Tras el sorteo de fase de grupos de la Copa Sudamericana 2023, se formaron encuentros picantes, pero sin dudas, el mayor de ellos será el de San Pablo y Tigre por el grupo D. El conjunto argentino vuelve a competir por Copa Internacional después de ir formando un equipo realmente sólido y con buen juego en torneos locales de los cuales fue protagonista hasta las últimas fechas. Este desafío de enfrentar a San Pablo será durísimo, como cualquier equipo brasileño, pero también tiene un gusto especial: es la revancha de lo sucedido hace una década atrás. Es un partido de grupos, pero se jugará como una final…
El Matador, que hacía de local en el estadio de Boca Juniors, recibió al equipo capitaneado por el legendario Rogerio Ceni en una noche bien copera: fuegos artificiales, popular llena y cánticos por doquier. El encuentro no fue electrizante, sino al contrario, fue un aburrido 0 a 0 que dejó la llave totalmente abierta para el partido en el Morumbi. El conjunto Paulista no dejó una impresión de ser invencible y la oportunidad para un equipo en pleno crecimiento como lo era Tigre en ese momento era un hecho.
Cuando llegaron los dirigidos por Néstor Raúl Gorosito al centro económico más importante de Brasil, empezaron los problemas: los jugadores no podían andar libremente por las zonas cercanas al estadio y no podían entrar a realizar el reconocimiento del mismo, es por eso que entrenaron en una cancha alejada. Durante la noche, los hinchas del local no dejaron dormir a los jugadores con fuegos artificiales y bombas de estruendos y al día siguiente arrojaron piedras al micro que transportaba a los jugadores argentinos. La hostilidad era descarada y desmedida.
Durante el primer tiempo, San Pablo dominó los primeros minutos y se fue al descanso con dos goles a su favor. El principal problema vino allí, en el entretiempo… Los jugadores de Tigre llegaron al vestuario y un grupo de uniformados los golpearon y amenazaron para que el resultado del encuentro no cambie. La seguridad del conjunto local agredió a los de Victoria.
Gorosito, conocido en el ámbito del futbol argentino por ir de frente y decir lo que piensa sin temores, no se calló y dijo: “Liberaron la zona y dos de ellos sacaron dos revolver”. Asimismo, muy caliente con la situación agregó: “Eso es San Pablo, son cagones, mano a mano no se la bancan. No se juega más”.
San Pablo y Tigre, frente a frente 11 años después
La Copa Sudamericana de este año les da lugar a que vuelvan a verse las caras, esta vez, por fase de grupos, en el que estarán acompañados por Deportes Tolima de Colombia y Academia de Puerto Cabello de Venezuela.
San Pablo, con respecto al “Brasileirao” del año pasado, tuvo un año irregular: ganó 13, empató 15 y perdió 10, una montaña rusa de resultados. Tigre, por su parte, terminó séptimo, algo aceptable para un equipo no tan poderoso económicamente hablando. Ambos equipos no están en su mejor momento, pero son candidatos a clasificarse, por lo menos, a octavos de final. Mateo Retegui es la gran figura del conjunto de Victoria, hoy por hoy muy nombrado por sus goles y la sorpresiva convocatoria a la Selección de Italia.
El conjunto visitante podrá traer hinchas para la velada futbolística, aunque en Brasil recomiendan que “no viajen mujeres y niños” por el riesgo a suceder algún suceso de peligro.
Desde redes sociales arrancaron a “picantearse” desde el momento que se realizó el sorteo de grupos: el Tricolor subió un posteo con el escudo del equipo argentino sin la estrella, que está arriba, y Tigre respondió con una foto del 2012 y el título de: “La familia Matadora más unida que nunca”. Aquella cita con la historia que Tigre no debía desaprovechar, no terminó de buena manera y no pudo irse con la frente en alto. Este jueves, desde las 21, se vuelven a ver las caras, esta vez en Argentina con un equipo joven y con buenos jugadores, un técnico que propone, como lo es Diego Martínez, que viene trabajando hace años en la institución y un “duelo de revancha”.