Pumas y Chivas se enfrentaron en una situación de urgencia, con los dos equipos necesitados de puntos. Desafortunadamente dejaron en claro por qué no han estado a la altura de las expectativas de un club grande en la Liga MX.
Tanto Pumas y Chivas tienen un paso bastante irregular donde los universitarios están peor que el Rebaño Sagrado. Hubo pocas emociones en un partido que ha creado una rivalidad en el interior del futbol mexicano en las últimas décadas.
El juego comenzó con los dos equipos bastante pasivos, con un aparente miedo a empezar muy pronto abajo en el marcador. Poco a poco se fueron soltando y fue Pumas quien tomó la batuta del partido, sumando más posesión de balón que sus rivales.
Desafortunadamente la falta profundidad de los universitarios se hizo evidente y apenas y generaron poco peligro para Raúl Gudiño. Cabe destacar que no podemos quitarle crédito al portero rojiblanco que fue clave en los dos manos a manos que tuvo Pumas.
Para el complemento se cambiaron los papeles y Chivas lució más dinámico, con la velocidad que acostumbran sus atacantes por las bandas. Los cambios también le ayudaron al Rebaño pero lucieron poco precisos frente al arco, incluso Julio González fue figura en un par de ocasiones.
El tiempo seguía su curso pero hubo bastantes baches que limitaron el poco dinamismo del juego, por lo que se fue extendiendo sin emociones. Al final el encuentro terminó con pocas intenciones de los dos equipos para llevarse la victoria y un empate a cero que les sirve de poco a ambos.