En 180 minutos dramáticos, el Atlas por fin terminó con su maldición y en penaltis venció a León para convertirse en campeón

No había otra forma: ¡A lo Atlas!, los rojinegros por fin rompieron su dolorosa maldición de 70 años sin ganar un título y, desde los 11 pasos, en una final llena de drama, por fin consiguieron su segundo campeonato en la historia.

Con un Estadio Jalisco abarrotado y teñido de rojo y negro, el Atlas jugó con el cuchillo entre los dientes y todo el tiempo hizo por merecer el título. Pese a sus limitaciones, fue siempre adelante con el corazón y lograron poner en predicamento a un León que prefirió defender su ventaja, no ajustó a tiempo y, al final, perdió en la definición con dos de sus jugadores más importantes: Fernando Navarro y Luis Montes.

La figura de los visitantes fue el arquero Rodolfo Cota, quien durante todo el partido tuvo atajadas importantes. Sin embargo, el León hizo muy poco para quedarse con el título, a diferencia de lo hecho en la ida.

Julián Quiñones, de presunto delincuente a figura en Atlas

Altas tuvo acciones de peligro desde el primer tiempo, con la misma fórmula de siempre, que el León no pudo defender: pases largos a Julio Furch, habilitando a Julián Quiñones para hacerla profunda y devolverla a su centro delantero de cara a la portería.

De hecho, en la parte inicial Quiñones tuvo una de mucho peligro, en un pase de Camilo Vargas a profundidad, el delantero rojinegro encaró a Rodolfo Cota, picando a espalda de la saga y levantó el balón sobre la salida del portero, pero su disparo pegó en el poste.

En el segundo tiempo, el Atlas salió con todo por el gol que necesitaba para empatar el global. De inmediato generaron peligro y metieron al León contra su portería y, luego de varias llegadas, lograron el empate global al 55’, por conducto de Aldo Rocha.

En un tiro de esquina rechazado, Jeremy Márquez recentró y Rocha le cambió la dirección al esférico para dejar fuera de la jugada a Rodolfo Cota.

Los cuatro mantras de Diego Cocca

Atlas campeón

Después de eso, por fin Ariel Holan intentó componer el parado de su equipo y envió al campo a Luis Montes y a Emmanuel Gigliotti para recuperar la posesión del balón. Cuando intentaban hacerlo, los rojinegros intentaron generar más peligro y tuvieron la del título en la cabeza de Édgar Zaldívar y falló increíblemente con el marco abierto y a un metro de la línea de gol.

Diego Barbosa desbordó por la derecha y sacó un poderoso disparo que pegó en el poste, el balón venció a Cota y Zaldívar, solo para empujar la recentró y el arquero esmeralda capturó el balón. A los pocos minutos, Zaldívar estuvo a punto de lavar su error, con un soberbio disparo de media distancia, pero Cota rechazó con una excelente reacción de mano derecha.

Cuando parecía que La Fiera retomaba el control del partido Gigliotti saltó a disputar un balón en lo alto y levantó los brazos. El árbitro Marco Antonio Ortiz señaló falta y expulsó al delantero argentino con roja directa. Sin embargo, el Atlas estaba demasiado desgastado para intentar ir por el gol del título.

En la recta final del partido y en el alargue, el rojinegro perdió a Julián Quiñones y a Luis Reyes por lesión, ante la inminente definición en penaltis.

Sin embargo, en el tiempo extra, ingresó Fernando Navarro y, en una combinación con Luis Montes, dejaron el balón para Elías Hernández, quien quedó cara a cara frente a Camilo Vargas, quien logró detener el esférico que intentaba colarse entre sus piernas.

Atlas vs León: la data nos da pistas de quién será el campeón

En la definición desde los 11 pasos, el marcador continuó empatado, en el tanto definitivo, luego que marcaron: Elías Hernández, Ángel Mena y William Tesillo por León. Mientras que Fernando Navarro falló en su segundo cobro. Por el Atlas, Jesús Angulo, Édgar Zaldívar y Christopher Trejo convirtieron, mientras que Aldo Rocha, puso su cobro en el poste.

En el tanto definitivo, Luis Montes falló increíblemente ante un atajadón de Camilo Vargas y Julio Furch logró colar su disparo, pese a que Cota adivinó.

Así, la ciudad de Guadalajara se tiñó por fin de rojo y negro, para una de las aficiones más fieles del futbol mexicano.