La ciencia médica ha comprobado que no manejar adecuadamente el estrés es un factor para desarrollar lesiones, incluso en alto rendimiento

Cuántas veces hemos visto deportistas de los que se esperan grandes cosas y que al salir a una cancha lucen excesivamente ansiosos. En su nerviosismo ante lo que ellos piensan que deben hacer o lo que ellos creen que se espera de su rendimiento, simplemente se vienen abajo o, lo que es peor, nunca están al 100% físicamente. El factor determinante, es que el estrés es uno de los factores principales para la aparición de lesiones.

Además, es un hecho científico comprobado por la medicina: hay un efecto directo entre lo que pensamos y cómo se adapta nuestro cuerpo para enfrentar esta situación de angustia extrema. Si el deportista no aprende a tranquilizarse por sí mismo, ante este entorno, el cuerpo se desgasta y queda propenso a desarrollar lesiones.

Veamos cómo funciona este proceso:

Los efectos del estrés en el organismo

lesión por estrés

De acuerdo con Beatriz Lasheras del Coleigo Profesional de Fisioterapeutas de Aragón, España, el estrés es un síndrome patológico que desequilibra el organismo y aumenta el riesgo de desarrollar lesiones musculares, tendinosas, ligamentosas y del cartílago. En la sociedad occidental, la gente común se estresa cuando enfrenta dificultades profesionales, financieras, familiares y otras.

Pero también cuando tiene hábitos poco saludables como: mala alimentación, sedentarismo, larga exposición a la luz artificial, falta de sueño, contaminación química, electromagnética, entre otras.

Químicamente, ante una situación de angustia el sistema nervioso activa la secreción de sustancias que lo mantienen alerta (adrenalina y noradrenalina). Este sistema funciona de manera natural ante un peligro y no es dañino para el organismo, pues se activa ante situaciones momentáneas o un peligro inminente.

Pero cuando el estrés es continuo (crónico) se libera la hormona cortisol, que en el largo plazo  produce fatiga crónica, depresión, aumento o pérdida repentina de peso, problemas digestivos (colitis, úlceras), trastornos cutáneos, debilita el sistema inmunológicos, diabetes, hipoglucemia, colesterol, problemas cardiovasculares y osteoporosis.

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Con grandes cantidades de cortisol en la sangre, el organismo demanda una mayor necesidad de consumir glucosa, que obtiene de los aminoácidos que se encuentran en los músculos (glutamina). Cuando esto ocurre, los músculos pierdan masa y es sustituida por grasa. También reduce la absorción de calcio en el intestino, por lo que los huesos se debilitan.

Este proceso de liberación de cortisol aumenta el riesgo de desarrollar lesiones en tendones, ligamentos, de cartílago, contracturas musculares, roturas fibrilares, tendinitis o esguinces. Cuando el cuerpo está estresado, los músculos se contraen y provocan contracturas, que en el cuello y la espalda, comprimen las vértebras.  

La mente y las lesiones

Lesión estrés

Daniel Serrano, psicólogo deportivo y entrenador de futbol Valencia, España, explica que la manera en que una persona es capaz de manejar sus niveles de estrés es una herramienta para prevenir lesiones físicas. En la psicología esta condición mental que provoca afecciones físicas se denomina “somatización”.

Mientras que en el deporte, la “ansiedad competitiva” indica cuando un atleta aumenta sus niveles de ansiedad por presiones externas e internas relacionadas con un resultado específico como: ganar una competencia o conseguir una marca. A cambio, sufre afectaciones en su salud física y psíquica.

El proceso comienza cuando el atleta tiene una fuerte preocupación que se convierte en pensamientos negativos constantes (obsesión). Este estado reduce su capacidad de concentración y otros problemas físicos como mareos, debilidad que requiere, mayor tiempo de recuperación, vómito, rigidez muscular o articular e incluso afectaciones al sistema inmunológico para protegerse de enfermedades.

En este estado, el atleta es susceptible de lesionarse o enfermarse, aun cuando el atleta tenga un manejo preventivo indicado.

El investigador señala que algunos problemas físicos derivados de efectos mentales son perceptibles cuando:

  1. Las lesiones se convierten en crónicas
  2. No hay una causa física razonable de estas lesiones
  3. Cuando la misma lesión surge una y otra vez
  4. Cuando la rehabilitación no es suficiente para que el atleta regrese al nivel que tenía antes
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Mientras que Jorge Ojeda, traumatólogo español asegura: “En patologías de columna está demostrado que el estrés emocional puede derivar en problemas funcionales. Los traumas psicológicos pueden debilitar la atención y generar problemas fisiológicos añadidos”.

El estrés en la máxima competencia

hazzard lesion

En enero del 2014, Neymar se lesionó el tobillo derecho, justo cuando terminó su relación con su novia de aquel tiempo, Bruna Marquezine. Además que estaba bajo una fuerte presión por su inminente llegada al Barcelona. Mientras que en pleno Mundial de Brasil 2012 sufrió la fractura de una vértebra lumbar.

