La Premier League, desde hace un tiempo a esta parte, es la liga que más gasta en fichajes en el mundo entero. Un equipo de mitad de tabla para abajo hasta puede pagar más que un grande del resto de Europa. Un modelo emblemático fue el de Unai Emery, quien esta temporada dejó su cargo en Villarreal, con el que había sido campeón de UEFA Europa League y semifinalista de UEFA Champions League, para irse a Aston Villa, que se encontraba en los puestos bajos de la tabla en Inglaterra.
Premier League y sus equipos que pelean el descenso
Southampton, que tiene un equipo valuado en casi 400 millones de euros y, de no ocurrir un milagro, descenderá, contrató a Carlos Alcaraz, una de las máximas promesas argentinas, por 14 millones de euros, lo que significa una erogación de dinero que no podría hacer más del 60% de los equipos de España, Alemania, Italia y Francia. Everton, en la zona roja, también tiene jugadores de renombre: Jordan Pickford fue el arquero de la Selección Inglesa en el Mundial de Qatar 2022, Amadou Onana arribó por 35 millones de euros a la institución de Liverpool. Sin embargo, pese al buen plantel, que cuesta 352 millones de euros, la regularidad nunca llegó y está en la posición 17.
Nottingham Forest, entre el mercado de verano e invierno, sumó 30 refuerzos y sus jugadores cuestan 330 millones de euros. Con Gustavo Scarpa y Danilo, dos figuras del Palmeiras bicampeón de la Libertadores, Renan Lodi y Felipe, alternativas de Atlético Madrid, y Keylor Navas, una garantía en el arco, no logró los resultados esperados: de los últimos 13 partidos, solo ganó uno y perdió nueve. Leeds, con la cosecha de las ventas que generó el ciclo Bielsa, tiene un plantel acorde a su posición en la tabla. Leicester, que en la 2015-16 fue campeón y hasta hace poco tiempo peleaba clasificaciones a copas europeas, hoy, con la misma base, incluidos Youri Tielemans, Jamie Vardy, James Maddison y una plantilla tasada en 442 millones de euros, está cerca de los puestos bajos de la tabla.
Dos que pelearon abajo y parecen ya haberse salvado, aunque las temporadas no dejan de ser malas, son West Ham y Wolves. El conjunto londinense compró por más de 80 millones de euros las fichas de Lucas Paquetá, titular en la Selección Brasileña, y Gianluca Scamacca, delantero de la Selección Italiana; aún así, suma apenas 37 puntos en 35 partidos, pero lo alivia haber alcanzado las semifinales de la UEFA Conference League. Por otra parte, los dirigidos por Julen Lopetegui, que cuentan con la gran ayuda económica de Jorge Mendes, tienen figuras como Raúl Jiménez, Diego Costa, Matheus Cunha y Ruben Neves, y solo han sumado 40 unidades en igual cantidad de encuentros que los Hammers.
El proyecto de la Superliga Europea se pinchó tras el amague de los grandes de Europa a abandonar sus ligas y formar una organización paralela. La liga inglesa, funciona como tal: mayores presupuestos de ingresos por televisación, mayor reparto de dinero, equipos financiados por capitales nacionales y extranjeros y transferencias caras a todo nivel de clubes. Actualmente, la mayoría de los buenos jugadores prefieren ir a la Premier League gracias a que se pagan sobreprecios para hacer contrataciones y sueldos altísimos.
Sin embargo, este “premiercentrismo” provoca que los futbolistas bajen su nivel considerablemente, porque tener objetivos más bajos que los que apuntarían en otros países, los desmotiva, más allá del dinero. Asimismo, el despilfarro de dinero disminuye el nivel de los equipos, que lucen fuertes, pero no logran solidez colectiva. Por eso, en Italia, España, Francia y Alemania, se forman mejores equipos con menor presupuesto: Nápoli, Real Sociedad, Lens y Unión Berlín son casos paradigmáticos.