El 30 de mayo de 2019 podría haber sido un día más para los amantes del fútbol. No había grandes partidos, no se jugaba nada importante y el Mundial Sub 20 de Polonia seguía su curso. Sin embargo, hubo un récord que llamó la atención: Noruega, casi eliminada, goleó a Honduras 12 a 0. Pese a que no clasificó para la siguiente fase, el jugador revelación de ese torneo ya estaba en boca de todos. Un tal Erling Haaland, jugador de Salzburgo, convertía nueve de los tantos de esa goleada.

Hasta ese momento, lo único que se sabía del delantero noruego era que era el hijo de Alf-Inge Haaland, un volante central al que Roy Keane le arruinó la carrera tras una patada en un clásico de la ciudad de Manchester. Rápidamente, pasó de ser “el hijo de…” a ser un delantero a seguir por los grandes de Europa. Y qué mejor escenario para demostrar que en la Champions League con un equipo que podía aspirar a ser la revelación. Esto en un grupo con Liverpool y Nápoli, marcó ocho tantos en seis partidos. Pero más allá, demostraba que tenía una relación especial con el gol: metía muchos y para todos los gustos, de cabeza, de rebote, de media distancia, con la zurda, con la derecha… Era el optimista del gol, pero versión europea.

El paso por Borussia Dortmund sirvió para confirmar que no era un jugador de ligas menores. Con su habitual romance con el arco rival, creció mucho en cuanto a la contribución con el juego del equipo, algo fundamental para jugar en la Bundesliga, una de las ligas en las que más se ataca y más se busca el buen juego colectivo. Nacía una estrella, pese a la poca belleza de su juego.

En ciertos deportes, como el tenis, la estética y el carisma son tan importantes como el buen rendimiento y los resultados. Después de haber disfrutado el reinado del Big Three de Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic por más de 15 años, cuando el ruso Daniil Medvedev, un tenista de poco carisma, con un juego poco atractivo y una efectividad brutal, conquistó el primer lugar del ranking, el mundo sintió que era el fin de una era, casi perfecta. Carlos Alcaraz, hoy en el primer lugar del ranking, se parece mucho más a los jugadores del Big Three y parece el elegido para continuar con el legado de un deporte que, si carece de líderes que trasciendan el court, puede pasar al olvido.

Lee también: ¿CUÁNTO LE COSTARÁ AL MANCHESTER CITY CADA GOL DE ERLING HAALAND?

Si trazamos un paralelismo entre la etapa Nadal, Federer y Djokovic y la de Lionel Messi-Cristiano Ronaldo, quienes han llegado para sucederlos son Kylian Mbappé y Erling Haaland. Dentro y fuera de la cancha, el noruego se parece más a Medvedev. Está lejos de la estética del resto y luce como alguien frío, pero su efectividad y su rendimiento son indiscutibles. Sin embargo, en el fútbol existe algo que en el tenis no. Podríamos resumirlo con la conocida frase “goles son amores”.

Erling Haaland Nike
Erling Haaland celebrando con el Manchester City

Erling Haaland firma jugoso acuerdo con Nike

Más allá del carisma y de la estética, el gol es todo. Es lo más importante. Es lo primordial. Y Haaland pinta para tener con él la relación más estrecha de un futbolista del Siglo XXI. En Manchester City, lleva 42 goles en 37 partidos y marcó, hace dos semanas, nueve goles en siete días. Después de haber ganado varias Premier League con margen y de fallar en reiteradas ocasiones en Champions League, el elenco de Pep Guardiola, con la llegada del noruego, luce como el máximo favorito y parece que esta no se les puede escapar. Porque a los Cityzens los han complicado cuando los han sacado de la zona de confort, y con él en cancha, muchas veces no hay táctica que valga. Necesita muy poco para marcar.

Al ser el gol tan todopoderoso, las marcas van a preferir estar presentes en él -y también en el gran profesionalismo y capacidad de entrenamiento que tiene Haaland- que en los lujos o en una gambeta. Esas jugadas muchas veces se pierden o quedan en el olvido. El gol no, el gol queda, va a los resúmenes. Se ve en todas las redes sociales. El gol va a las estadísticas. Y el apellido Haaland va a aparecer por doquier.

Por eso, Erling Haaland firmó un contrato de 23 millones de euros por año con Nike y con justa razón. Si todo sigue como va, terminará esta temporada con 50 anotaciones y la marca norteamericana pagará menos de 500 mil euros por tanto del delantero. Para salir en la foto de alguien que puede llegar a ser el goleador de todos los tiempos, no es mucho.