Aarón Nieto, editor en jefe del diario AS México, explica cómo ha sufrido su afición al Cruz Azul, al punto de cortar parte de su pasión por el futbol
Aarón Nieto fue uno de aquellos aficionados de Cruz Azul que acudieron al Estadio Azteca la noche del 26 de mayo de 2013. Se sentó en la tribuna inferior del estadio, unas cinco filas detrás de la banca de Miguel Herrera, entonces técnico del América y con la ilusión de ver a su equipo campeón otra vez, tras una espera de 15 años y medio. Soportó la tormenta que cayó esa noche y vio los últimos minutos del partido, temblando por el frío y por los nervios.
Hacia el final del partido comenzó a cantar: “oe oe oe… Campeón” y estuvo a punto de una bronca con un aficionado americanista sentado en la fila siguiente, frustrado por la inminente derrota, que le exigía que se callara, porque consideró una afrenta, que Aarón festejara su ansiado título.
“¿Por qué me voy a callar si estoy festejando?”, le respondió.
También se le acercó otro americanista, este amable, quien había viajado desde Chihuahua para ver a su equipo y le compartió su tristeza porque se iba sin ver siquiera un gol de su equipo. El global era 2-0 para la Máquina.
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Pasaron cinco minutos y la historia del Cruz Azul cambió para siempre, llevándose también a su afición, que pasó de fiel a sufrida:
“Cuando cayó el primer gol, me lo gritó en la cara, el segundo me lo gritó nariz a nariz y yo sin saber qué hacer”, recuerda. “En el tiempo extra, seguí viendo el partido en las pantallas del estadio, ya no podía ver el campo”.
El desenlace, la definición desde los penaltis, donde La Máquina terminó su debacle y América se coronó.
Luego de padecer ese partido, Aarón asegura que después de aquella trágica noche, literalmente algo se rompió en su forma de vivir el futbol:
“En la serie contra Pumas (la vuelta de Semifinales del Guard1anes 2020) que fue una situación similar, que nadie esperaba, sí tenía el nervio, pero confiaba en que iban a sacar el resultado y en los minutos finales, la presión y el factor emocional nos afectaron a todos, incluso a los aficionado. Yo empecé a pensar: ‘¡puta! Ahí vienen los últimos cinco minutos, ahí vamos otra vez”. Pero mi reacción al final del partido fue de risa: ya perdieron, ¿ya qué hago? y se acabó”.
Tras estas lamentables y continuas decepciones, Aarón describe su afición por el equipo de sus amores, como una relación tóxica, en toda la extensión del concepto, pues implica emociones similares a las que se tiene con un amor, que a cambio, da muy poco:
El problema de Aarón es que no puede alejarse demasiado del futbol, aunque ya no le apasione como antes, porque es parte de su trabajo: es editor en jefe del diario AS México, y como profesional necesita estar “en el ajo” de lo que ocurre con el futbol mexicano y reconoce que todavía brota su lado de aficionado al Cruz Azul y no piensa cambiarlo. Por eso aún conserva esperanza para seguir adelante, en espera que su equipo vuelva a ser campeón.
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“El día que llegue, también sé que va a ser una alegría para mucha gente. La afición vive de esto como una religión aparte. Algún día va a llegar el título y muchos aficionados van a continuar apoyando. Ahorita somos 10 millones de aficionados (estima) y si tienen hijos, seguramente le van a ir al Cruz Azul, entonces ni modo también van a ser aficionados aunque sea unos años (ríe)… Pero alguien lo tendrá que ver al Cruz Azul campeón en algún momento.
El proyecto de Juan Reynoso, una nueva ilusión
En el ámbito profesional, Aarón Nieto asegura que el proyecto de Juan Reynoso, que esta noche busca el record histórico de 13 triunfos consecutivos, ante su ‘bestia negra’, el América, se ha logrado gracias a la unión de grupo que ha promovido el técnico peruano, que les permitió a los jugadores sobreponerse de la tragedia ocurrida en diciembre, conocida como la “Madre de todas las cruzazuleadas”.
