaras se fueron con otro futbolista.

Y no, no fue Neymar, quien terminó participando básicamente en cuatro de los seis goles, esa noche Lionel Messi se robó, de manera involuntaria, el protagonismo. Tras el sexto gol, Messi corrió a la grada y festejó con la afición por su cuenta.

“Es tan milagroso como la remontada. Cuando veo a Messi salgo corriendo hacia él, nunca lo habíamos visto con esta cara y este gesto (…) Es la foto del partido”.

Comentó el fotógrafo Santi Garcés tras la instantánea que fue tendencia.

Meses después, el brasileño se marchó del club y la razón con más especulación era que sabía que en el Barcelona, pasara lo que pasara, la estrella siempre iba a ser Lionel Messi. Al PSG llegó con la etiqueta de estrella y la mantiene, ahora compartida con Kylian Mbappé.

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