Mientras que Lionel Messi ha sufrido lesiones relacionadas con su entorno, por ejemplo, cuando se le cuestionaba sobre la realización de partidos a beneficio. Asimismo, Gareth Bale, en su momento la contratación más cara de la historia, tuvo una lesión muscular justo el día de su debut en el estadio Santiago Bernabéu.

El caso más reciente es el del belga Eden Hazzard, de quien el médico de su selección dijo en diciembre de 2020 que su rendimiento está mermado por el estrés. Hasta ese momento, el mediocampista de Bélgica se había perdido 43 partidos en 18 meses con el equipo merengue, contra una ausencia de20 partidos con el Chelsea, en siete años.

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“Quiere sacar lo mejor de su cuerpo y está por encima del límite. Este estrés mental se refleja por los músculos y creo que su tensión muscular es un poco más alta ahora, lo que hace que Hazzard sea un jugador más propenso a lesionarse”, dijo el doctor Kris Van Crombrugge.

También, Cristiano Ronaldo se perdió 10 partidos al llegar al Madrid tras una entrada en el tobillo derecho. Su curación llegó hasta que comenzó a tratarse el estrés.

Explicación médica

lesión muscular

“El estrés es una de las causas más comunes de aumento del riesgo de lesión. Se reduce el campo de visión, empeora la atención y eso propicia choques y movimientos inesperados que provoca lesiones. El futbolista no es tan ágil. Los músculos están más tensos”, explica Ulrika Tranaeus, de la Unidad de Rendimiento y Entrenamiento de la Escuela Sueca de Deporte y Ciencias de la Salud.  

“Es el factor asociado más presente con la tasa de lesiones y el factor biopsicosocial más fuertemente relacionado con las lesiones. Cuando baja el estrés aumenta la actividad de la amígdala cerebral. Esto mejora la atención, la toma de decisiones y se reduce el riesgo de lesión”.

La especialista agrega: “Entre los deportistas es habitual estar nervioso antes de competir. Muchas veces no distinguen si sufren estrés o están nerviosos. Les afecta el estrés en casa: problemas con su pareja, si cambia de equipo o país. Pero también la presión de rendir de acuerdo con las expectativas que se tiene de ellos. Incluso el estrés positivo generado por factores como firmar un gran contrato, puede influir en el riesgo de lesiones”.

Por su parte, Gregory Dupont, jefe de preparación física del Real Madrid explica los efectos del estrés en la falta de sueño y a su vez en lesiones: “el estrés que sufren los deportistas de alto nivel competitivo puede derivar en un sueño inapropiado y eso en problemas para la restitución al glucógeno muscular, la reparación del tejido muscular, alteraciones en las funciones cognitivas e incremento de la fatiga mental”.

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Para Andersen y Williams explican que en el máximo rendimiento es muy común porque los atletas tienden a híper activarse para dar lo mejor de sí y no tienen suficientes recursos para mantenerse tranquilos. Por lo que este entorno los mantiene lejos de un estado de calma y desarrollan ansiedad más alta que deportistas comunes.

Con esta cantidad de estrés, el atleta pierde capacidad de atención. Puede ignorar información relevante de sí mismo y de las situaciones de juego y esto genera que no escuchen su cuerpo en caso de fatiga o síntoma de una lesión leve o un esfuerzo excesivo. Además, el mayor estrés provoca una sobre activación muscular que dificulta la flexibilidad y la coordinación motora.

“Las lesiones pueden ser una vía de escape ante la ansiedad competitiva, pero aun con la lesión, la tensión acumulada no desaparece. Incluso impide una recuperación adecuada.  Lesionarse produce más ansiedad y al no atender adecuadamente las emociones negativas continúa el proceso mental de ansiedad y la recuperación se atrasa.

Métodos para  manejar el estrés en el deporte

meditación

Los especialistas señalan que algún tipo de terapia psicológica es buena para manejar el estrés, reducir el riesgo de lesiones. Una de las más recomendadas es el “mindfulness”, una técnica que implica la meditación para fijar la mente en el momento presente y eliminar el efecto de las presiones provocadas por los errores del pasado o el miedo al futuro.

“El mindfulness ayuda porque muchas de las razones que provocan estrés o ansiedad se encuentran en pensamientos sobre el pasado o el futuro, en lugar de pensar lo que están haciendo ahora. No es un arreglo fácil pero se puede aprender en cinco o seis semanas de entrenamiento y ayuda a cambiar de juzgarse a uno mismo a un enfoque más de aprender”, finaliza Ulrika Tranaeus.

También son importantes hábitos saludables, como: ejercicio, dieta rica en vegetales y proteínas de alta calidad, que contengan Omega 3 (salmón, atún, sardinas), tener un buen descanso nocturno, realizar actividades al aire libre, realizar técnicas de relajación. Mientras que el ejercicio recreativo aeróbico (correr o nadar) reducen los niveles de adrenalina y cortisol. A cambio, el organismo produce endorfinas que aumentan la sensación de placer en el cuerpo.