“Esta racha de 12 triunfos consecutivos habla de unión en el equipo. La derrota ante Pumas fue un error del futbol, pero se quedó como un tatuaje para los jugadores y sobreponerte a eso, no lo supra cualquiera. Además, prácticamente es el mismo plantel. Esto habla de que ahora están unidos, comprometidos y se fueron quienes no jugaban. Hoy vemos una plantilla consolidada dentro y fuera del campo, esa es la diferencia. No había una unión así, el torneo pasado”, explica.
– ¿Qué hizo diferente Juan Reynoso, respecto al trabajo de Robert Siboldi?
– El trabajo de Siboldi y lo que continuó Reynoso han permitido que Cruz Azul sea el mejor equipo del último año y medio. Al inicio del 2020 Cruz Azul era el mejor equipo y el torneo se suspendió por la pandemia. El torneo anterior, Cruz Azul y León eran los que mejor jugaban y este torneo nuevamente es Cruz Azul, ahora con América. En eso tienen mucho que ver los técnicos.
Reynoso y Siboldi son muy similares, no se caracterizan por un futbol explosivo, son ordenados, más Reynoso. Su esquema es: ‘primero aprieto bien atrás y luego intento anotar, no me vuelvo loco porque tengo 90 minutos y de repente juego bonito’.
Con Siboldi creo que el problema fue que se terminó el discurso con los jugadores, porque el equipo tenía estilo, pero el equipo empezó muy bien y a la mitad del torneo se empezó a caer y de repente defendía más de la cuenta, no intentaba. En la serie contra Tigres de Cuartos de Final del torneo pasado, el equipo perdió la Vuelta en casa pero ganó la serie porque Tigres no pudo atacar.
También podemos comparar qué hicieron ambos técnicos con equipos de pocos recursos, Siboldi descendió con Veracruz y Reynoso metió al Puebla a los Cuartos de Final el torneo pasado. Los dos son buenos técnicos, creo que van más allá del convencimiento de los jugadores. Ahora Reynoso tiene que demostrar su casta de entrenador de equipo grande, pero por lo que hacen en la cancha, hoy les basta alcanza por lo menos para llegar a la Final.
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– ¿Qué pasará esta noche ante América?
– Gana Cruz Azul por la unión que hay y porque tienen un record enfrente y si lo logran sus nombres van a estar ahí. No es el título que todo mundo quiere, pero es un plus o una presión.
En realidad solo se juegan tres puntos, no importa si le meten 10 al América o el América hace ocho. Pero es un buen parámetro para lo que viene: No hemos visto cómo juegan contra un rival que se te vuelque al ataque y que te empiece ganando.
Por eso creo que será un juego abierto en donde, si cae un gol antes del minuto 25, el marcador terminará 3-1 para Cruz Azul, pero si me equivoco, van a terminar igual, pero en favor del América.
– ¿Cómo manejar la presión que viene?
– El principal problema es que el rival es América. Si Cruz Azul perdiera contra el peor equipo de la Liga, incluso no sería tan grave. Por eso este partido es un arma de dos filos. Si pierde, Cruz Azul regresan los fantasmas: el rival de siempre, en el momento que podías lograr algo, etc. Pero también si pierde, se quita presión de la racha de victorias. Si llega la derrota en este momento, solo se juegan tres puntos, es un momento adecuado, aunque no se juega para perder.
Si es el caso, sería una buena lección de cara a la Liguilla, porque los partidos que vienen para Cruz Azul son ante Xolos y San Luis en el Azteca y podría llegar con 15 victorias seguidas, pero que pasa si en la Liguilla empiezan perdiendo o empatan la Ida y les anotan un gol al minuto 20 de la Vuelta. ¿Podrían remontar? ¿Sabrían cómo hacerlo? Por eso, una derrota ahora no vendría tan mal, aunque nunca quieras perder y menos contra este equipo.
Obviamente, preferiría una victoria por el golpe anímico, pero depende de cómo ganes. Si es jugando espectacular y dando un paseo, bravo, pero si es con un error del VAR o te dominaron y tuviste una y ganaste, se encienden las alarmas. Entonces tiene mucho que ver el trámite del partido. Como es muy difícil que es pronosticar algo con este equipo, voy partido a partido y eso ha significado 12 victorias consecutivas, hoy le faltan nueve y levanta el título.