Las Grandes Ligas están en huelga (paro patronal) por una diferencia significativa en el aspecto financiero con el Sindicato de Peloteros
Con el primer minuto del jueves 3 de marzo de 2022 expiró el contrato colectivo de trabajo que tenía la Asociación de Peloteros (MLBPA por sus siglas en inglés) de las Grandes Ligas con la Major League Basseball (MLB), sin que las partes hubieran acordado uno nuevo, por lo que arrancó el primer paro laboral en 26 años y medio, luego de 9 mil 740 días de normalidad.
De inmediato, los propietarios de las 30 franquicias de las Grandes Ligas ordenaron la suspensión de las actividades, de cara al arranque de la temporada 2022, que estaba programada para el 31 de marzo.
El paro patronal comenzó 30 días después del título de los Bravos de Atlanta en la Serie Mundial, en lo que fue la primera temporada completa, luego del recorte de calendario del 2020 provocado por la pandemia y que se jugó con estadios a puerta cerrada.
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Si bien, desde 1994, año del último conflicto laboral, se realizaron cuatro acuerdos consecutivos sin necesidad de huelgas, desde hace más de dos años este pleito se veía venir. Las partes intentaron llegar a un acuerdo desde el año anterior, pero el miércoles confirmaron que no había acuerdo y abandonaron el hotel donde se realizaban las pláticas.
Simplemente los dueños de los 30 equipos tuvieron una breve reunión virtual para confirmar su decisión y la MLB anunció el cuarto paro patronal de su historia, además de otras cinco huelgas.
Los motivos del paro patronal
El Sindicato de Peloteros pidió a los dueños que reconsideraran el recorte en el salario promedio de jugadores. La medida no solo afecta a los peloteros que ocupan roles secundarios en los equipos. También permite suspender contratos de grandes figuras que no están rindiendo. Así o bien despedir a veteranos a cambio de jugadores más jóvenes con menor cartel y, con menor sueldo.
Los directivos defienden el haber conseguido estas restricciones salariales en la última década y no hubo acuerdo entre las partes, pues los dueños aseguran que sería una alteración significativa de la estructura económica del deporte, incluyendo la reducción del tiempo de servicio necesario para convertirse en agente libre o para acudir a un arbitraje salarial.
Por ello, una vez que terminó la temporada 2021, muchos equipos firmaron a jugadores en los días previo al paro patronal, gastando más de mil 900 millones de dólares en nuevos contratos – incluyendo un monto récord en un día por más de mil 400 millones el miércoles.
Las diferencias económicas
De acuerdo con la revista Forbes, la última temporada sin pandemia, 2019, la MLB genero ganancias por 11 mil millones de dólares. Los dueños pretenden pocos cambios en el contrato colectivo, sin dar más concesiones a los peloteros en temas, además del salario mínimos: impuesto de lujo, límites de gastos, arbitraje salarial y agencia libre.
El sindicato de jugadores proponía un salario mínimo de 775 mil dólares anuales, mientras que los dueños hicieron una propuesta máxima de 640 mil. Los dueños quieren mantener salarios en montos razonables, pues si superan el tope de 230 millones de dólares anuales para pagar los sueldos de toda una plantilla, tienen que pagar un “impuesto de lujo”
Se denomina Competitive Balance Tax (CBT), en el cual cada equipo tiene que pagar 20% por cada dólar encima de este tope: 32% de 230 a 250 y 62.5% arriba de 250.
Los peloteros también querían mayores beneficios en la distribución de ingresos con los jugadores. En 2017, que fue el último convenio, los ingresos se dividían en locales y nacionales, con disputas por algunos conceptos específicos como la construcción de desarrollos inmobiliarios alrededor de los estadios. El beneficio generado, por este concepto, por ejemplo, son exclusivos de los dueños.
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El resto de los ingresos se reparte entre los dueños: 48% de los ingresos de cada franquicia se asignan a un fondo común y se distribuye la parte proporcional a los 30 clubes.
Otro aspecto en disputa es el arbitraje salarial. Normalmente los jugadores que llegan a las Mayores lo hacen como prospectos extranjeros o en el Draft, normalmente con contratos muy bajos.
Cuando el pelotero logra pasar 172 días en el roster de un equipo, entre tres y seis temporadas, puede negociar un mejor contrato en el que se busca una cantidad razonable para ambas partes y si no hay acuerdo, se llega a un arbitraje. Los jugadores quieren reducir la cantidad de tiempo que requiere para llegar al arbitraje a dos años, los dueños no quieren ceder.
Aspectos relacionados con el juego
Los peloteros quieren acelerar el periodo en el que llegan a la agencia libre, a menos de 29.5 años e implementar una lotería similar a la NBA para asignar las primeras selecciones colegiales a los equipos en el Draft y no con un orden inverso a la marca, como ocurre en la NFL. Para ello, el sindicato redujo su propuesta de ocho a siete primeras selecciones, un día después de que los dirigentes la aumentaron de tres a cuatro.
Mientras que los equipos buscan incrementar la cantidad de equipos que avanzan a playoffs de 10 a 14 equipos, lo que les daría más ingresos directos, ya que los peloteros solo reciben una proporción de los ingresos de taquilla. En las últimas negociaciones, se habría acordado 12 equipos.
Finalmente, para esta campaña se había acordado utilizar al bateador designado en ambas Ligas, algo que sí estaba acordado.
