El último día en el mercado de fichajes dejó grandes sorpresas en el futbol internacional. Uno de ellos fue el regreso de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid para unirse de inmediato a la plantilla.
La operación comenzó a circular por diversos medios pero no se hizo oficial hasta pasadas las 12 de la noche. Incluso se llegó a decir que Barcelona buscaba a Joao Félix y daba a Antoine Griezmann como moneda de cambio, sin embargo los dos se quedaron en la institución madrileña.
Al final, la operación se cerró a préstamo de dos años con compra obligatoria por 47.1 millones de dólares al finalizar dicho plazo. En general la afición colchonera recibió de buena manera gracias al legado que dejó el jugador francés en su primer ciclo con el club.
Desafortunadamente para su causa, el jugador tuvo un paso regular en Barcelona, donde no terminó de ser la estrella que muchos esperaban. Pese a tener números aceptables en el club blaugrana, siempre tuvo un perfil bajo en la cancha, acompañado de la etapa irregular del equipo en sí.
Curiosamente, antes del Mundial del 2018 donde se consagró como campeón del mundo, los rumores ya lo colocaban en Barcelona. Hubo mucho hermetismo sobre si el ‘gringuito’ dejaba las filas del Atlético de Madrid pero él mismo decidió ponerle fin a los rumores.
Mediante un mini documental, el francés confirmaba que decidía quedarse en el club colchonero e incluso firmó su renovación hasta 2023. Nada más alejado, pues un año después, los culés pagaban la cláusula de rescisión para fichar al francés.
Este movimiento incluso llevó a los juzgados a ambos clubes, pues en el entorno colchonero aseguraban que el jugador ya tenía un acuerdo con el Barcelona antes de reducirle su cláusula de rescisión, misma que pasó de 235 a solo 141 millones de dólares.
Ahora, que llega por mucho menos y a petición del ‘Cholo’ Simeone, muchos esperan que vuelva a ser aquel cotizado futbolista de hace tres años. ¿Podrá lograrlo?